Capítulo 34

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ELLA:

Mi mente no aceptaba lo que había escuchado y me hacía ignorar todo lo que pasaba a mi alrededor. Aún no puedo creer como es que ella hizo semejante cosa. Es más, ni siquiera puedo terminar de entender a Alan pero de algo si estoy segura y es que si no fuera por el amor que él le tenía y le sigue teniendo a Daila, vería las cosas de una manera totalmente diferente.

No me gusta juzgar, no me gusta señalar y no me gusta suponer pero Alan definitivamente no está pensando con claridad y me aterra que jamás lo haga. Es una situación realmente difícil porque además de la muerte, está lidiando con las palabras que ella dijo, marcó a Alan de por vida y lo sé porque lo vi en sus ojos, parece que jamás soltara esas palabras y me aterra que truque su vida por eso...

— Hola pequeña — su voz me sorprendió y levante la mirada al instante de escucharlo — ¿Te puedo decir así? Es que, eres realmente pequeña a un lado mío.

Dijo entre risas mientras con toda confianza, se sentó a un lado mío.

— No es mi culpa que tú estés demasiado alto — hablé burlona intentando demostrar que mi mente no me atormentaba.

— Lo tomaré como un sí, — reí levemente — ¿Qué haces?

— Tengo tareas pendientes, no puedo concentrarme...

— ¿Qué piensas acerca de eso? — lo mire dudando si sería una buena idea desahogarme con él, al final, aunque diga que somos amigos, Alan y él tienen una relación mucho más fuerte — puedes confiar en mí. Alan me lo dijo apenas crucé la puerta y no nos engañemos, por esa razón es que no te puedes concentrar ¿cierto?

Asentí y suspiré antes de hablar.

— Creo que la odio — ahora Mauricio fue quien suspiró.

— Te entiendo.

— Creo que ella ni siquiera se dio cuenta de todo el daño que le hizo a Alan — dije recargando mi espalda en el mueble — Y lo de no poder ser un buen padre porque no tiene una familia — reí sarcásticamente y negué al mismo tiempo — quiero darle un golpe en la cara por eso, en lo demás, no la conocí y me obligo a pensar qué tuvo sus razones para hacerlo pero esas palabras hasta a mí me dolieron...

— También lo creo pero no he encontrado una manera sutil de hacérselo saber. Espero que el tiempo le ayude a aceptar todo esto.

— Sé que no ha pasado mucho tiempo desde que... Tu sabes — lo mire y asintió levemente — no lo conozco muy bien pero como quiera me dolió verlo tan mal... Ni siquiera sabía que fumaba.

— No lo hace, al menos no tan seguido. Es una acción ligada con el estrés.

— Pues parecía haberse acabado mil cajetillas de cigarro esa noche.

— No es muy bueno con sus sentimientos, no es que yo sea un experto controlandome cuando por dentro me siento una mierda pero Alan se jode a él mismo sin darse cuenta y... Tal vez venga algo peor.

— Por Dios ¿Aún falta más? — dije reincorporando me para mirarlo de frente.

— De acuerdo esto no es lo que tenía en mente pero debo decirlo. Hoy ira al cementerio, nunca ha ido acompañado pero creó en su palabra y él dice que está ahí, solamente que a veces tarda mucho en llegar. El año pasado Jorge me habló a las 5 de la mañana diciéndome que aún no llegaba y obviamente todos nos preocupamos...

Otro tipo de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora