Corazón Oscuro #9

56. La razón de la Luna

Agatha

Dicen que cuando estás con la persona correcta, bajas toda la guardia. La energía negativa se corre, como un humo negro retrocediendo. Grave error quitar la protección, no tener defensas te vuelve vulnerable, sobre todo cuando estás cerca del enemigo.

Distraerse nunca es bueno, es letal.

Un sueño comienza tranquilo, hasta que se convierte en pesadilla.

Una pequeña niña corre en un prado, se siente el viento, las flores crecen, la nena también. Agatha observa como todo a su alrededor se destruye, aquellas plantas se terminan marchitando y hay un montón de cadáveres a su alrededor.

Todos representan sacrificios. Esas muertes han conseguido crear un ser superior. Agatha sufre cuando se une a los condenados, pero se aleja de la soledad que tanto tenía presente.

Puede vengarse de su padre y hacer sufrir a su prometido.

Sangre, más sangre.

Terror, tras terror.

Un grito desgarrador se escucha en aquel lugar, cuando pierde su universo, lo necesita, es parte de su alma. Los descuidos hacen que pierda la tranquilidad anhelada, entonces termina encontrándose con la luna. Aparece en una ráfaga de luz, hay una mujer de cabello platinado, sus ojos extraños la observan y sin entender la razón, ella es quien tiene su universo.

—¡No! —gritamos frustradas al despertar, alzando la mano e inclinarnos en nuestra cama.

"¿Qué clase de sueño raro fue ese?"

—¿Agatha? —Bosteza Borja y deja de estar recostado, para sentarse —¿Qué sucede? Te ves pálida.

Miramos el reloj, ya es la tarde.

—¡Tenemos que recuperar nuestro universo! —Nos levantamos rápido y en un chasqueo de dedos, la ropa nos aparece.

Abrimos un portal y cuando lo traspasamos, llegamos delante de Rein, por ende el pequeño que está en su forma masculina, se sobresalta de la sorpresa.

—¡Hola! —dice sonriente.

—Se acabo la fiesta, danos nuestro universo —decimos serias y su sonrisa se borra.

Suspira y baja la cabeza.

—Pero si se los doy... ya no van a buscarme más.

Entrecerramos los ojos.

—Eso sería imposible, hay demasiado cariño de por medio, en cambio si no lo regresas, solo habrá odio, odio como el que le tenemos a Ragnak.

Alza la vista rápido y nervioso, luego abre la boca despacio, entonces nos mira angustiado.

"Auch, eso duele".

—Pues... —Traga saliva —solo si me lo prometen.

Sonreímos.

—Es una promesa.

Él sonríe también y abre un pequeño portal, agarra la esfera brillante que cabe un poco más de su mano, a la cual puede observarse el universo dentro, cada estrella está iluminando. Antes de tocarla, vemos que en los ventanales ocurre un relámpago a la vez que se oye un tremendo trueno, entonces cuando sentimos el tacto de la esfera, es el momento en que empieza a llover.

Miramos nuestro universo al sostenerlo y nos damos cuenta ¿Tan distraídas estábamos? Entonces nos reímos.

—Ya sabemos porqué la Luna no quiere que estemos con Borja.

—Ah ¿Sí? —Ladea la cabeza Rein confundido por nuestra acotación —¿La Luna piensa eso? ¿Por qué? —pregunta curioso —Que raro que un satélite natural hable —Ríe —. Aunque ya no sorprenden este tipo de cosas.

—Te lo tomas tranquilo —opinamos.

—¿La relación con Borja?

—No hay una relación —Rodamos los ojos —. Bueno, no tan así, no estamos seguras —Lo observamos directamente —¿Qué hay de Emmet?

Sonríe.

—Esa es una buena pregunta, pero no la responderé.

—Touché.

—¿Qué con la Luna? —insiste curioso y miramos la esfera.

—¿Recuerdas que te dijimos que controlamos nuestra reproducción?

—¡Sí! —exclama alegre con ese gesto de niño que tiene —Y por eso no usan condón —Se ríe y luego explica —. Además de que son energía y pasa igual alrededor de ese plástico.

—La verdad es que somos muchas e incluso las que nacen de forma infinita están atentas a lo que pasa, pero todas nos distraímos esta vez, sin excepción —Alzamos la mano, mirando la esfera detenidamente —. Ni una estaba concentrada, así que uno de los óvulos de Agatha se fecundo. Acabas de darnos nuestro universo, así que el proceso se inició —Observamos el ventanal otra vez —. Por eso está enojada —refiriéndonos a la luna.

—¿Quieren decir que...

—Que la luna no está en contra de nuestra aparente relación con Borja, sino del embrión que acaba de fecundarse.