Capítulo 24. Fuego

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Tres semanas después de la conversación que mantuve por teléfono con Kyle, luego de varias citas, cité a mis amigas a mi departamento les declaré mis planes.

-Lo haré. -Determiné finalmente. -Confió en él, me agrada, es prácticamente el chico perfecto... Es el momento.

- ¿De qué hablamos? -Preguntó Zu rascándose los ojos. -Es un sábado a las nueve de la mañana, ¿por qué nos haces venir a esta hora?

-Porque Will no está aquí a esta hora, está en Pegasso grabando, y no quiero que se entere de mi vida sexual.

No cuando, luego de tres semanas y un par de salidas, solo había logrado que el pequeño Willy se entusiasmara una sola vez... Y no fue con una chica, fue mientras veíamos una película en mi sofá, y él se quedó dormido así que apenas se dio cuenta de lo que pasó.

No quería hacer sentir mal a mi amigo cuando ya se sentía lo suficientemente mal por su miembro inactivo.

Yo le decía constantemente que estaba cansado, que tenía mucha presión sobre sus hombros, que el trabajo en Chill'in y en Pegasso le consumía todas sus energías, que dormirse tan tarde practicando sus diálogos agotaba sus pocas energías restantes, y que además salir de cacería con todo ese peso en sus hombros no le haría bien... Pero él no escuchaba. Era un caso perdido.

Así que lo mínimo que podía hacer, como su amiga, era evitarle ese tipo de conversaciones.

-No es como que fueran desconocidos. -Rodó los ojos Amy. -Te ha visto desnuda, llevan un mes viviendo juntos... Hablan prácticamente de todo. Si no estuvieses con Kyle y no supiera que Will es un mujeriego sin remedio, creería que ustedes están juntos.

- ¡Qué Dios no lo permita! -Exclame persignándome, pero en el fondo... La idea no me provocó verdadero asco. -Este es un tipo de charla que no puedo mantener con él. Estamos hablando de dar el paso.

Zu se puso alerta.

- ¿Ese paso? -Murmuró y yo asentí. Esa mañana había recibido un mensaje de Kyle para que nos juntásemos en Lé Delicé a la hora de almuerzo, un tipo de cita que esperaba terminase luego en su departamento. - ¡Vaya! Yo creía que te revirginarizarías, ¿qué pasó?

-Él es tierno, dulce, bueno conmigo, atento y... Bueno, todo lo que siempre busqué. -Sonreí como estúpida. -Me trata bien, y no me presiona para nada. Él pasó.

Amy me miró con desconfianza.

- ¿Lo haces por él, por ti o por la relación? -Inquirió con suavidad. -Porque si es por él, no debes hacer nada que él quiera. Si es por ti, no debes hacer nada que él no quiera. Pero si es por ambos...

¿Por quién era? Me gustaba, y ya confiaba en él lo suficiente, y creo que quería eso. Las beses que nos habíamos besado, que la situación se subía de tono entre nosotros, era emocionante...

-No escuches a Amy, los hombres siempre quieren. -Interrumpió Zu y me miró como si se tratase de una niña. -Aunque me siento orgullosa de tu decisión tan adulta, debo preguntar, ¿lo quieres? Porque tú nos estas diciendo que quieres acostarte con él por cómo es contigo, por cómo te trata, y eso me hace suponer que quieres darle un tipo de pago por cómo él es contigo, ¿pero no quieres que sea mutuo, no quieres disfrutar tú también?

Me quedé pensativa un par de minutos. ¿Lo quería? No estaba segura. Algo sentía, eso era cierto, pero no sabía si lo quería o no... Nunca había sentido algo como el amor, lo más cercano era el que sentía por mías amigos y mi familia, pero a alguien fuera de ese círculo...

-Creo que sí...-Mentí, ni siquiera conociendo mis pensamientos.

Y tampoco podía pedirles a mis amigas que me explicaran. Ellas, a diferencia mía, no tenían traumas derivados del amor. Habían tenido ambos padres, amorosos, que respondieron sus preguntas sobre el amor alguna vez... Y yo había tenido una abuela con el corazón roto y una tía que se negaba a enamorarse. Yo no entendía el amor, no sabía de él, y no estaba segura de cómo se sentiría.

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