Corazón Oscuro #9

54. Los muertos vivos

Blake

¿Ya habrá nacido ese bebé? Salgo de mi cuarto, pero me detengo cuando visualizo a Troy venir hasta mí, él cual me sonríe.

—Hola ¿Cómo te encuentras hoy? —me pregunta.

—Bien ¿Dónde estabas? —indago ya que sé que la pandilla lo estaba distrayendo.

—Tus amigos humanos son muy amigables, pero algo entrometidos, les di una lección.

Me sobresalto.

—¿Una... —Trago saliva —¿Lección?

—No te preocupes, no soy una máquina asesina, solo los hice perderse un poco, para que dejarán de seguirme, ya sabes, algo de su propia medicina, y hablando de medicina, ¿cómo estás de salud?

—Lo normal, quedándome sin piel y sin carne, pronto sin corazón.

Se acerca a mi rostro y me estremezco.

—¿Seguro que no quieres probar un poco de mi sangre?

Frunzo el ceño.

—Eso es traición —le recuerdo.

—Tu ama y señora está muerta, no se va enterar —Alza su muñeca hasta mí.

—No es cosa de que se entere o no, es cuestión de principios, quizás otro vampiro lo haría, pero yo no.

—Que noble —opina inclinando su espalda hacia atrás para alejar su rostro del mío —. Las normas vampíricas las respetas muy bien ¿Y si le pides permiso a Eloise? No creo que te diga que no.

—Está muerta.

—Pero la puedo traer devuelta, los Sangre Pura son el tipo de vampiro que sí se puede revivir.

—Lo sé, no me des clases de vampirismo.

—¿Alguien dijo volver de la muerte? —Vemos venir a un tipo alto y pelirrojo que tiene pegado un pequeño chupetín en el cabello.

—¿Y tú quién eres?

—Soy el diablo, pero me dicen Lucy —Se saca la golosina del pelo y se la pone en la boca —Mm manzana.

—¿Por qué el rey de las tinieblas se encuentra aquí? —pregunta con seriedad Troy.

—Ya saben que cuando me nombran a veces aparezco, es que soy un rebelde. Bueno, en realidad es que no me gusta el infierno.

—¿No te gusta tu propia casa? —pregunto confundido.

—No es mi casa, diosito me metió ahí, es mi trabajo —Se ríe.

—Pero tienes tu casa ahí, ¿o no?

—Pues sí, un palacio, obvio ¿Qué preguntas son esas? ¿No querían hablar con un muerto o algo así? —Vuelve al tema principal —Vale, a menos que el fallecido sea un santo, ahí no puedo ayudar —Ríe y apoya el chupetín en su cabello otra vez —. Necesito probar otros gustos, la manzana ya pasó de moda.

—¡Puedes probar frutilla! —Llega Rein saltando por los pasillos, en su forma masculina, y se detiene en donde estamos nosotros —Es deliciosa —Se relame los labios.

—Oh a ti te estaba buscando —pronuncia el pelirrojo —¿Sabés dónde quedó la cabeza de Leik Misteik luego de visitar el infierno?

—Las voces la encerraron en su dimensión, ni idea, ese lugar es enorme —Alza su dedo índice.

—¡Un segundo! —interrumpo —¿Fuiste al infierno?

—¡Sí! —exclama emocionado —¡Fui a vengarme de Eloise! En ese momento estaba tan loquito que me atreví a ir hasta allá.

—¿Y qué le hiciste? —pregunta curioso Troy.

—Nada, este me echó —Señala a Lucy tranquilamente.

—Pues porque todavía no vas a morirte, no estás anotado en la lista de la parca —le aclara el pelirrojo y luego me mira a mí —¡Oh, pero tú sí! —Me señala y me sobresalto.

—Lo sabía —Bufo.

—¿Se puede revertir? —Da un paso adelante Troy.

—Pues sí, todos podemos volver de la muerte o revertirla, creando nueva vida como... —Se pone a contar tocando su índice derecho, en los dedos de su mano izquierda —zombies, vampiros, hechizos, sacrificios, alquimia, demonios y yo qué sé que más —Mueve la mano —. Lo siento, reprobé el examen de muertos vivos, no me acuerdo mucho —Ríe y luego bufa —. Lo que me recuerda que siempre me cambia el papeleo eso ¡Dejen de hacerlo! —se queja.

—Sentimos molestarlo, su majestad, pero es de suma importancia su ayuda.

—Ay no, no me vengan con formalismos, que horror —opina.

—Lo que Troy quiere decir, ¿es que si habría algún problema de si podríamos traer a la vampiresa devuelta?

—Oh —El pelirrojo mira a Rein —¿A Leik no le gusta Eloise?

—A ese le gustan todas —Carcajea el pequeño.

—Ah sí, cierto, es un íncubo. Bueno, tengo una idea —Nos mira a nosotros —. Recuperen la cabeza de Leik Misteik y les traigo a Eloise.

Eso significa... ah mierda ¿Cómo le pedimos eso a las voces? Es suicidio.