Otro tipo de amor.

Capítulo 1

ELLA:

Dicen que las cosas más bonitas de la vida surgen de repente y llegan sin avisar, sin darte cuenta de forma natural y espontánea... En lo único que concuerdo es que esta noticia, fue realmente espontánea y es por causa natural ¿Quién lo diría? ¡Venía de regreso a casa! No estaba haciendo nada malo, él siempre fue una muy buena persona, sabe cuanto amo comer y se detuvo a compra unas golosinas para mí, pero por la mañana no tomo sus medicamentos para su enfermedad, su corazón ya no resistió más ocasionando que este se empezara a acelerar y después de eso llegara un paro cardíaco que acabó con su vida.

Es estúpido.

Mi abuelo siempre fue una persona muy atenta conmigo, mi madre incluso se llegaba a molestar por eso. Éramos dos cómplices y muchas veces era para estar en su contra. Ellos nunca fueron tan unidos pues a pesar de ser su padre y de vivir juntos, nunca los vi teniendo un momento cariñoso, su relación era bastante extraña hasta que caí en la conclusión de que mamá siempre esta ocupada, trabaja todo el tiempo para sacarnos adelante y quizá esa sea la razón por la cual mi relación era mucho mejor con mi abuelo.

Cuando recibimos la llamada del hospital para decirnos del accidente, sentí como si el mundo se pusiera en mi contra. Otra vez. No esperaba de repente ser solamente mamá y yo. Entiendo que era un hombre de edad avanzada sin embargo quería que estuviera aquí conmigo por un largo tiempo. Su muerte nos cayó de la peor manera, no estábamos preparadas para esto y aún que en realidad nunca se esta preparada psicológicamente frente a la pérdida de un ser querido, tampoco lo estábamos económicamente.

Digamos que mamá gana lo suficiente para tener un techo en donde dormir y poder comprar la comida suficiente para no morir de hambre. Nunca a habido algo de lujos en nuestras vidas y estoy bastante bien con eso. Después de todo creo tener lo necesario para ser realmente feliz, que son pinturas, acuarelas, lápices, lienzos... Lo básico que necesito para pintar o dibujar. Amo el arte y es una historia divertida en como empecé a transmitir mis emociones de esta manera. Así que eso será lo que llegaré a hacer en casa. Me la había pasado llorando en todo momento desde hace unos días que nos dijeron de la muerte del abuelo. Hay momentos en los que ni siquiera estoy pensando en eso pero las lágrimas siguen saliendo de mis ojos... Es difícil aceptar que no lo volveré a ver.

— Adri... — dijo mamá después de haber estacionado el auto — Sólo no pongas la música tan fuerte...

— ¿Esas son tus palabras para hacerme sentir mejor?

—Eres suficientemente inteligente para entenderlo por ti misma — desabrochó su cinturón y se giro un poco más hacía mi para verme de frente — Él te ama, siempre lo hará y no digo que su ausencia será fácil de afrontar, lo que quiero decir es que hay que aceptarlo. No quiero que esto nos aparte más o que repercuta en tu autoestima. Tú eres una chica bastante linda que está perdiendo los mejores años de su vida...

— Es el peor momento para tener esta plática de nuevo, mamá — dije limpiando rápidamente una lágrima que rodó por mi mejilla.

— No te voy a decir que dejes de estar triste porque no funciona así. Llora, grita, maldice y vuelve a llorar si es necesario porque será complicado ser plenamente feliz si aún no te vacías de dolor.

— Mi vida es realmente...— me gire a verla — jodida — dejó salir un pequeño suspiro combinado con una sonrisa. Tenía que admitir que la poca belleza que había adquirido proviene de los buenos genes de mamá.

No puedo decir más porque no conozco a mi papá.

— No hay días buenos o días malos, si no días que enseñan más que otros.

— El tiempo pasa y cuando creo que estoy mejorando todo se vuelve a derrumbar. Vuelvo a sentir ese vacío dentro de mí, la angustia vuelve, esas ganas de llorar por todo y nada a la vez...