Ragnak
Algo está pasando. Bajo las escaleras en mi forma femenina, entonces veo como unos portales se abren debajo de Aradia, Eliza con su bebé en brazos y Jovan, llevándoselos. Rápido me oculto detrás de una pared, viendo una araña en la ventana, vigilando. Le hago un gesto de silencio a Lennard que viene por el pasillo y asiente, quedándose quieto. Cuando veo que el bicho se marcha porque no nos encuentra, salimos de nuestros escondites.
—¡Uf! Eso estuvo cerca —expresa el castaño sonriente. Luego camina hasta mí, poniéndose centímetros de mi rostro y me olfatea —. Ra, huele rico, creo que es Jazmín.
—Es el shampoo.
—¿Shampoo? —expresa confundido.
—Bienvenido a la era moderna, es algo que se utiliza para lavarse el cabello.
—¿Cómo el jabón?
—Algo así, pero menos seco.
—El futuro es medio raro, pero verte lo hace todo mejor —confiesa agarrándome las manos —. Volvamos, y dejemos toda esta locura, Ra.
—¡No! —Me suelto —Tengo que hablar con Agatha —Miro para un costado.
Frunce el ceño.
—¿Y qué vas a hacer después?
Alzo la vista.
—¿A qué te refieres?
—Sí ¿Qué vas a hacer Ra? —repite —Esa mujer te odia ¿Te vas a defender o vas a dejar que te use y te mate? Porque no veo que vaya a tratarse de algo bueno. Te trajo a la vida, pero es obvio que no es para pedirte perdón por lo que ocurrió entre ambos.
—Me merezco su rencor, y sinceramente no puedo saber lo que en realidad está pensando.
—Venganza, en eso piensa, Ra —Me agarra de los brazos —¡Recapacita!
Me alejo.
—Ya no hay nada más que pueda hacerme, así que no.
Suspira.
—Ra, no estás entendiendo, esa obsesión está mal. No sé cuánto tiempo llevas buscando a Agatha, pero debes acabar con esto, no es para nada sano.
Frunzo el ceño.
—Es algo que tengo que hacer, es una cuenta pendiente, no puedes detenerme.
—No quiero frenarte, pero no es solo algo que te debes, es algo que te lastima.
—Y es mi problema —digo molesto.
—No, también es el mío, tú sigues siendo mi compañera, no importa que tengas otro cuerpo ahora.
Ruedo los ojos.
—Ya basta Lennard, no necesito oír más cosas de lobos, tengo asuntos más importantes que resolver —Camino esquivándolo, para dirigirme hasta la puerta y él me detiene agarrando mi mano —. Suéltame, no empieces —Lo miro.
Tironea de mi brazo y me empuja hasta su cuerpo, entonces me choco con su torso, así que él aprovecha para agarrarme de la cintura, siento su respiración cuando acerca su rostro al mío.
—Ra, no puedes escapar de nuestra conexión —Toma mi cara y siento sus dedos, tanto rozar mi piel como mi cabello —, tú eres parte de mí y yo soy parte de ti, somos un todo. Nos complementamos, nos necesitamos, es una sensación muy fuerte, siéntela, presta un poco de atención y te darás cuenta —susurra cerca de mis labios.
—¿Por qué la luna lo dice? —Alzo una ceja y ruedo los ojos —No me hagas reír.
Me besa de repente y me agarro de su camisa. Puedo sentir su respiración cuando se aleja un poco. Se muerde el labio inferior, mirándome fijamente. Luego suspira, apoyando su frente junto a la mía.
—Ra es tan bonita, pero también está tan rota, incluso más que antes, si tan solo me dejarás...
Me alejo.
—Basta, Lennard.
Corto la conversación para irme, doy la vuelta pero incluso así me sigue, salimos de la cabaña y hay muchos portales negros en el suelo.
Agatha dejando trampas.
Giro mi vista hacia Lennard.
—¡Cuidado! —grito y se cae dentro un agujero negro.
Corro y me tiro allí, descubro que estamos cayendo sobre el castillo, pero a una altura descomunal, alzo mis alas, agarrando su mano.
Ay que pesa.
—¡Vamos a morir! —Se asusta.
—¡No seas cobarde, solo me romperé el brazo sosteniéndote e intentando aterrizar!
Si fuera hombre sería más fácil, pero siéndolo me falta el ala izquierda, que horror. Y de hecho convirtiéndome en mujer, al no tenerla en mi otra figura, el ala es más débil la de mi silueta femenina, ya que están conectadas.
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Corazón Oscuro #9
МистикаSe bienvenido al reino de las voces. Saga Restauración #9 Por Viviana Valeria V.