Capítulo 41

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Habían pasado muchas cosas desde que Kuon Hizuri volvió a casa, tanto en su corazón como en su entorno.

Primero que nada, se contactó con algunos parientes, los cuales se sorprendieron y a la vez se alegraron de que al fin la familia Hizuri esté unida. Algunos parientes amenazaron con visitarlos; sin embargo, era algo improbable por las largas distancias que separaban a toda la familia Hizuri.

Juliena prácticamente mandó a volar a su representante y no se despegó de su hijo en casi ningún momento. Comerciales, entrevistas, pasarelas y propuestas para aparecer en películas o series eran rechazadas sin piedad alguna; así como muchos planes eran postergados hasta nuevo aviso. El representante no pudo evitar mirar a Kuon con desdén, como si su sola existencia fuese un error. Él solo sonrió amargamente, desde que tenía uso de razón el representante de su madre siempre se encargaba de mirarle de esa manera, haciéndole sentir culpable de haber nacido. Haciendo que Kuon sienta que no debería existir, pues al parecer era un estorbo para la carrera de su mamá a la percepción de ese hombre. Ello contribuyó a que Kuon desde que era niño intente ser todo lo contrario aun niño de verdad, a tratar de ser maduro para no dar problemas. Por su puesto, Eric Ackerman no demostraba ni un solo indicio de eso cuando Juliana estaba presente. Por supuesto que no, cuando ella estaba ahí él poco más y besaba los pies a Kuon.

Por su parte, Ana Lucía Hernández, la representante de su padre, no se veía menos disgustada por el regreso de Kuon. No obstante, al menos era más comprensiva y se notaba que no le echaba la culpa entera a Kuon. Cuando era niño, más bien, en las contadas ocasiones en las que Kuu se permitía rechazar un proyecto fructífero por Kuon, Ana Lucía, aunque con mucho pesar, le decía que estaba bien porque los hijos siempre son primero.

Ahora al verla de nuevo notaba que estaba bastante disgustada pero que a su vez entendía la situación perfectamente. Y lo que sucedía era que Kuu, a pesar de que en un principio regañó a su esposa por dejar su trabajo de forma tan irresponsable, terminó por hacer exactamente lo mismo que Juliena. Todo eso sin importar las protestas de Kuon para que ellos no hicieran eso de lanzar la casa por la ventana solo por su breve... Uhm... ¿Retirada del campo de batalla?

Hubieron muchas preguntas durante aquellos primeros días, por supuesto. Y lamentablemente para ellos menos respuestas de las que su hijo le hubiese gustado ofrecer. Kuon se limitó a hablar sobre que ciertas personas ya tenían conocimiento de su verdadera identidad, una de ellas era lamentablemente Fuwa Sho, y que necesitaba ver el medio por el cual quitarles el poder de extorsionarlo, ya que tampoco quería preocupar aún más a sus padres o que terminaran haciendo una locura. Su padre hizo algunas llamadas para que algunos de los mejores abogados puedan dar el apoyo legal a su hijo, de ser necesario. No obstante, el asunto era complicado de una forma en la que ni el mejor abogado del mundo podría ayudar realmente.

Lo más importante para Kuon eran dos cosas, ambas igual en medida: todo lo que había conseguido como Tsuruga Ren y la confianza de Kyoko. Solo hacían falta algunas palabras y pruebas que ese maldito de Fuwa Sho pudiese utilizar para poner a Kyoko en su contra; así de simple le sería destruir todo lo que con mucho esfuerzo creo con ella, su amada, su ángel, su diosa.

- Padre, yo -suspira-... todavía no se lo he dicho -lo mira- el verdadero problema es que aún no tuve oportunidad de decirle toda la verdad... y él, ese... Fuwa Sho, me tiene totalmente atrapado, con sus pruebas irá a la prensa y yo no me siento listo aún para decirle al mundo entero...

- ¡Tiene que haber alguna manera!

- Cariño, entonces... ¿cómo es que dejaste la situación allá?

- Como verán, por ahora sigo con sus condiciones... Sin embargo no tengo la intención de dejar las cosas así, esperaba que esta sea solo una retirada estratégica hasta encontrar la forma de quitármelo de encima.

Skip Beat: Luces, cámara y... ¡Amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora