Your Name【 Todoroki Shouto 】

1.╏❝ Midoriya ❞╏

La brisa matutina golpeo con suavidad el cuerpo de aquella adolescente parada frente a una casa antigua y espaciosa, quizá más de lo que necesitaba. Su brillante y ahora, larga cabellera rubia danzaba libremente al compás del viento.

Llevaba su siempre confiable par de guantes color blancos, era lo único que podía ocultar su verdadero ser del resto del mundo, así que jamás dejaba que alguien viera lo que había bajo estos.

— ¿Te gusta? —un hombre delgado, poco energético y cabellos rubios despeinados se colocó a su lado, mirando los alrededores de la casa.

— Me gusta, es muy hermosa —sonrió la adolescente complacida.

— Eso ha sido todo, señor Yagi —el cargador de la mudanza hizo una reverencia antes de volver al camión e irse finalizando su trabajo.

— Shina, ¿No quieres ver tu habitación? —ofreció el hombre pero tosió un poco suspirando con cansancio.

— Mejor vamos a ver la cocina, te prepararé un té, vamos papá —la chica abrazo al hombre para entrar juntos a su nueva casa.

❝ Lo daría todo para que estuvieras bien.❞

Después de preparar un poco de te y ofrecerle una comida rápida al mayor, Shina se dirigió a la que sería su habitación mirando los muebles en sus lugares y algunas cajas que aún debía vaciar para tener todo en orden. Mudarse no había sido necesariamente difícil, quizá un poco pues se había acostumbrado a estar cerca de algunos héroes gracias a su padre, pero en cuestión de amigos, bueno, ella no tenía.

Comenzó a acomodar cajas dentro de su cuarto, comenzando a colocar todo en su respectivo lugar. La casa era notoriamente más grande que el departamento en el que antes vivían, pues era una casa estilo tradicional familiar, había habitaciones que sobraban, pero seguramente les encontrarían algún uso.

Tras unos pocos minutos, Shina ya tenía su ropa acomodada dentro del armario y la mayoría de cajas estaban fuera en el corredor. Solo le faltaba algunos pequeños detalles como sus peluches y videojuegos, fotos con su padre y algunos héroes de los que se había hecho amiga durante sus seis años de estadía en Tokio.

— Shina —su tutor, al que veía como un verdadero padre, estaba parado en el lumbral de la puerta.

— ¿Sí? —levanto la mirada con una pequeña sonrisa.

— Debido a que todo esto fue muy rápido e improvisado, no he podido encontrar una buena escuela —dio una mirada rápida a la habitación mientras se acercaba a la que consideraba como su propia hija—. Espero que no te moleste ir a una escuela pública.

— Por supuesto que no, papá —la adolescente negó sonriéndole para darle tranquilidad—. Estaré feliz de ir a una escuela pública, quizá pueda hacer algún amigo.

El hombre sonrió y se acercó a ella para envolverla en un cálido abrazo.

— Eres mi mayor tesoro —murmuro el hombre lleno de cariño.