Corazón Oscuro #9

39. Las habitaciones

Ragnak

Lennard camina a mi lado, me observa muy fijamente, sus mejillas están rojas y apoya un dedo en su boca como mordiendo su uña.

—¿Qué? —digo de manera fría.

—¡Cambia a mujer, quiero besarte! —grita ansioso alzando las manos.

—No.

—A la mierda, no importa —Agarra mi cara y acto seguido me besa.

Lo empujo.

—¡¿Qué crees que haces?! —replico indignado —¡Soy un hombre!

—¡Lo sé! Es muy raro —opina y hace puchero —, pero tenía que intentarlo —Se muerde el labio inferior sonrojándose otra vez —y me gustó, sigue siendo tu aroma.

—No me importa, no hagas eso.

—Pero Ra, tú tienes más tiempo en el futuro, escuché que ya no es tan raro por aquí.

—Soy de mente cerrada.

—¿Qué es eso? —Alza una ceja.

—Cuando no piensas cambiar de opinión —explico.

Sonrío.

—Ah entonces Agatha es de mente abierta, ya que habla mucho de esos temas ¡Que bueno, no combinan! —expresa feliz levantando las manos.

—¿Y te consideras de mente abierta? —Me cruzo de brazos.

—Eh... —Baja las manos despacio —no lo sé, tengo las tradiciones muy inculcadas —Luego alza su dedo índice con confianza —pero eso no quiere decir que no pueda cambiar.

—¿Por qué estamos hablando de esto? —Bufo al quejarme.

—¿Y de qué quieres hablar? —Ladea la cabeza sonriente.

—No quiero hablar, quiero pensar.

—¿Sobre cómo vas a descubrir lo que planea Gabriel?

De repente unas luces se enciendan, ensegueciéndonos por unos momentos, parpadeo varias veces y veo a todo el grupo, Darren corre hasta mí.

—¿Qué ocurre? —le pregunto.

—¡Ay, Agatha ya te atrapó! —expresa preocupado.

—Y ya habló con ella —exclama Lennard rodando los ojos.

—¿Qué está pasando? —Observo para todos lados viendo que el castillo parece más moderno.

Unas puertas se abren de repente a cada lado de las paredes del pasillo. Me giro visualizando a Agatha venir hasta todos nosotros, ella sonríe con malicia.

—Desde ahora comenzaremos a contar los días, así que sabrán cuando es de noche y cuando no —declara.

—¿Por qué? —cuestiona Darren.

Ignora su pregunta y señala las puertas, para anunciar.

—Estas son sus habitaciones.