Corazón Oscuro #9

41. Estrellas

Emmet

Increíble, pero ahora se distingue la noche, la bruma que opacaba todo el lugar se ha dispersado, incluso se pueden ver las estrellas. Camino por el bosque y Rein avanza a mi lado. Al menos ya no tenemos que estar en el castillo de las voces, aunque su trato solo puede terminar en tragedia.

¿Tres días? ¿Cómo regreso a Rein en tan poco tiempo? Es obvio que saben que ya no estoy "enamorado" de ellas y planean deshacerse de mí de esta manera. Ya que ese trato no es racional.

—Emmet, se va a morir —canta Rein —¡Emmet, se va a morir, yey! —Alza las manos —¡Emmet, se murió, fin!

—Que buena historia —exclamo con sarcasmo y se ríe.

—¿Y cómo me va a salvar el príncipe azul? —se burla —No debiste haber aceptado ese trato, no vas a ganar nada, solo conseguiste que nos echarán de un lujoso castillo, mientras todos duermen en sus cómodas habitaciones.

—Correción, tú nos metiste en este lío —exclamo sin expresión —¿Cómo se te ocurre robarle a las voces?

—Yo no les robe nada, ellas me dieron su universo y los regalos no se devuelven.

—Creo que no estás tomando en serio la gravedad de la situación.

—¡Claro que sí! —Alza un dedo —Tengo algo importante y lo uso a mi beneficio.

—Se ve que tienes todo controlado —expreso en un tono molesto —pero si te meten en su cabeza, seguro recuperan lo que les quitaste y tu plan se irá a la mierda.

—No creo, no saben donde lo guarde.

—Piensas que conoces todo, pero no es así —lo reprendo.

—¿A qué no sabes que guardan ahí? —se burla.

—Cadaveres, almas en pena, la verdad no me importa.

—¡No! —Se ríe —Guardan sus óvulos, es toda una zona de cortejo, como los animales —Alza las manos —. Es un lugar infinito, lleno de estrellas, muy reconfortante debo decir, allí también guardan su paz. Si habría que buscar un lado bueno en las voces, yo lo buscaría ahí. Es muy especial, creo que es su lado más sensible.

—Y usas esa parte de ellas para amenazarlas, sabes lo retorcido que suena que te lo quedes.

—¿Sientes lastima por ellas?

—Tengo miedo por ti, ni se te ocurra destruir esa cosa.

Hace una carcajada.

—Tranquilo, no soy tan estúpido —Mira hacia el frente —¿Y a dónde vamos?

—A buscar el destruido, edificio Razieli.