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—¿Estás bien?—mire al responsable de la pregunta y asentí viendo hacia otro lado nuevamente. David se sentó a mi lado y siguió viéndome.—pense que iba a verte ayer en la calle de las carreras

—estaba ocupada y cansada, quise solo irme a dormir—seguimos así un raro más hasta que llegó el resto de los chicos.

—hombre guapa ¿Donde estabas anoche?—dijo Alex palmeando mi espalda, haciéndome gruñir un poco de dolor. Me miró un poco serio así que le sonreí

—lo siento, dormí un poco mal y estoy algo adolorida—asintió como tranquilo y miró al resto

—estaba pensando salir de fiesta hoy, no acepto un no por respuesta.

—suena bien ¿Leo?—dijo Mangel y asentí. Ocupaba despejarme un poco de todo, así que porque no salir de fiesta.

—bien, ahora a clase de su maestro favorito—dijo David, tome el aire que me hacía falta para entrar al salón y Samuel ya estaba dentro.

No me dirigió la mirada hasta una vez empezada la clase, él comenzó a explicar algo acerca de Tomás de Aquino, yo estaba tratando de evitarlo pero sin pensarlo su mirada terminaba con la mía. Su clase se me hizo eterna e incómoda, pero en general el día puedo catalogarlo como ligero, pues cuando quise darme cuenta ha iba de salida con los chicos.

—te quiero arreglada que pasó por ti a las 9—amenazo Mangel y asenti, caminé hasta la guardería de Julieta, luego a la escuela por los niños y de regreso a casa.

—¿Saldrás hoy?—dijo Luz a lo que asentí mientras comíamos, hoy Gabriela estaba con nosotros así que cocino algo de sopa con carne y verduras.

—yo estaré con ustedes, su papá está "trabajando"—dijo ella y asentí. Esa era la clave para decir que estaba internado por su alcoholismo y no lo veríamos un par de días.

—¿Puedes llevarnos al parque?—sugirio Poncho y ella asintió tranquila.

Terminamos y me puse a ayudarles con la tarea, para casi las 6 me di una ducha, que fue casi una tortura debido a que algunas heridas ardían ante el contacto con el agua. Opte por algo que cubriera mis brazos y espalda, junto a mi chaqueta de cuero y unos pantalones y botines para completarlo. Eva llegó a mi casa para terminar de arreglarnos, los niños y Gabriela habían salido a cenar así que no tuve que hacer más, sabía que estarían a salvo.

—¿Lista para conquistar los antros de Madrid?—me reí y asentí saliendo de la casa, Mangel traía su auto esta vez así que pasó por nosotras y quedamos de vernos en el bar de siempre.

—¡Buena hora para llegar—dijo Alex cuando los encontramos en la mesa.

—no encontrábamos lugar, lo sentimos—dije y asintió ofreciéndole una cerveza, comenzamos a tomar un poco, platicando y conviviendo. Pasando un rato decidimos ir ahora si a algún antro para seguir la fiesta.

Encontramos uno, entramos todos y se veía un ambiente bastante juvenil, los chicos se alejaron para buscar algo de tomar mientras que nosotras íbamos poco a poco entrando en ambiente.

—¿Que onda con Samuel y tú?—dijo Jade y negué sin entender su pregunta—hoy los vi muy distantes

—pues parecían incomodos—continuo Eva y dude en platicarles.

—solo hoy no estaba de humor—dije para no hablar del tema

—no me hagas mucho caso, pero creo que acaba de llegar con un grupo de chicos

Me gire en busca de Samuel, venía entrando con un par de chicos, junto a él venía una chica muy guapa pero juraba haberla visto antes. Venían platicando hasta que me vio, se quedó quieto tratando de buscarme, cosa que aproveche para girarme e ignorarlo.

—aqui tienen, un par de cubas para las nenas—Mangel me tendió el vaso e instantáneamente lo tome pasándolo todo de jalón, todos me vieron algo sorprendidos pero solo les sonreí

—que comience la fiesta—se rieron y brindaron mientras continuaba mis bailando. La música era realmente buena, cantamos y bailamos como hace mucho no lo hacíamos. Tome un par de tragos más al punto de ya estar algo mareada por tanto alcohol.

—creo que es mucho alcohol para ti—me gire para ver al responsable y sonreí tomando mi cerveza

—yo creo que estás siguiendome—dije y se rió tomando la cerveza—uy chico, con mi alcohol no te metas.

—¿O qué harás?—lo acerque a mi y le sonreí.

—te puedo besar—miro su alrededor riéndose y enarque una ceja

—o huiras de nuevo—negue acercándolo a mi, lo tome de la mejilla y acerque mi rostro a su oreja

—vamos a bailar—la música que sonaba era algo para bailar sensualmente si lo querían ver así, no dude en llevármelo entre toda la gente, hacía rato que había perdido de vista a mis amigos pero sé que estarían bailando igual.

Lo tome y sin pensarlo comencé a acercarlo a mi al ritmo de la música, sus manos se deslizaban por mi cintura y me hacían tener sensaciones tan únicas, me gire nuevamente quedando de frente a él y no pude resistirme. Sus labios eran el fruto prohibido, y yo estaba deseosa de probarlos nuevamente. No hubo mucho problema en que cediera, el problema sería en dejarlo de hacer. Sus manos tomaron mi cintura y las mías no dejaron sus mejillas para darme buen acceso a todo él. Su lengua pidió la mía con desespero y no tuve otra opción que aceptarlo. Repase con ella un poco de su labio superior, él dió un mordisco al mío causándole soltar un jadeo.

—Samuel—dije separándome, a pesar de las luces que poco iluminaban, pude ver sus labios un poco hinchados, en sus ojos había algo más pero no sabría decir si era el efecto del alcohol o en verdad tenía ganas de seguir

—¿Vas a huir otra vez?—negue y lo llevé lejos de toda esa gente que en ningún momento dejo de bailar, había un pasillo que llevaba a una especie de salida de emergencia, la música ahí también se escuchaba y algunas parejas asistían ahí para tener un poco más de intimidad.

Samuel me arrinconó en cuanto tuvo oportunidad y la verdad no sé lo negué, al contrario, lo deseaba más que nunca, poco a poco bajo sus besos hacia mi cuello y eso hizo que la excitación viniera a mi. Lo tome nuevamente para juntar nuestros labios y seguir disfrutando de ese momento, pues ambos sabíamos que no volvería a pasar.

—¿Leo?—me separe viendo a Mangel sorprendido por la escena—ya...nos vamos

—si, voy en un minuto—asintio y se fue sin más, mire a Samuel y él ya lo hacía—nada de esto paso ¿Verdad?

—claro—fue su respuesta, me acerque a dejar un último beso y le sonreí sin más. Me aleje de él buscando a mis amigos por el estacionamiento, Eva iba más que dormida, Alex estaba riendo junto a Jade, Bea iba tranquila y a David ni sus luces.

—andando, ya pasan de las 3—dijo mi amigo, dejo a cada uno en sus respectivas casas, yo solo me despedí con un "gracias" y entre corriendo, dejé mis cosas en la entrada y solo tocar mi cama se que me quedé dormida, teniendo leves recuerdos de Samuel, yo y aquellos labios perfectos.
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~Mauren

Dangerous -S.D.L-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora