Otro tipo de amor.

Capítulo 24

ÉL:

Aún sigo sin entender lo que sucedió aquel día.

Veía la expresión de Briana y creía estar seguro de que se conocían por la manera tan extraña en la que la miraba, pero la actitud que tomó Adriana frente a ella, me daba entender que no la conocía. O eso quería darnos a entender.

Todo fue muy confuso y como muy pocas veces pasa, Adriana tomó el control de la situación sacando preguntas al aire para no dejar que cayéramos en un silencio incómodo. Por otro lado Briana apenas dijo un par de palabras, parecía bastante confundida y obviamente no sabía con exactitud lo que pasaba por su mente sin embargo creo saber una de las preguntas que se hacía pues no paraba de alternar su mirada entre nosotros:

No entendía cómo es que yo llegué con ella.

Días después Mauricio aseguro que Briana se comportaba de una manera extraña y todo indica a que tiene diferente comportamiento después de haber visto Adriana pero por otro lado, Adriana sigue siendo ella misma después de ese día. Alcancé a notar algo de molestia y apuro cuando Briana la reconoció y ella al instante la negó. Tal vez sólo estoy exagerando inventando cosas en mi mente referente a lo que vi, no puedo dar una conclusión puesto que no hemos hablado al respecto y la verdad no lo creo necesario, si ella está bien entonces no tengo porque preocuparme.

— Mamá, diré algo y espero que no te enojes — dijo con una sonrisa tensa pero a la vez, había un rastro de diversión en ella — resulta que tengo que ir a dejar unos papeles al escuela y hoy es el último día.

Emma solamente puso su pulgar y su índice en el punte de su nariz, creo que incluso la escuché susurrar por paciencia. Inconscientemente una sonrisa ladeada se formó en mi boca.

Jamás la había visto así.

— ¿Hasta que hora puedes entregarlo?

— Medio día.

— Adriana son las diez de la mañana.

— Ya tengo los papeles listos, tardaremos más en ir que en lo que los entrego.

— No puedo llevarte, tengo una junta a las once, en realidad ya debería de estar en camino...

Papá entró a la cocina ganadose toda nuestra atención. Nos detallo rápidamente y su ceño se frunció cuando sus ojos llegaron a Emma.

— ¿Estás molesta?

— ¿Cómo lo sabés? — preguntó Adriana mirando sorprendida a papá.

— Bueno, — señaló a Emma — está sonrojada y ella extiende los brazos así recargandose en algo para evitar lanzarse hacía la persona que tiene en frente... Y la persona que está enfrente eres tú — escuché un wow salir de la boca de Adriana — ¿Es cierto?

— Adriana tiene que entregar los papeles en la escuela, hoy, antes de mediodía.

— ¿Cuál es el problema? — Adriana levantó sus brazos en forma de victoria y convenientemente se quitó del frente de Emma pasando a estar a un lado mío.

Esta vez no pude retener la risa.

— Todo lo dice de último momento y no puedo llevarla — papá llevo una de sus manos a su cuello removiendose un poco.

— Yo puedo llevarte pero necesito hacer unas llamadas antes y debo dejar unas cosas en la oficina y...

— Yo puedo llevarte — dije interrumpiendo — ustedes pueden seguir con sus trabajos, yo también tengo que salir pero lo mío no es tan importante y es algo tardado. Sabes manejar ¿Cierto?