Deseo

Capítulo 38. Halloween de locos

Mi Halloween tuvo un giro espeluznante...

Está bien, ese fue un mal chiste, pero fue la verdad. Tuvo un giro un poco tétrico luego del accidente en Revolution. Bueno, quizás no tétrico, pero definitivamente me dio un susto de infierno.

Quizás debo ponerlos al día sobre lo que paso. Bien, todo comenzó alrededor de las seis de la tarde, cuando discutía con Will sobre el disfraz que había escogido para ambos.

-No. -Declaré con seguridad. -No me pondré eso.

-Era lo más pequeño que encontré. -Respondió ya disfrazado.

Él se había disfrazado de gladiador, uno que mostraba mucha piel... Demasiada para mi gusto.

Tendría que alejar las miradas lujuriosas de él.

Pero sospechaba que él también tendría que hacerlo conmigo si me ponía esa cosa diminuta que me mostraba.

- ¿En qué instante se te paso por la cabeza que me pondría esto? -Inquirí levantando el pequeño y ajustado disfraz de Cupido.

-No pensé en eso en el momento, era lo más pequeño que había para un adulto, y luego solo te imaginé con eso puesto y los humos se me subieron. -Respondió rascando su cabeza con nerviosismo. -Más tarde me di cuenta de que tendría que estar alejando a los chicos de ti y se me quitaron las ganas de verte en algo pequeño.

Lo señalé.

-Estas apenas vestido, yo seré quien ahuyente chicas de ti.

Me sostuvo por la cintura y dejo un beso en mi nariz.

-La única que me interesa está viéndome ahora, y por las noches me ve desnudo...-Levantó las cejas de forma sugestiva. -De mí no debes desconfiar.

- ¿De ti? Nunca, pero conozco a las de mi género. Somos inocentes en apariencia pero vemos un chico sin polera y queremos lamerlo.

Quizás no de forma tan detallada, pero si nos descontrolábamos un poco. Lo sabía, yo era así... O solía serlo porque, ¿han visto el bombón que me como? Es difícil mirar a otros teniendo semejante semental en mi cama cada vez que quiera.

Me estoy saliendo de contexto.

-Y yo desconfió de los de mi género. -Mordisqueo mi oreja. -Vemos a una chica con poca ropa y nos entusiasmamos.

- ¿Te incluyes? -Inquirí divertida.

-Por supuesto, y si la chica con poca ropa eres tú me vuelvo loco. -Me dio un ligero empujón. -Ponte eso, y si es necesario te cubriré con mi espada de gladiador.

- ¿Cuál de las dos? -Pregunté con fingida inocencia.

Empezó a carcajearse por mi pregunta y se fue al comedor aun riendo.

Observé el disfraz con desconfianza pero ya era tarde, nos reuniríamos con nuestros amigos y eso era lo que había, porque no planeaba romper mis sábanas blancas para hacerme un disfraz de fantasma, por muy tentadora que sonase esa idea.

Así que solo me disfracé de Cupido, nos subimos al auto de Will y fuimos a Revolution escuchando música de fondo.

-Las alas son lo peor. -Declaré intentando acomodarlas.

-A mí me parecen lo mejor. -Indicó Will estacionando. Miró mi figura disfrazada de Cupido y sonrió con maldad. -Te ves como un querubín.

-Te odio. -Musité bajándome del auto.