Capítulo 28. ¿Error?

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Estaba sentada de piernas cruzadas sobre mi cama, escribiendo tranquilamente, cuando Will entró sin anunciarse y comenzó a sacar la ropa de mi armario.

Era domingo por la noche, no tenía sentido que desmantelara mi armario, pero ahí estaba. Sacando todo sin premeditación, y sin permiso.

- ¿Buscas un vestido? Porque no creo tener de tu talla. -Anuncié, burlesca.

El inglés me miró con cara de pocos amigos y me lanzó un vestido que dejaba mi cuello y hombros descubiertos, al igual que mis piernas y parte de mi espalda.

Era un vestido que jamás había usado porque, a mi parecer, era un pedazo de tela que cubría poco, o nada, mi pequeña anatomía. Me gustaba estar un poco más tapada, y ese vestido me lo había dado Zu, quien creía que con un cuerpo como el mío podía andar mostrando cuánto quisiera.

Pero no me sentía cómoda, así que lo evitaba.

-Vístete, vamos a salir. -Anunció, para sorpresa mía. Botó una bocanada de aire cuando vio que no planeaba moverme sin que me diese explicaciones. -Tengo una reunión de último momento con el director y productores de Pegasso, es sobre la película, y necesito una acompañante atractiva que llame la atención.

- ¿Acabas de llamarme atractiva? -Inquirí con una sonrisa burlesca.

-No lo repetiré. -Señaló con un tono amargado. -Es una cena formal, por favor.

Suspiré y cerré el computador, a la vez que levantaba el vestido que me había lanzado como si fuese radioactivo.

-Este vestido es de fiesta, no cubre bien mis piernas ni mi cuerpo. No es apto para una cena formal.

Me metí a mi armario y saqué un vestido verde, largo, que no mostraba mis piernas ni mi espalda, pero mostraba un escote bastante pronunciado y mis hombros. Me lo había puesto una vez para una fiesta de Chill'in, era perfecto para eventos formales.

Pero esa vez lo había usado con un chal porque era invierno.

-No sé si mostrar los hombros. -Admití con inseguridad. El clima afuera era tibio para usar un chal. -Tengo muchas pecas en mis hombros, y no creo que sean...

-Son perfectas. -Interrumpió, para sorpresa mía. -Te espero en la sala.

Asentí tomando una bocanada de aire y observé el vestido.

Las cosas que hacemos por los amigos.

Me coloqué el vestido y cepillé mi cabello en un bonito rodete. Ocupé un poco de maquillaje para resaltar mis ojos grises y un collar que combinara con el vestido. Por último, unos zapatos de aguja color plateados que apenas se veían con lo largo del vestido. Me eché perfume y me aseguré de verme decente.

Estaba bien.

-Me enfundé en un vestido por ti. -Señalé a Will saliendo de la habitación. -Espero al menos disfrutar la velada.

Se me quedó mirando con sorpresa y yo a él.

Wow...

Sabía que Will era atractivo, tengo dos ojos en la cara y sentido común para darme cuenta de eso, la primera vez que lo vi supe que lo era y quedé casi pasmada. Rostro cuadrado y varonil, ojos verdes oscuros hermosos, nariz firme, labios rojos, piel bronceada, cabello dorado, físico de envidia y atractivo de dios griego. Lo sabía, sabía que era atractivo, pero había pasado todo eso por alto cuando era un idiota, y cuando nos hicimos amigos ya casi no me importaba cómo luciese.

Pero verlo en un esmoquin era otro nivel de atractivo.

El efecto esmoquin estaba expeliendo su magia y yo la recibía, y era imposible no quedar deslumbrada.

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