Dangerous -S.D.L-

37

—Leo es urgente que me abras la puerta—cerre los ojos tapándome con la almohada—que mira, no se ve que aguante mucho la puerta esta, de una patada la tiro abajo

—Joder Alex, así menos va a salir—escuché la voz de Mangel regañandole—peque que queremos verte.

—estoy bien, solo dejenme sola—dije lo bastante fuerte para que pudieran oírme.

—mira chica que ya está, yo no soy tan paciente como estos dos tarados—escuche abrir a la puerta y quite la almohada para ver a Bea parada frente a mi—joder hija mia, ¿Cuántos días llevas así?

—no lo sé, no he dormido después del 3ro—Eva se fue a abrir la ventana para que la luz entrara al cuarto haciéndo que me cubriera de nuevo con la sábana

—anda que te necesito fuera de esa cama. Se te hace tarde para la escuela y tienes exámenes pendientes—dijo Mangel acercándose con Bea a buscar algo de ropa

—mira yo iré a levantar a los niños y Alex irá a preparar el desayuno—dijo Eva sacando al mencionado para ayudar en los deberes.

—Mangel por favor—dije y mi amigo siguió en lo suyo.

—Mangel ni pollas, anda vete a la ducha que yo te ayudo aqui—dijo Bea tomando las sábanas para tender la cama, intente pedir ayuda a mi rechoncho amigo pero negó extendiendome un cambio de ropa.  Me levanté de la cama tomando la ropa y sin hacer más berrinche me dirigí al cuarto para tomar una ducha. Tarde más de lo que me hubiera gustado, me sentí fresca por un momento pero seguía sin ánimos de ir a presentar un examen para el cual no había estudiado y no pensaba en pasar.

—¿Verdad que nos sentimos mejor así?—dijo Bea al verme salir de la ducha, no le contesté y me sonrió—bien, ven vamos a maquillarte—negue quitandola

—miren agradezco lo que están haciendo, de verdad, pero se los juro que no tengo el más mínimo ánimo por ir a clase ahora, no lo he hecho en una semana y no pienso ir ahora.

—y no dejaremos que arruines tu buen promedio que llevabas hasta el momento—secundo Eva a Bea.

—vamos Leo—dijo Luz, la vi un momento y suspire asintiendo. Tomamos las cosas y comenzamos a caminar todos hasta el bus, dónde después dejamos a los niños en su colegio y a Juli en la guardería. Cada paso más cerca del colegio, más se me revolvía el estómago y negué frenandome de pronto.

—no puedo—dije viéndolos. Negaron y Mangel y Alex me tomaron de la mano—chicos, no puedo de verdad. No quiero verlo.

—hey, pero si estaremos contigo en todo momento—negue intentando soltarme. Tenía unas inmensas ganas de llorar, como los últimos días, no entendía como es que seguía soltando llanto.

—por favor déjenme ir a casa—se vieron un segundo.

—Leonore, nosotros también lo estamos intentando, pero también nos podemos llegar a cansar—dijo Bea y asenti quitando las lágrimas de mis mejillas.

—y se los agradezco que a pesar de todo sigan aquí, pero no me siento lista aún—ellos se vieron y suspiraron

—pues venga, no entramos todos—dijo Alex sonriendome. Negué y asintio—que vamos contigo a donde quieras.

—chicos—senti un poco de calor en mi  pecho, al saber que si contaba con ellos. No podía dejar que perdieran su exámen—si en cualquier momento me quiero ir, por favor no me lo impidan

—dalo por hecho—dijo Mangel sonriendome. Quite las lágrimas y tome un poco de aire para calmarme. Continuamos caminando hasta la escuela, dónde cada uno parecía en su rollo.

—anda vamos al examen—dijo Alex y asenti siguiéndole

—yo pensé que ya te habías dado de baja o algo—escuche a mis espaldas, mire a Jade de la mano de David, abrieron un poco los ojos cuando les vi—hola Leo

No dije nada, alce las cejas en un pequeño saludo y continuamos el camino. Me acompañaron a dirección para ver qué tanto había afectado la semana que no había asistido y como podía recuperar mis exámenes y trabajo, que para sopresa mía no eran muchos.

—debemos irnos nosotros—dijo Bea viendo que hablaba con la de relaciones académicas—te esperamos ahí ¿Vale?

Asentí hacia mis amigos y hablé un par de minutos con la directora del área para poder pedir un permiso especial y cosas así. Me entrego un papel que debían firmar ciertos profesores para otorgarme o no el permiso para presentar exámenes esta semana.

Caminé hasta el salón para presentar el examen. Abrí la puerta viendo primero a mis amigos y su cara un segundo, mire al profesor para pedir permiso de entrar y la sangre se me bajo a los pies. Si pudiera llorar en ese mismo momento lo hubiera hecho. Las piernas me flaquearon y el nudo en la garganta se hizo presente al verlo. Había quitado su barba por completo, dándole un aspecto más joven, pero sus ojos estaban con unas evidentes ojeras, a mi parecer lucía decaído y pálido, pero parecía llevarlo muy bien.

—perdon, pensé que era examen de matemáticas—salio a penas, le mantuve un rato la mirada y él parecía congelado

—de hecho es aquí, el profesor no pudo asistir así que vine yo a suplirlo para el examen. Tome asiento junto a Alejandro—queria salir corriendo de ahí, no se en que momento mis pies reaccionaron para caminar hasta mi amigo que lucía igual de asustado que yo—bien, chicos saquen su material y les pasaré su examen, tienen una hora para contestarlo.

—no sabía que iba él a aplicar la prueba—dijo Alex en voz baja, negué mirando hacia el pupitre intentando controlarme las ganas de soltar el llanto.

La prueba respondí solo la mitad, luego de eso Alex me ayudó a pasar algunas respuestas pero ni siquiera en eso podía concentrarme por sentir una mirada en especial. Las manos me temblaban y más de una vez se me escapó una lágrima sobre aquellas hojas de papel.

Los alumnos poco a poco iban saliendo, yo sentía que si estaba un minuto más ahí iba a quebrarme aún más. Así que me levante sin ver a ninguno de mis amigos, le entregué el examen y me vio lo que para mí parecieron horas.

—debo hablar con usted señorita Willson. Acerca de su proyecto y examen final.

—yo...no puedo ahora, debo ir a checar algo—dije y sentí que la voz comenzaba a fallarme.

—es muy importante—con la mirada parecía suplicarmelo. Asentí mirando hacia otro lado que no fuera a sus hipnotizantes ojos

—yo lo busco, gracias—me di la vuelta caminando fuera, no solo del salón sino también fuera de la escuela. Tome aire y lo deje salir de golpe

—Leo—un escalofrío me recorrió la columna y le ví, estaba agotado por correr y parecía que algo más pasaría, ambos queríamos decir algo pero yo no sabía si decir "lo siento" o "pudrete"

—tengo que irme—si seguía un segundo más ahí soltaría el llanto. Parecía derrotado cuando me di la vuelta y comencé a caminar de vuelta a casa, no quería salir nuevamente. No podría escucharlo. No creo que hubiera de nuevo un "nosotros".

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Uffff, capitulazo verdaaad 😂❤️
Espero lo disfruten y que le den su amorts. Además he publicado una nueva historia de Willyberto para que también se den una vuelta por ahí. Los amoooo

~Mauren