Corazón Oscuro #9

23. Rendirse

Blake

Vale, que alguien me diga cómo terminé en brazos del alto y castaño sangre pura.

Las voces habían enviado uno de sus peligrosos portales y en un movimiento veloz dejé de estar en el campo de visión del enemigo.

—Eh... —Mis mejillas arden —¿Podrías bajarme?

—Oh sí, lo siento, claro —Se inclina y mis pies tocan el suelo, entonces mi rostro se encuentra con el suyo.

—El bosque parece tenebroso —opina sin quitar su vista de mí —. Te preocupa ese vampiro, ¿cierto?

Alzo una ceja.

—¿Disculpa?

—Ese, el chico de piel pálida, ojos grises, y sonrisa pegada en el rostro.

—¿Ace?

—Te asustaste cuando se tiró en aquel agujero negro.

Miro hacia un costado.

—Eh... bueno, sí. Aunque no es importante, solo fue un momento. Ya lo olvidé. Es un detalle sin relevancia en realidad.

—No creo —responde rápido —¿Quién es?

Retrocedo dos pasos, para poner un poco de distancia entre nosotros. Esto se está volviendo incómodo.

—Es... mi ex, pero nada serio, no duramos mucho en verdad —Me río aunque no me hace mucha gracia, menos hablar del tema —. Sinceramente, como ya dije, no importa. Estar en una relación es complicado y no tengo tiempo para pensar en esas cosas.

Sonríe.

—Por tu enfermedad, pero aún no has intentado probar mi sangre —Alza su brazo.

Frunzo el ceño.

—Te aclaré que no lo haría, eso es alta traición. Además, ¿por qué el interés repentino? Este coqueteo empieza a irritarme.

—Me gustas ¿Qué hay de malo en eso? Que arisco —Se ríe.

—¿Te gusto? —Alzo una ceja —¿Cuál es tu segunda intensión? No tiene sentido lo que dices.

—¿Por qué? ¿No te consideras interesante? De hecho a mí sí, un vampiro científico, es sorprendente. Pocos se meten en esos temas, haces honor a nuestro nombre, solo tenemos reputaciones raras, en cambio tú, le buscas otro significado a lo sobrenatural.

—Me halagas pero...

—No me creés, lo comprendo, un extraño de repente viene y te dice estas cosas, yo tampoco pensaría que es real, pero no tiene nada de malo que alguien sienta interés por ti, te lo aseguro.

—Si es un sangre pura sí —expreso cortante y frunce el ceño —. Siento ser grosero y faltarle el respeto, pero ustedes no tienen buena reputación.

—Admito que no soy el mejor vampiro del mundo, que no he tenido buenas actitudes con algunos, pero yo a ti no te he hecho nada, así que no tienes porqué tratarme así.

—Lo sé... —Bufo —pero no quiero involucrarme más de lo que ya lo he hecho, usted me está ofreciendo algo que no es correcto en el ámbito vampírico —refiriéndome a su sangre —. Así que le ruego que se abstenga de este coqueteo.

Sonríe otra vez.

—No puedo, ya te miré, y cuando yo miro algo, no quiero detenerme.

Ace

Apoyo mis brazos en la ventana del castillo y observo el bosque, entonces suspiro.

—¿Y a ti qué te pasa? —Me mira Tarik, así que sin previo aviso sonrío al girarme a observarlo.

—¡¿Cómo que qué le pasa?! —grita Crash alterado —¡¡Estamos en el palacio de las voces, nos van a torturar!! —chilla asustado.

—No creo que él este preocupado por eso —expresa el jefe de la pandilla señalándome.

—Tienes razón —contesto tranquilo —de hecho, no nos pasará nada por ahora, no veo ningún peligro.

—Cuando dices "veo" estás prediciendo, ¿cierto? —Alza una ceja.

—Exacto.

—¿Entonces cuál es el problema? —Hace puchero Crash.

Apoyo mi espalda en la pared, cruzándome de brazos.

—Cosas personales —Me río.

—Mm —Pone una mano en la barbilla pensativo el rubio —¿Te refieres a Blake?

—Oh he sido descubierto, que tragedia —Dramatizo sonriente y luego observo hacia la ventana otra vez —. Creo que voy a rendirme, no sirvo para esto.

—¡¿Qué?! —grita Tarik molesto y tan alto que me hace reaccionar, así que lo observo de nuevo, ante tanta indignación que tiene hacia mí —¡¡No puedes!! —se queja —¡¡Sí a mí me molestaste un montón de años y yo no te prestaba atención, a él que sí te corresponde, lo tienes que molestar el triple!! —Toma aire para seguir gritando —¡¡Así que no digas estupideces Ace, ese no es el amigo y adivino que conozco, tú no te vas a rendir o te golpearé!! ¡¿Entendiste?! —expresa fuerte y claro, entonces me quedo callado un momento, así que luego me río.

—Pequeño saltamontes, eso fue muy bonito, gracias.