Will estaba a metros de mi conversando con los modelos que iban junto a él. Estábamos en un avión, no podíamos huir, pero tampoco iba a acercarme aún.
Tenía que verlo, escucharlo, y sentarme a esperar.
Yo iba junto a mi tía, Camil a su lado, y Zu al lado mío. Con todas las personas de Chill'in que se dirigían a París utilizábamos toda el área de primera clase de ese avión.
Modelos, diseñadoras, camarógrafos, Ava Michel y su asistente. Yo.
-Me duele tenerlo tan cerca y no hacer nada. -Murmuré hacia Zu. Camil y mi tía iban conversando sobre unas fotos y no nos prestaban atención. -Si supiera que... Que siento cosas, que no fue solo un beso, que lo detuve porque no quería arruinar nuestra amistad y que resulta lo arruinamos más... Si supiera algo.
-Tu espera un poco, recuerda que tenemos un plan. -Palmeó mi cabeza con suavidad. -Sigue escribiendo y deja que me haga cargo de la situación, no veré a mi amiga sufriendo por un hombre si puedo intervenir.
-No quiero que intervengas.
-Lo haré de todas formas. -Se encogió de hombros. -Tu sigue escribiendo sobre Avalon y Elliot, de lo demás me ocupo yo.
No debí haberle hecho caso a Zu, pero la idea de escribir un poco sobre mis niños fue emocionante, y simplemente tomé mi computador y me sumergí en la escritura.
Hasta que, mientras sobrevolábamos el océano Atlántico, dejé de sentir las palabras que plasmaba en el blanco lienzo que representaba el computador, y me di cuenta de que no lo sentía, que a pesar de que Avalon y Elliot iban bien, la historia iba bien, su relación conmigo no estaba bien.
Escribí otras cinco mil palabras mientras buscaba respuestas a mis dudas pero no lo logré, y cuando empezamos a descender en París seguía sin saberlo. Eran las nueve de la mañana en la capital de Francia y estaba fresco, pero no importó demasiado ya que las camionetas que nos llevarían al hotel ya estaban predispuestas para nuestro uso.
Esa primera noche seria la gala y, como asistente de uno de los mayores iconos de la moda de los últimos años, debía ir... Y acompañar a mi tía, intentando lograr su nivel.
Pero nunca sería posible. Puede que yo me hubiese criado con la mujer que usaba jeans, poleras de estampados de bandas noventeras y mantenía su cabello desordenado, pero en una pasarela, o cuando se trataba de moda, mi tía resaltaba y relucía.
El año anterior había usado un vestido de su propio diseño, rojo, de seda reluciente, con detalles brillantes en los bordes y, bueno, muchos otros detalles perfectamente ubicados.
Mi tía era metódica en sus diseños, y hasta el año pasado había sido una diseñadora de Chill'in porque compartía el mando con mi abuela. Luego ella decidió retirarse y todo el peso cayó en mi tía. Ahora solo diseñaba en sus tiempos libres.
Ese año usaría uno de los diseños de Zu... O eso me había dicho.
Solo quedaba esperar y ver.
Estaba en mi habitación, una suite que compartía con mi tía y Camil, usando una bata y cepillando mi cabello cuando Zu entró como un torbellino.
-Es hora de lucirte. -Sonrió con malicia y me mostró un vestido. -Con esto, William no tendrá más remedio que hablarte y acabar rendido a tus pies.
Tragué saliva con nerviosismo pero no me dio tiempo para replicar. Yo no quería llamar demasiado la atención, pero a ella no le importaba.
Ella siempre diseñaba mis vestidos, pero ese... Ese era distinto, era exactamente el tipo de vestido que no usaría.
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Deseo
RomansaLo único que deseaba era conseguir mi trabajo soñado y poder vivir mi vida tranquilamente, no necesitaba emoción, y tampoco a un chico que tarde o temprano me habría abandonado. Por eso no termino de entender cómo acabe en esta situación. Ahora deb...