Agatha
—Eres una atrevida, no has dejado a nadie dormir en días, mientras tú finges hacerlo.
Abrimos nuestros ojos y nos sentamos, dejando de estar recostadas en la cama.
—¡Acosador! —gritamos.
—Claro que no —expresa Borja acostado a un lado, con el codo el el colchón y la mano en su mejilla.
—Claro que sí, te metiste en nuestra cabeza y entraste a nuestro cuarto.
—Lo de la cabeza no es acoso, porque sé lo que sientes porque eres mi compañera y lo que haces porque soy un Guardián. Lo de entrar a tu cuarto sí te lo tomo como acoso, aunque sinceramente soy un animal, y no entiendo de esas cosas —bromea sobre su especie y mueve las cejas.
—¡Ag! Sal de nuestra cama.
—¿Para qué?
—Para que te vayas bien a la mierda —decimos fríamente.
—Ay esa boquita, seguro que sirve para otras cosas.
"Ya me excite".
"¡No!"
—Cállate —le aclaramos a él aunque un poco también a nosotras.
Aquí hay una discusión entre voces. Necesitamos cambiar de estrategia. Nos levantamos de la cama y movemos nuestras largas piernas de mujer, caminando hasta el espejo que hay en la pared.
—¡¡Votación!! —nos decimos.
Nos giramos a mirar a Borja y él sonríe mientras continúa cómodo en nuestro colchón.
—¿Qué estás decidiendo? —Sonríe.
—¡Deja de hablarnos en singular!
—A ver, ¿Qué están decidiendo? —se corrige, entonces sonreímos también.
—Tenemos un conflicto, una disputa y cuando eso pasa, hay que votar.
—¿Y cuál fue la respuesta?
—Votación no concluyente.
—Oh, no se deciden ¿Y qué es lo que están discutiendo? —Se levanta de la cama y camina hasta nosotras, apoya una mano en el espejo al costado de nuestra cabeza, entonces acerca su rostro al nuestro —Quizás pueda ayudarte.
—Si follarte o matarte o ambas o matarte nada más.
—Oh vaya, me gusta la primera opción ¿A qué se debe el cambio de opinión?
—No hay cambio de opinión —Rodamos los ojos —. Ya te dijimos que nosotras hacemos lo que queremos, y el porno está en la lista.
Se ríe.
—No creo.
Alzamos una ceja.
—¿Disculpa?
—Al menos no en tu cuerpo femenino —Sus fosas nasales se mueven —. Huelo pureza, no usas tu físico de mujer para esas cosas, en realidad no el actual —se refiere a que en la otra época olíamos a Ragnak —. O sea, puedo olfatear que usaste tu cuerpo masculino, pero este no lo has usado ni una vez.
—¿Y eso qué? Nos gusta el porno gay.
Se ríe otra vez.
—Que linda.
—¿Nos tratas de tiernas? Que asco —opinamos con una mueca se desagrado.
—Eres una mujer fuerte y delicada a la vez, no tiene nada de malo ser ambas cosas, aunque tú ya eres muchas.
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Corazón Oscuro #9
ParanormalSe bienvenido al reino de las voces. Saga Restauración #9 Por Viviana Valeria V.