Otro tipo de amor.

Capítulo 10

ÉL:

— ¡Qué va! Fue demasiado extraño, su primera pregunta fue "¿Qué súper poder tendrías?" — Mauricio se encogió de hombros mientras que Adam y Samuel rieron — si yo me sentí incómodo en ese momento, no me imagino ella.

— ¿Por qué hiciste esas preguntas?

— Me alegra que preguntarás Adam, así te podré explicar antes de que empieces a juzgar como este tarado — rodé los ojos mientras llevaba la botella de cerveza hasta mi boca — Todo es con un propósito.

— Cuando empiezas a hablar así me das miedo — interrumpió Samuel a lo que me fue inevitable reír, él tiene razón, o dice algo muy bueno o muy estúpido.

— Cállate, — me miró — escucha, su respuesta a esa pregunta fue "ser invisible" ella es muy insegura de sí misma, la segunda pregunta fue qué si iría al pasado o al futuro, luego preguntó que si podría cambiar algunas cosas, dije que sí y sin dudarlo dijo que al pasado.

— Entendí tu primera pregunta, pero no la segunda.

— Si que son idiotas en verdad, es insegura por algo que le pasó. Fin.

— ¿Cómo estás tan seguro de eso?

— ¡Es lógica! Si solamente hubiera dicho pasado mi conclusión sería: es muy hogareña y le gusta pasar tiempo con su familia.

— Eres raro.

— Tarde o temprano sabrás si es verdad o no — se puso de pie y fue hasta el refrigerador para sacar otra cerveza — a mí me agradó bastante, más cuando le hizo burla a Melanie.

— ¿Más que tú? — preguntó asombrado Adam.

— Por supuesto que no — respondí — pensó que estaba ebria cuando en realidad Melanie apestaba a droga.

— Por cierto, qué fue lo que te dijo — habló Mauricio tomando asiento de nuevo — cuando entraste por nosotros estabas bastante nervioso y molesto.

— Más allá de que dijo que estábamos en una relación, cuando salimos dijo que me amaba y que haría lo que fuera por estar conmigo.

— Es una buena propuesta.

— Acéptalo tú.

— Oh no, aquí vamos de nuevo....

— No entraremos en esa discusión otra vez, mejor acepten ir a la fiesta que les dije — habló Adam.

— Ustedes se irán y yo me quedaré, quiero pasar al menos lo que queda de vacaciones con ustedes y no de farra donde apenas y podemos hablar.

— Eres un cursi — dijo Mauricio después de escucharme.

— Sé que ustedes sufrirán más sin mi.

— Sueñas — canturreo Samuel.

— Haber sufrido, hablo en serio no tendrás con quién salir, Adriana dijo que no salía a fiestas.

— Pues ahorita la acabo de dejar en una.

— ¡Vamos a una fiesta! ¡Maldita sea háganme caso! — siguió insistiendo Adam.

— ¿Ella en una fiesta? — Mauricio frunció el ceño y levantó una ceja — sorpréndete.

— Deberíamos de ir, tal vez puedas encontrarla ahí. ¿Dónde la dejaste?

— Era en el centro.

— ¿Qué parte del centro?

— Es en la calle del edificio abandonado.