Capítulo 58

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ELLA:

— Despierta, despierta ya.

— Mamá...

— Anda tenemos que irnos, rápido.

— ¿Qué pasó?

— Adriana solo levántate — entre quejidos y bostezos me senté en la orilla de la cama mientras me estiraba. No se que hora es pero puedo ver la luz del día entrar por la ventana — Ven acá — la escuche decir y cuando levante la mirada la note parada en la puerta de la habitación.

Con las pocas fuerzas mañaneras que tenía me puse de pie y fui hasta su lado. Abrió la puerta y salimos de la habitación. Ella mejor que nadie, sabe que mi yo por las mañanas no es nada confiable así que me ayudo a bajar las escaleras de la casa para no morir en el intento. La escuchaba contener la risa así que me relaje ante lo que sea que planeaba, puesto que si en realidad fuese algo malo definitivamente ella no tendría esa actitud.

— ¡Mamá! — dije quejándome después de golpear mi pie justo con la esquina de un mueble.

— ¿Yo qué? Solo abre los ojos.

— ¿Qué vamos a hacer?

— Necesito que me ayudes con algo.

— ¿No podías esperar a que despertara y...?

— ¡Sorpresa! — ante tremendo grito me lleve un susto enorme que juro de milagro, no se convirtió en un paro cardíaco.

Mis manos fueron directamente a cubrir mi rostro y después de escuchar sus risas suspiré profundamente para empezar a abrir los ojos del todo aunque la luz del día aún calara en éstos. Baje mis manos hasta mi pecho sintiendo los latidos de mi corazón a toda velocidad e inevitablemente empecé a sonreír después de entender la situación.

— Feliz cumpleaños Adri — escuche decir a mamá para luego girarme hasta ella y abrazarnos.

No esperaba nada de esto pero se siente bien, bastante bien en realidad. Siento esa calidez de estar en casa y vivir este cumpleaños que seguramente será muy diferente a cualquier otro.

Nos separamos después de unos segundos y enseguida papá me rodeó con sus brazos.

Jamás me pensé envuelta en cumpleaños como este. No me malinterpreten, para empezar nunca paso por mi mente conocer a mi papá y mucho menos a mi hermano. Desde aquel día en el que fueron a casa y me encontraron en bragas mi vida cambio por completo y hasta el día de hoy, parece que es un jodido sueño de maravilla.

— Feliz cumpleaños pequeña — levante la mirada aún con mis brazos alrededor de su cintura y lo vi sonreír tan ampliamente que sentí un revoloteo de emoción (por no decir mariposas) en mi estómago — te deseo lo mejor, estoy muy orgulloso de ti — dijo dejando un beso en mi frente — Te amo pequeña.

— Te amo más, pa — dije mientras nos separamos y pase mi mirada hasta las otras tres personas que se encontraban en la cocina.

— ¡Felicidades! — de nuevo, un pequeño grito combinado con susto y emoción salió de mi boca al ver a Alan casi correr hasta mi para rodearme con sus brazos y levantarme del suelo.

— ¡Alan! — grité entre risas — si me dejas caer te voy a matar.

— Tengan cuidado — escuchamos decir a papá entre risas para que segundos después Alan finalmente pusiera mis pies sobre el piso para luego darme un abrazo decente.

Otro tipo de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora