Nuestro Secreto

Capítulo 2:

Me levanté temprano y me metí a bañar urgentemente. Había tenido una pesadilla prácticamente y saben que es lo más triste, que el "sueño" fue con christopher y se trataba de... Que Vergüenza tener que decirlo pero christopher me estaba besando muy apasionadamente y yo le pedía más, era extraño soñar con esto por qué a christopher no lo quería más que un amigo, un hermano.

Terminé y salí para buscar mi maleta y sacar algunas prendas para vestirme. —buenos días— me exsalté y casi se me cae la toalla.

—Chris! Me asustaste— dije posando mi mano en el pecho —mi Corazón se quiere salir! Toca mi pecho.

Christopher se levantó de la cama y se acercó a mí para poner su mano en mi pecho, analicé su rostro, y sus ojos estaban por cerrarse pero se levantaron y miraron a los mios, parpadeaba lentamente así como se iba acercando y su mano iba bajando por mi pecho, bíceps y posar sus dos manos en mi cintura, se acercó más a mi hasta sentir el calor de su cuerpo con el mío que era a diferencia, estaba frío pero por tono de piel... Por qué alguien se quería sacar fama y querer Despertar.

Estaba solo a dos centímetros de sus labios y no sé por qué me provocaba tener sus labios con los míos que cosquilleaban del deseo. Sus labios estaban entre abiertos y los míos estaban por abrirse pero la puerta sonó y rápidamente Chris se alejó. ¡Shit!. Reaccioné y caminé hasta la puerta.

—Vine p-para el aseo d-de la ha-bitación— dijo la señorita muy nerviosa.

—Un momento por favor, mi compañero de cuarto se está bañando y yo... Pues no me visto— sonreí nervioso.

—Disculpa la interrupción de tu trabajo preciosa— su mano se posó en mi cintura, lo miré con leve susto y el solo me guiñó un ojo, volví la mirada a la chica y ella solo asintió.

—No se preocupen, regreso después— tomó su carrito y siguió por el pasillo.

—Ya es tarde cuando vinieron por el aseo— dije cerrando la puerta y quedando de nuevo frente a él y muy sercas.

—Deberias vestirte estás muy... Frío— su dedo pulgar caliente acarició mi pecho y traté de no cerrar los ojos pero fue imposible, era muy deliciosa esa sensación que estaba sintiendo.

Sus dos manos se posaron en mi cintura y yo abrí los ojos de golpe mirándolo confundido, el me regaló una sonrisa y se fué acercando sus manos acariciaban la parte trasera de mi cintura mis mano las coloqué en su nuca y solo sentí el impacto de dos cosas, mi cuerpo con la puerta y sus labios sobre los míos los cuales devoraba así como aparecía en mis sueños.

Me inpulsé más a él para sentir más sus labios. Era mi segunda vez que besaba a alguien pero no sabía que esto se sentía tan bien tan... Excitante que deseaba bajar mi toalla y... ¿Que estoy diciendo? Sé que convivir con los chicos hace que mi inocencia se haya perdido hace mucho tiempo pero practicarlo no iba conmigo.

—Chris— me alejé no tanto pero lo suficiente para poder respirar

—Shh no digas nada... Se que es extraño pero no le digas nada a nadie, por mi joe— sus manos sostenían mis mejillas y yo asentí.

Dio un corto beso en los labios y me dejó allí con un millón de preguntas que no no creo que valla a contestar. Rápidamente me vestí y esperé a que christopher saliera para bajar a desayunar.

Así mismo paso y bajamos en un completo silencio que por instantes eran incómodos pero otros salían de mis labios una que otra sonrisa.

—Si las personas no entrarán a este ascensor y no hubieran cámaras hace tiempo hubiera atacado esos hermosos labios bien formados— susurró ya que la cámara tenía audio.

—¿Por qué?— lo miré —¿Por qué me besastes?

—Por que hace mucho lo quería hacer— las puertas se abrieron —y no preguntes ahora por que ya que no volveré a responder ninguna pregunta que tenga que ver con ésto— pasó su brazo por mi hombro —que ésto sea Nuestro Secreto

Entramos al restaurante y allí estaban todos listos para la promo de hoy. Christopher se sentó al final de la mesa frente a mi, esto es incómodo. Su mirada estaba fija en mi a cada momento y eso era extremadamente incómodo quería salir corriendo de este lugar pero lejos de christopher.

—Joel— llamó zabdiel.

—Dimelo zab— lo miré.

—¿Te gustaría ver películas esta noche?

—Claro, quiero despejar mi mente— solté sin querer.

—¿Qué pasa?— preguntó intrigado.

—No sólo extraño a mi mother y Ya solo eso.

—Bueno, pero llega a las siete vale?

—Vale— sonreí y volví mi mirada a Chris que me miraba con los ojos asesinos