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El pelinegro iba saliendo de su departamento, según le dijo a su madre, iría a la Universidad, pero había recibido un mensaje de su jefe, tendría un nuevo trabajo al parecer, si era sincero estaba emocionado, además de que recibiría una nueva paga, también quería hablar con su jefe para poder trabajar al menos los días de la semana.

Se subió a un auto que le habían mandado, tuvo que caminar unas tres cuadras para que no lo vean. Estaba realmente cómodo, algún día tendría un gran auto, y quizá una gran casa, estaba pensando en tener un lugar para él solo, su madre también empezaba a agobiarle con preguntas tontas. Necesitaba su propio espacio y pronto.

Al llegar espero sentado en uno de los sillones de cuero negro, bastantes cómodos como para pasar todo el día allí.

—Taehyung! Que bueno verte chico

Su jefe apareció con una sonrisa y fue directo a dar un abrazo rápido para luego volver a sentarse.

— Hola Señor, igualmente me da gusto verlo, ya quiero saber que me tocará

Sobo sus manos con una sonrisa. Observó al mayor llamar a uno de sus empleados, llevándole un sobre color amarillo, nuevamente los volvieron a dejar solos. Taehyung observaba impaciente, su jefe sonrió abriendo el sobre y entregándoselo.

— Wow todo eso me pagará señor?

El menor sonrió aún más, si es que podía, era una gran cantidad. Que ni el mismo lo creía, no había visto tanto dinero en su vida, con suerte le robó a un chico unos billetes para comer porque se había gastado todo el dinero en cosas nuevas, como por ejemplo un celular nuevo, ya que el anterior no le servía de nada, no le gustaba y estaba roto luego de haberlo tirado contra la pared en unos de sus ataques de enojo.

— Si chico, aunque el trabajo es más difícil ¿podrás hacerlo? Mira que no soy de dar este tipo de trabajos a novatos

Esta vez el semblante del hombre se puso serio, creía que ya era momento de darle al chico el siguiente paso. Le tenía buena vibra el menor en hacer lo que pedía solo faltaba que él lo diga.

— Si señor, lo haré, no se va a arrepentir, ¡oh! Y quería hablar otra cosa con usted

Taehyung no había leído claramente que era lo que tenía que hacer, pero por esa cantidad de dinero no creería que fuera tan difícil como los últimos tres que le habían dado.

— Cuéntame

Habló el mayor, con tranquilidad, apoyando su brazo en sillón, su mano cerca de su boca, escuchando atentamente cada palabra del menor. Y si bien le parecía buena idea, le daría el placer de concederle aquello si lograba hacer el trabajo bien y sin ningún error de por medio o que al menos no lo decepcione en arrepentirse de hacerlo, porque no iba a terminar de una buena manera.

El pelinegro se despidió de su jefe, mientras iba de regreso a quien sabe dónde, solo le diría al chófer que lo deje en alguna plaza, debía prepararse.

El lugar no estaba tan concurrido, el día estaba nublado y fue un alivio no tener que asistir a la Universidad, se había salvado de encontrarse con los insoportables de Kim SeokJin y Min Yoongi, no podía creer que se juntaba con ese chicos, Yoongi no le parecía tan idiota, podría trabajar con él, pero no lo veía usando toda su actitud y fuerza que tenía en ese cuerpito para en lo que estaba trabajando ahora, se daba cuenta que era un chico bueno y le daba asco eso.

Nuevamente saco el sobre amarillo de su mochila, allí tenía todo resumen de lo que tenía que hacer, datos extras además como había dicho antes, cuanto le pagarían si terminaba bien el trabajo porque no iba a estar solo, tenía un acompañante el cual era como una evaluación en el momento, para darle los resultados a su jefe. No le molestaba en lo absoluto eso, porque demostraría todo su talento, además de que no podía mentirle al mayor mediante su evaluación laborar, porque los mismos hombres que lo acompañaban, en otros casos, le tenían miedo al mayor, pero por alguna razón él no.

Se sintió nervioso al terminar de leer todo el contenido, pero esta era una oportunidad de ver que nada podía detenerlo, ni siquiera esa sensación dentro suyo de que no lo hiciera, que estaba mal, que reaccionara.

Fue caminando por las calles hasta que llegara la hora de comenzar, solo faltaban dos horas, lo irían a buscar cerca de la estación de tren, en la noche no había mucha gente por ese lugar. Había guardado ropa extra, una más cómoda y del color a su gusto, negro, una gorra y un cubrebocas.

Dieron las siete de la noche cuando ya se encontraba en la estación, vestido, y esperando el auto que no tardo ni dos minutos, siempre eran puntuales, con una sonrisa ansiosa entró y se encontró con su acompañante y segundo jefe, a su parecer, se estrecharon las manos y el auto avanzó.

Suspiro profundo cuando por fin el auto negro se detuvo, se puso su gorra y cubrebocas ambos de color negro, bajo metiendo el material que le había entregado su compañero, solo quedó el chófer.

Caminaron observando a todos los lados, hasta llegar a la puerta de aquella casa que estaba en plena caída. Se asomaron por una ventana y al parecer allí estaba el sujeto de la foto en los papeles que obtuvo esa mañana. El menor mostró tres dedos, indicándole que a la cuenta de tres entrarían y así fue, logrando darle un susto al propietario de la casa.

— Buenas noches... Yun?

Rio bajo acercándose al sujeto, hizo un gesto con su mano para que hiciera silencio y saliera del lugar. Su corazón latía por la adrenalina, el calor llegaba a todo su cuerpo y no era porque fuera verano, porque no era así.

— Entra idiota, me haces perder tiempo

Habló Taehyung, no dejaba que le viera la cara. Volvieron a subir al auto vigilando a su víctima, cerca del río, pararon y lo bajaron a la fuerza, el miedo del hombre estaba hasta los bordes, repetía una y otra vez que le iban a hacer. Pero no le contestaban.

— Yun! Tu tiempo ya pasó y me he enterado que mucho vaya

Hizo una mueca recordando todo lo que había leído, de su campera sacó un arma, lo cual asusto más a la víctima negando rápidamente.

— Oh casi se me olvida que trataste de atacar al jefe, pero bueno, llego el momento de que cobre

Ambos chicos sonreían debajo de su cubrebocas, el menor quien era el encargado del trabajo empezó con golpes en el estómago, su compañero lo ayudaba quería disfrutar un poco también. Luego dejo que el chico siguiera solo. Taehyung apuntó con su arma a la cabeza del hombre.

Taehyung, ese no eres tú, no lo hagas por favor reacciona...

Su cabeza empezaba a hablarle, sintiendo miedo de disparar, cerró los ojos con fuerza para que esa voz se fuera, pero no era así, lo iba repitiendo una y otra vez.

— ¡Cállate!

Gritó de repente, para sí mismo, el susurro era más fuerte, se golpeó la cabeza y miró con enojo, miedo al hombre tirado en el suelo, quejándose de dolor, no sabía qué hacer, su cuerpo y conciencia empezaba a darle arrepentimiento.

Minutos después Taehyung estaba nuevamente en el auto, inconsciente.

—Señor, estamos de regreso... ¿el chico? Inconsciente... está bien, como ordené 

Muéstrate Realmente - TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora