Salí del edificio de Zu y llamé a Amy con manos temblorosas.
-Ven a buscarme al departamento de Zu. -Ordené apenas descolgó. No hizo preguntas y colgó.
Quiero decir que me tomé la situación con calma y fui madura, pero la verdad es que me quedé sentada esperando en la acera, intentando organizar mis pensamientos, pero simplemente no podía.
¡¿Cómo?! ¡¿Cómo era posible que el chico con el que me había acostado fuera William O'Connor, mi pesadilla personal?! ¡¿Es que acaso el universo me odia?!
No, no el universo. Esto es obra de mi madre. Estoy segura. Mi madre quería que esto sucediese.
Empecé a hiperventilarme. No sabía cómo sentirme, pero definitivamente no debía sentirme bien.
Me había acostado con mi pesadilla personal, había perdido mi virginidad con él, y lo peor de todo, luego de varios días en los que algunos flashes volvían a mí, descubrí... Descubrí que... Lo había disfrutado.
Hice una mueca de asco.
Si, a pesar de los chupones y el dolor de caderas, y el tatuaje, lo había pasado bien esa noche de borrachera con William, y había disfrutado mucho, pero mucho, o eso me habían dado a entender esos pequeños flases que tenía de esa noche... Me había gustado hasta el punto de replantearme si debía o no encontrarlo.
Se me había pasado por la cabeza una o dos veces antes de comenzar a salir con Kyle, solo para experimentar la situación sobria, pero me retractaba al momento y recordaba mi revirginización.
Ahora sabia la respuesta definitiva. No debía, debía evitarlo y callar, y mandarlo al carajo con más fuerza.
No solo había mancillado mi orgullo, sino también mis cositas.
Un escalofrío me recorrió por todas partes. Él me había visto desnuda.
Y yo a él.
Pero si no recordaba más que algunos flashes, si no sabía nada al respecto, significaba que él no se acordaba de mí, o lo hacía muy poco. Quizás de su mente me había borrado y no sabía con quién había pasado todo lo que pasó.
Eso me hizo sentir mejor, pero seguía sintiéndome como una pecadora y como si tuviese que bañarme en agua bendita. Debía bañarme en agua bendita.
Cuando vi el auto de Amy, me subí y le di una dirección sin dar más explicaciones. Ella me miró con curiosidad, pero no preguntó nada y solo manejó.
Oh, Dios, si me escuchas ahora debes saber que me limpiaré y me volveré devota, he pecado, pero no volveré a hacerlo. Ahora eres tú el único hombre de mi vida, no volveré a pensar en otros hombres.
Saqué de mi cartera el rosario que mi abuela me obligaba a traer y empecé a rezar en voz alta, para sorpresa de Amy.
-Creí que eras agnóstica. -Masculló doblando en una esquina que conocía bastante bien.
-Lo soy, pero la situación amerita que vuelva mis pasos al cristianismo.
Tras algunos minutos, Amy se detuvo frente al portón del convento de las Hermanas de la Pureza de la Santa Trinidad, y yo me bajé del auto sin dejar de rezar.
-Que Dios te bendiga, hermana Amathist, fuiste una buena amiga. -Le bendecí con un intento de cruz. -Debo retornar al camino del bien.
Mi amiga me miró con los ojos desorbitados al ver que me dirigía al convento con total seguridad.
Estaba decidido, iba a unirme al convento y dejaría atrás mis pecados, olvidaría mi noche de borrachera y a William, y el dolor de caderas que me atormentó y encantó por varios días. Lo olvidaría todo definitivamente.
![](https://img.wattpad.com/cover/188313850-288-k123099.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Deseo
RomanceLo único que deseaba era conseguir mi trabajo soñado y poder vivir mi vida tranquilamente, no necesitaba emoción, y tampoco a un chico que tarde o temprano me habría abandonado. Por eso no termino de entender cómo acabe en esta situación. Ahora deb...