Otro tipo de amor.

Capítulo 18

ÉL:

— Estoy que muero de los nervios.

— Como si no te conociera Alan Basurto.

— Hablo en serio, esto es algo completamente diferente a otros nervios que haya sentido en mi vida.

— Pues esto es algo completamente diferente a algo que hayas vivido, cariño — la escuché decir con una sonrisa sincera plantada en su rostro — es normal tener nervios, hasta yo estoy nerviosa y no tendría porqué.

— Por supuesto que sí, tu eres parte de la familia. Ellas te van a encantar, son demasiado agradables y... — me encogí de hombros — espero que papá y Emma recuperen todo es tiempo perdido — me miró y sonrió. A mí no me engaña, ella también está realmente emocionada por esto, es un gran paso en nuestra vida y como lo dije, ella es parte de la familia, Chelsea sabe por todo lo que pasamos y me escuchó muchísimas veces cuando lo necesitaba que alguien lo hiciera.

— ¡Alan!

— ¡En la cocina! — Grité de vuelta.

— Tendrán que dejar de hacer eso — Dijo entre risas, ella por supuesto que está acostumbrada a nuestros gritos pero para Emma y Adriana probablemente sea algo extraño.

— Es hora — dijo entrando a la cocina con las llaves en su mano — Chelsea no sabes cuánto te agradezco que estés aquí...

— No tienes nada que agradecer, sabes que lo hago con gusto, además es mi trabajo.

— Lo sé pero para nosotros eres como nuestra familia.

— Te dije — hablé poniéndome de pie a lo que ella sonrió agradeciendo.

— Espero haber hecho al menos dos viajes antes de la comida.

— Los esperaré para entonces.

Salimos de la casa, cada quien a nuestros respectivos autos con la idea de que así podríamos trasladar más cosas y terminar pronto.

Chelsea estuvo gran parte del día de ayer ayudándonos y hoy se a ofrecido también. Llevamos años conociéndola, es una mujer adulta bastante agradable, desde un principio encajamos demasiado bien y ahora no la dejaremos ir por ningún motivo. No suele venir diario pero siempre está cuando la necesitamos.

Estos días creí estar emocionado pero ahora es algo incómodo. Emma obviamente se quedará con papá y Adriana tendrá su propia habitación, lo que significa que estará justo a un lado de mi. Intenté ignorar el pasado y llegué a pensar que podríamos lograr tener una buena convivencia entre nosotros dos, una natural y típica entre hermanos, sin embargo después de lo del centro y de saber la verdad de nuestros padres, dudo que podamos iniciar desde cero, otra vez.

Ya hay muchas cosas en juego como para simplemente ignorarlas y retomar una actitud natural.

Se lo dije y estoy seguro de que ella piensa de la misma manera que yo: hacemos esto por la felicidad de nuestros padres... O eso creí. Después de encontrarlas pensé que lo correcto sería alejarme de esa idea a la que me aferré por mucho tiempo de una familia unida y feliz, pero para este punto de mi vida no puedo evitar sentir preocupación respecto a todo lo que Adriana ha vivido en los últimos meses.