Red String [Min YoonGi]

Capítulo 3: Shy

Después de las largas horas de estudio finalmente era momento de recostarme en mi cama y descansar, mañana era sábado y mis padres junto con los padres de HaNeul habían organizado una pequeña comida en un parque cercano a casa. Mantenía mis ojos cerrados intentando dormir hasta que escuche el sonido de mi teléfono anunciando la llegada de un nuevo mensaje.

"Knock knock"
Niña boba🐭

"¿Qué? Intento dormir"
Min 🐌

"Knock Knock"
Niña boba🐭

"¿Quién anda ahí?"
Min 🐌

"Yo soy"
Niña boba🐭

"¿Yo soy quién?"
Min 🐌

"¿Acaso no sabes quién eres?"
Niña boba🐭

"Chiste malo, me voy"
Min 🐌

"Tsss...y decía que eras adorable"
Niña boba🐭

Dejé de nuevo mi teléfono de lado para volver a concentrarme en mi tarea más importante. Dormir.

A la mañana siguiente no hice nada especial más que dedicarme a escribir en aquel cuaderno viejo algunas ideas y cosas que venían en mi cabeza, seguramente algún día servirán de algo. Me cambié de ropa y salí a la sala donde ya estaban mis padres y hermano terminando de acomodar las cosas que llevarían al parque.

— Ve a buscar la sombrilla al patio trasero - dijo mi papá a lo cual hice caso refunfuñando.

— ¿Por qué no lo hace el? - me queje señalando a mi hermano.

— Porque tu eres el menor aquí - se burló. Después de dar un suspiro pesado salí al patio en búsqueda de la sombrilla.

Al encontrar la sombrilla la dejé en el patio de enfrente donde ahora esperaba a que mis padres cerraran la casa, vi como los padres de HaNeul salieron por lo cual los salude con una reverencia.

— Deja Yo llevo eso, tu ayuda a tu mamá con la canasta - dijo mi papá mientras tomaba la sombrilla.

Seguimos caminando, el parque estaba cerca así que no tenía caso ir en carro, cuando pasábamos frente a la casa de HaNeul ellos se unieron a nuestro caminar.

— Yo puedo ayudar a YoonGi - HaNeul se acercó con una sonrisa.

— Está bien hija - mi mamá sonrió y dejo que HaNeul me ayudara.

— Buenos días joven Min - Volteé a ver a HaNeul sin ninguna expresión, a lo cual ella hizo una mueca.— Olvido que no eres alguien matutino, deberías de disfrutar más las mañanas el aire fresco...

— Contaminado- le interrumpí.

— No importa, tienes que disfrutar de esto, sonreír te haría mejor, te ves lindo cuando sonríes - dio un sonrisa para después volver a mirar hacia el frente.

Cuando pronunció esas últimas palabras sentí como mi corazón se aceleraba incluso había sentido como un leve mareo, o eso creo yo, ya que comencé a sentirme extraño. HaNeul siempre ha sido mi amiga,  desde el primer día que la conocí y me invitó a jugar con ella, se que es algo tonto, pero así son los niños, con esa simple acción y su amabilidad había ganado una amistad, todos los días jugábamos, ya fuera en la calle o en casa del otro, yo la había llevado a jugar juegos de maquina por primera vez y aunque ella siempre perdía su actitud fue siempre muy alegre, lo cual no ha cambiado.

Yo no soy muy alto, pero ella es más baja que yo, su cabello no es muy largo pero se ve bien en ella. Yo la acompañe la primera vez que se hizo las perforaciones en los orejas y ahora no para de decir que quiere más, lo cual será imposible hasta que terminemos con la escuela primaria.