Nuestro Secreto

Capítulo 57: (capítulos finales)

CHRISTOPHER POV'S
Estoy demasiado preocupado por Joel, hace ya dos días que no aparece y no da señales a nadie, los policías ya lo han estado buscando pero nada yoandri está hospitalizado por qué intentó suicidarse al sentirse culpable de no llevar a Joel a casa y que ahora esté preocupado.

Erick se fue de casa y no sabe nada, por ahora sabemos que está de vacaciones con su familia y no le queremos dañar su paseo ya que hace mucho no se ven todos reunidos.

Zabdiel cayó en depresión al no tener su amigo y no poder hablar, le hace falta tener con quién hablar de sus problemas ya que conmigo nada es igual, nada tiene sentido.

Richard ha sido el encargado de todo el material de búsqueda, día y noche se la pasa investigando, mirando sospechosos hasta ha viajado a donde fue la última vez que lo vieron.

Yo. Soy una persona completamente diferente. No he vuelto a sonreír, ni a comer, ya no salgo de mi habitación, no hablo con nadie, las marcas en mis muñecas son reflejo de mi sufrimiento me siento tan débil sin lo que más amo que tan solo ayudar a richard a encontrarlo me hace desmayarme de nuevo como me pasó la primera vez... Pero hoy sería diferente. El estaba dónde estaba si yo no hubiera hecho lo que hice y por eso hoy me iba a levantar de mi oscuro vacío y no me importaba lo que me dijeran o no.

Miré el teléfono de Joel por última vez antes de entrar al oscuro recinto frente a mí. Eran las 9:15 de la noche y del pequeño rancho había solamente una luz encendida.
Conmigo traía un arma que tomé de una habitación del personal de seguridad, si iba a salvar a mi Joel lo haría bien.

Cuidadosamente entré en la pequeña casita de madera y estaba desolada, busqué en cada habitación hasta llegar a una en particular que estaba cerrada. Conmigo también traía una llave maestra que había conseguido hace unos años atrás. El cerrojo se abrió al introducir la llave y era donde se veía una iluminación opaca en toda la casa, una cama desordenada, con algunas manchas de sangre, ropas tiradas y desgarradas y... ¡No!

Era una pulsera que le había regalado hace un mes, una pulsera de cuerina que tenía yo y era muy importante para mí y se la di a él por qué como era alguien muy importante para mí y sabía que la iba a cuidar.

Rápidamente salí de ese lugar y me monté en mi auto y manejé mucho más adelante para saber si había algo sospechoso... Pero no encontré absolutamente nada no había más nadie ni más nada y siento que estoy cerca pero a la vez muy lejos.

Regresé a la casa y como siempre no pude dormir.
Espere a que fueran las nueve de nuevo y aún no veía rastro de alguien sospechoso, y quizás no esté buscando a Joel de la manera correcta, quizás tener que dejar de buscar al más sospechoso me ayudara a encontrarlo pero si tan solo pudiera tener duda de alguien sería más fácil.

—Hola— habló un hombre de contextura gruesa y un poco alto .

—Hola— habló otro del otro lado del auto. Tenía la misma contextura.

—¿Se puede saber que quieren?— no estaba de muy buen humor como para tener que lidiar con éstos idiotas.

—Ya lo sabrás.

Lo último que supe de mí fue su mano cerrada en mi cara. El plan iba muy bien. Antes de venir le había dicho a richard mi plan era demasiado riesgoso pero no me importaba nada si se trataba de Joel el amor de mi vida.

Desperté amarrado a una cama en una habitación con olor a sangre era demasiado repugnante.
—hasta que al fin despierta el príncipe.— habló una voz femenina —¿Cómo estás mi amor?

Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo. —¿Valencia?— pregunté confundido.

—¿Quién más puede ser, amor?— sonrió —sabia que si secuestraba a Joel, tú, vendrías tras de él y sí que funcionó mi plan— se sentó a mi lado. Miró al otro lado de la habitación y había otra cama. Joel.

—Déjalo ir— supliqué —has lo que quieras conmigo pero no le hagas daño— mi voz se quebró.

—Todo es tan lindo— sonrió —pero me gustaría que dijeras lo mismo conmigo— me miró —estas confundido amor, tú no lo amas por qué eres heterosexual... ¡No eres un maldito maricon!— me abofeteó —¡tu tienes que estar conmigo!— me gritó.

Ésta sesión será algo muy extensa.