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El día había llegado y Jungkook avisó a los demás que ya obtuvo el pequeño micrófono y cámara en forma de broche para SeokJin, estos se reunirían en el receso, de esa manera tendrían más posibilidad de encontrar a Taehyung que a la hora de salida.

—Wow, en serio eso es una cámara? De verdad que parece un broche—comentó Jimin, observando con una sonrisa el objeto y tratando de encontrar donde estaba la cámara y el micrófono.

—Está muy lindo, sino fuera para Taehyung ya me lo hubiera robado

Volvió a hablar mientras el resto reía bajito para que el pelirosa no los escuchara.

—Ten cuidado, mientras no se caiga estamos salvados. Bien Jin toma—Jungkook tomó el broche en forma de trébol de cuatro hojas y lo puso en una pequeña bolsita de regalo— Ya sabes que hacer, procura que no se lo saque por nada, y que siempre lo use, idéate algo para que acepte

—De acuerdo, espero funcione

Suspiró guardando el supuesto regalo que le daría a aquel chico que se quedó con él, sin poner peros de por medio, aun recordaba el cálido cuerpo del contrario al estar acomodados juntos en el sillón.

Y al despertar darse cuenta de que se encontraba en su cama, y ningún rastro de Taehyung en su departamento. Le hubiera gustado que se quedara un poco más. Luego de ello no salió a buscarlo en caso de que se encontrara cerca. Él mismo sentía que había avanzado y recuperado un poco de aquel que era su Taehyung.

Al verlo saliendo al patio de la Universidad, los nervios comenzaron en su cuerpo. No tenía idea de porque, ya que antes no solía ponerse de esa manera ante su sola presencia. Esto era por el bien de Tae, al menos eso pensaba, porque no sabía que tan bien terminaría todo esto.

Se acercó a paso rápido y levantando la mano para que llamé su atención.

—Taehyung!

Lo llamó, una sonrisa apareció en ambos chicos al estar uno frente al otro. ¿Como debía empezar? Quizá un hola era muy bueno, pero las palabras no querían salir. Solo quedarse en silencio un poco más y no daba un ambiente incomodo, era todo lo contrario.

—Jin, como te sientes?

Preguntó manteniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. Luego de haber llorado en aquel jardín y recuperado volvió a casa por la madrugada, su madre estaba durmiendo, porque ya sabía que con todo lo que estaba pasando la estaba decepcionando.

—Mejor... me alegra verte, quería darte un regalo

Trago saliva sacando de su bolsillo la bolsita de regalo, sorprendiendo al contrario por el detalle, ni siquiera se lo esperaba después de las cosas que le hizo.

—No tenías porque... no he hecho nada bueno

Susurró agarrando el pequeño obsequio entre sus manos, de alguna forma sentía su corazón cálido y latir fuera de su curso normal, un tanto más rápido. Y una leve sonrisa en su rostro demostró que estaba encantado que su mayor le diera un regalo.

—Acéptalo por favor... quisiera que a donde vayas lo uses... trae buena suerte

Respondió un tanto culpable por las mentiras que iba diciéndole, aunque si fuera él... pronto le daría otro regalo por voluntad propia, en todo caso que no llegara a estar enojado con él.

Ambos estaban nerviosos, pero por distintas cosas, el mayor no estaba de esa manera porque el regalo no le llegara a gustar a Taehyung y este sus nervios eran de emoción y presencia de Jin. Porque Jin también lo quería.

Al abrirlo su sonrisa cuadrada se amplió al ver el broche de forma de trébol con cuatro hojas. Definitivamente lo usaría en todo momento si venía de parte de Jin, aunque por fuera no se notara todas sus emociones. SeokJin estaba entrando en su corazón, y tal vez ello estuvo pasando antes de que ellos se reencontraran.

—Muchas gracias, me encanta, lo voy a usar siempre

Sus ojos tenían un brillo único al ver a su hyung. Jin solo sonrió asintiendo la cabeza. No sabía si debía hacer eso con personas presentes, tal vez a Taehyung no le agrade, pero sus impulsos y el querer hacerlo fueron más fuertes. Lo abrazó con fuerza ignorando a todo sonido alrededor.


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Tal y como lo había dicho, el resto del día uso el broche que Jin le había regalado. Su ánimo subió y nadie logró rebajarlo. La noche llegó y esta vez debía volver a la realidad de su trabajo. Esta vez escuchó a esa voz que todo lo que hacía allí estaba mal, la culpa llegó de todos esos recuerdos lastimando a personas y el como sus manos se mancharon de sangre.

Cerrando los ojos y levantando su cabeza, en medio de una calle poco transitada, pronto pasarían por él. Nuevamente a ese sucio trabajo. Pero sus pensamientos fueron a una sola persona... Kim SeokJin.

"Estoy asustado"

"Estoy deteriorado"

"Estoy muy asustado"

"De que me dejes otra vez al final"

"Uso una máscara otra vez y voy a verte"

Todos sus sentimientos se estaban revolviendo, tal vez no sea fácil, pero tampoco es imposible poder arreglar sus errores y no perder por completo todo lo que ya tenía y en verdad no le daba valor, antes que a las cosas materiales. Porque no hay otro Min Yoongi, porque tampoco hay dos Kim SeokJin, todas esas personas que son importantes y debió alejarlos en algún momento, no toman el valor de lo que ahora podía comprar.

Mientras Taehyung se dirigía a la casa de su jefe, SeokJin nuevamente se iba acercando a ese lugar secreto, el jardín secreto. Necesitaba estar solo con sus emociones, aclararse. Si en algún momento todo eso podrá ser para bien, todo parecía derrumbarse que el hecho de pensar en estar con Taehyung de una manera romántica era totalmente difícil. ¿Qué pasaría si la policía lo descubría? ¿Qué pasaría si algo sale mal y Taehyung terminaba en un estado grave? Sabía muy en el fondo que él no merecía ir a la cárcel, pero hay cosas que no se pueden ocultar para siempre.

—"¿Qué puedo hacer...? En este jardín... en este mundo"

Se preguntó a si mismo sentándose en el pasto, con la presión en su pecho. Mirando la característica flor del lugar. No duró mucho y levantándose a tomar agua entre sus manos de aquel lago, lo llevó hasta la dicha flor para regarla un poco.

—"Hago florecer a una bonita flor que se parece a ti"

Susurró mirando alrededor, porque pronto acabaría con todo aquello que ahora pesaba en su cuerpo.

—"Sabes que eres mi respirar..."

"Pero aun te quiero"

—"Aun te quiero"

Sonrió mirando aquella flor azul, recordando a Taehyung. Podría estar loco, pero se veía a sí mismo en el pasado, presente y futuro, en todo momento a su lado, solo sonrisas, solo risas y superando todo camino que fuera hacerlos caer. Porque Taehyung no cayó, Jin siempre estuvo sosteniendo su mano para ayudarlo. Y Taehyung también, aunque no lo supiera. 


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Solo diré, unos capítulos más y esto se termina, ya siento el final de esta historia

Muéstrate Realmente - TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora