—¡Niños cálmense por favor! Vamos fuera—dije sacando a mis hermanos del cuarto. Estaba molesta ¿Cómo se le ocurría soltarles así de repente que se iba a morir?
—¿¡Papá nos abandonará también!?—dijo Luz y negué. Les dejé en la cama y suspiré
—quedense aquí, debo hablar con ellos. Hey, estaremos bien—dije acariciando sus caritas. Regrese al cuarto cerrando la puerta detrás de mi. Los dos seguían en la misma posición que cuando salí—¿Pueden explicarmelo?
—tu padre está muriendo—le mire, él no me veía a los ojos. No sabía que sentir al respecto. No era que me alegra que se muriera, pero tampoco me entristecía lo suficiente—su hígado se está deshaciendo, sus demás órganos poco a poco dejarán de funcionar.
—¿Cuánto tiempo?—dije y ella alzó los hombros.
—¿Cuánto tiempo?—repitio él, me quedé callada ante su mirada llena de odio y dolor a la vez—¿Para que puedas hacer qué exactamente?
—en saber cómo voy a cuidar a mis hermanos—dije fría.
—Leonore, estoy muriendo frente a tus ojos. Cada minuto una parte de mi se va, y a ti no te preocupa si quiera un poco tu padre—alce los hombros. No era que no me importase del todo, como dije, seguía siendo mi familia. Antes, cuando eramos solo Mauri y yo, teníamos unos buenos momentos. Mi padre se amargo cuando mamá nos abandono.
—¿Que podemos hacer?—dije está vez dirigiendome a Gabriela. Ella suspiró y me miró
—por el momento, llevarlo a revisiones y suministrarle el medicamento. También hay que decirle a los niños.
—de acuerdo—dije y suspiré. Me di la vuelta para saber que iba a decirle a Luz y Poncho.
—tu madre—me quedé en el lugar, lo mire y él suspiro—¿Ya la viste?
—¿Le llamaste?—asintio y me acerque a él—¿Para que?
—alguien debe hacerse cargo de los niños—negue cerrando los puños, iba a golpearlo—al menos deja que se haga cargo de ellos una vez.
—claro que no, no los voy a dejar con ella—comenzo a toser, tomo un trapo y cubrio su boca, expulsando de ella sangre.
—ella lo hará, es su tutora legal. Tu puedes irte si quieres—rode los ojos—dejame hacer algo bien por lo menos una vez.
—no sabes lo que haces—me tomo de la mano y me vio a los ojos. Casi pidiendo misericordia con ellos. En verdad estaba mal.
—escuchala por lo menos—no supe que hacer. Solo asenti y me sonrió. Salí del cuarto no sabiendo que había pasado en él. Sí estaba casi agonizando. Entre al cuarto donde los niños seguian sentados, en sus rostros se veía la tristeza, justo cuando empezábamos a mejorar, las cosas iban empeorando.
—¿Está bien?—dijo Mauri, cerré la puerta y me senté frente a ellos.
—tenemos que hablar—ellos parecían aún más consternados—papa está muy enfermo peques.
—¿Se morirá?—dijo Luz y me quedé callada ¿Cómo explicarle esto a un niño?
—no lo se—dije y comenzó a llorar, Poncho le abrazo y suspiré mirando a Mauri—hay algo que tengo que contarles—me vieron y tome el aire y calor suficiente para explicarle las cosas—papá y mamá se separaron hace mucho tiempo, yo he cuidado de ustedes todo este tiempo por qué soy la mayor, pero si papá llega a faltar, tendríamos que recurrir a otra opción.
—¿Gabriela?—negue y suspiré.
—tendrian que irse con mamá—se quedaron callados, espere a que me quisieran contestar.
—¿Tu no vendrás?—negue viendo a Poncho, ellos parecieron aún más confundidos y solté el aire.
—veremos que sucede con papá y trataremos de estar unidos—hablo Mauri, asenti y le sonreí. Los lleve a la cocina para que al menos pudieran comer un poco, de rato se unió Gabriela para cocinar algo y llevarlo al cuarto.
—¿Cuánto tiempo le dan?—dije viéndola, nos metimos en la cocina y ella suspiro
—cuando mucho dos meses—tome mi rostro y asenti—¿Ya la viste?
—si, me la tope el otro día en el centro comercial—mire a los niños y negue—no se en que estaba pensando cuando le llamo. Estoy a nada de conseguir el dinero que necesitamos.
—es lo mejor—hice una mueca y es sonrió un poco—deberias de hablar con ella.
Dejé que se fuera al cuarto, yo regrese con los niños, terminaron para bañarse y dejé que descansaran, tratando de olvidarse de todo un rato.
—hey—escuche del otro lado del teléfono, sonreí sentándome en la cama—siento llamarte hasta ahora, tuve un problema con los exámenes.
—no te preocupes, estuve con los niños. Mangel y ellos al final no pudieron venir, mejor para mi—tenia muchas ganas de llorar, no soportaría la idea de estar sin los niños si ellos se iban con ella.
—¿Todo bien?—negue conteniendo las ganas de gritarlo, sentí que las lágrimas ya salían y tome aire—Leo
—mi papá está enfermo, tal vez regrese mi madre y se lleve a los niños—se quedó en silencio. Yo tampoco sabría que hacer ante esa situación—no se los puede llevar. No quiero que lo haga.
—peque—quite las lágrimas y dejé salir el aire lentamente—yo se lo que ella te hizo, pero debes intentar calmarte.
—él dijo que estaba haciendo lo correcto pero no es cierto. Yo sé cómo es ella, no quiere a los niños, no ví ni una gota de arrepentimiento en sus ojos. No nos merece, no merece ser madre
No pude más, dejé salir el llanto que tenía y sabía que Samuel estaría ahí para consolarme. Hablamos horas, intento calmarme, luego intento convencerme de que sería buena idea escucharla al menos, solo yo, y si veía que de verdad quería intentarlo, dejarla que poco a poco se acercara a los niños. Discutimos un poco, no iba a negarlo. Ella no nos merecía, los niños prácticamente eran míos, y apuesto a que ella ni siquiera nos quería en primer lugar. Podría apostarle más a estar con Gabriela a estar con ella. Tenía que idear algo, o en el peor de los caso, luchar en juicio por la custodia de los niños. No veía como iba a terminar esto.
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~Mauren

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Dangerous -S.D.L-
Fiksi PenggemarLeonore Willson, una chica complicada si puede tomarse como descripcion, la vida no la ha tratado bien, pues a sus 18 años tiene que cuidar de sus hermanos menores: Mauricio de 15, Alfonso de 12, Luz de 8 y Julieta de 3. Tomando malos caminos y mal...