Marzo 2009
El periodo escolar había terminado y ahora teníamos un par de semana de descanso antes de regresar a clases, HaNeul y yo habíamos conseguido trabajo en una misma cafetería, mi madre finalmente me había dejado trabajar en otro lugar que no fuera su restaurante. Trabajar me ayudaría a conseguir más dinero para cuando me fuera a seguir con mis estudios. Yo estaba encargado de la caja registradora mientras que HaNeul era mesera. Mientras yo terminaba de contar el dinero, observaba como ella iba de mesa en mesa limpiándolas, su cabello que al inicio de la jornada estaba perfectamente peinado ahora al final de esta algunos mechones se escapaban dándole ese look que la hacía parecer tan despreocupada.
— Me duele la espalda - se quejo mientras se estiraba. No le conteste pues no quería perder la cuenta.
En cuanto termine me dirigí a donde estaban nuestras cosas para ponerme mi suéter y agarrar mi mochila, ambos nos despedimos de los otros trabajadores para así salir y comenzar a caminar hasta llegar a esperar nuestro transporte. Mientras esperábamos nos manteníamos en un silencio, no era incómodo puesto que ambos sabíamos que estábamos demasiado cansados como para sostener una conversación en estos momentos. En cuanto llegó el transporte nos subimos yendo hasta la parte de atrás para sentarnos, no habían tantas personas puesto que ya era muy noche y la mayoría de personas ya estarían en sus casas disfrutando de sus días.
Unas vacaciones que no se sentían como vacaciones para nosotros...
Dejé mi cabeza hacia atrás, intentaba cerrar mis ojos pero noté como HaNeul comenzaba a cabecear, debía estar realmente cansada, hoy fue un día lleno de trabajo, me quede observándola por un par de segundos hasta que dejé que su cabeza se recostara sobre mi hombro, si seguía cabeceando de tal manera se terminaría golpeando, di un suspiro y me recosté esperando que el tiempo pasara lento para disfrutar de este momento. Estando de esta manera me traía tranquilidad y me hacía imaginar escenarios donde podía abrazarla con naturalidad y sin temor a nada, es extraño.
En cuanto llegamos la desperté con cuidado. Para así comenzara a caminar hasta llegar a nuestras casas, de nuevo el camino fue silencioso, lo único que pasaba por nuestras cabezas era llegar a nuestras casas y dormir para al día siguiente regresar al trabajo. Volteé a verla para observarla con un poco más de detenimiento, quería decirle algo pero simplemente no pude hacerlo, era como si me hubieran robado la voz y no pudiera pronunciar ningún tipo de sonido.
— Buenas noches YoonGi - dijo para así abrir la puerta de su casa y entrar.
— Buenas noches...-le conteste pero ella ya había entrado a su casa por lo que no había escuchado mi respuesta.
¿Qué pasa? Habíamos quedado en que ignoraría mis sentimientos por ella...
— Su orden estará lista en 5 minutos, pueden esperar sentados - les sonreí y ellos fueron a sentarse esperando su orden. Volteé a ver a HaNeul que estaba entregando unos cafés, con su sonrisa de siempre. Me di la vuelta para así preparar las bebidas que habían pedido. Cuando me gire HaNeul ya estaba frente a mi esperando para entregar las bebidas.— Espera - la detuve.
— ¿Qué pasa? - se puso completamente derecha, sin moverse en lo absoluto.— ¿Tengo un bicho?
— ¿Cómo es quede te haz manchado? - dije mientras que pasaba con cuidado una servilleta por su mejilla.— Vete ya.
Ella dio una rápida sonrisa para después seguir con su trabajo. El trabajo siguió como siempre, aproveché que tenía unos minutos libre para limpiar y organizar las cosas ya solo nos quedaba una hora de trabajo por lo que ya no esperaríamos tantos clientes, me comí mis palabras cuando escuché cuando alguien llamó por mi.
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Red String [Min YoonGi]
Teen FictionNo creo en el destino, pero creo qué hay algo que nos mantiene unidos. 🌟🌟🌟 La leyenda del hilo rojo es una creencia procedente de oriente en la que se afirma que cada persona está destinada a encontrarse con su alma gemela. Puede ser que el hilo...