Dangerous -S.D.L-

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—gracias por acompañarme a casa—Samuel se bajó del auto y me abrió la puerta del otro lado. Nos tuvimos frente a frente y le sonreí un poco—hablaremos otro día

—lo se, descansa peque—asenti dejando un beso en su mejilla. Gabriela bajó detrás y entramos a la casa. Habíamos hablado que podría quedarse pues después de todo nos teníamos la una a la otra ahora que no estaba Francisco. Ella acepto y le prometí buscar trabajo para salir adelante las dos.

La casa nuevamente se sentía sola, fría, daba miedo.

—creo que iré a acostarme un poco—dijo ella y asenti.

—ire a traer algo de comer. Mañana podríamos comenzar a empacar las cosas que de papa—asintio. Se fue a su cuarto y yo tomé algo de dinero para ir por comida y esas cosas. Tenía mucho que pensar, sobre todo la plática que tendría con Samuel, debía ser pronto o al menos así esperaba. Se que él estaría ahí, no dudo que se haga cargo, pero ¿Cómo estaríamos nosotros?

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—¿Quieres desayunar?—negue tomando mi bolsa y los papeles que debía presentar hoy—suerte

—gracias—dije sonriendo un poco a Gabriela. Tome las llaves y me fui de la casa con rumbo al lugar donde vería al abogado, tome el bus hasta las oficinas, presente mi caso y me dijo que me llamaría en un par de días para ver qué podíamos hacer. Logré tener el dinero para contratarlo y ver qué pasaría con la custodia de los niños.

Me pase por el taller de Frank un rato, hablé acerca de los trámites y para la hora de la comida tuve que ir al lugar donde trabajaba. Era una pequeña tienda de discos, playeras y cosas varias. Atendía al frente, acomodaba las vitrinas entre otros deberes por ahí. La paga no era muy mala, para el medio tiempo que trabajaba la verdad era bueno.

Hoy especialmente teníamos una venta especial, por lo que estuve de arriba abajo en la bodega, la caja y acomodando las cosas.

—¿Podria ayudarme señorita?—escuche mientras buscaba unas cosas en un anaquel bastante alto.

—¿Buscaba algo en especial?—intente alcanzar la caja pero era muy alta, las manos de la persona la tomaron y un rico aroma me inundó, sabía a quién le pertenecía, no había duda alguna. Le ví lentamente y me sonrió poco a poco.

—a la señorita Leonore Willson—sonrei.

—¿Que haces aquí Samuel?—caminamos de vuelta a la tienda, ya casi era hora de cerrar por lo que quería tener todo listo antes de salir.

—vine a ver cómo estabas—me ayudo con aquella caja y me seguía mientras acomodaba los discos—saber de ti. Desde lo de tu papá no te había visto.

Era cierto, casi eran ya otras 3 semanas después de la muerte de mi padre, lo que quería decir que ya estaba mi casi 3er mes de embarazo, según mi ginecólogo, aún faltaba una semana pero había ocultado ese hecho bastante bien.

Los síntomas habían disminuido, al menos los vomitos, había estado tomando medicamentos como vitaminas y ácido fólico que era bueno, aún no sabíamos que iba a ser, preferís que fuera sorpresa. Lo importante era que estuviera sano el o la bebé.

—he estado ocupada—le dije mientras terminaba de acomodar los discos que estaban regados—he tenido trabajo y cosas en que pensar. Por cierto ¿Cómo me encontraste?

—me tope a Mangel y él me lo dijo—asenti—¿Terminas tu turno ya? Podemos salir a cenar está vez.

Lo había extrañado demasiado, había echado de menos tantas cosas a su lado que parecía que había pasado mucho tiempo sin estar con él. Le mire un instante. Asentí y me ayudó a terminar de acomodar las cosas, tanto a cerrar la tienda y despedirme de Joel, un colega del trabajo.

—esta vez yo pago—dije mientras entrabamos a una tienda de comida rápida, antes que pudiera decir algo ya había tomado las cosas y le sonreí—ven, sentemonos

—te noto diferente—alce los hombros, lo hice que se sentará en las escaleras del mall. Estaba casi solo, aquí era donde normalmente nos sentamos. Con el embarazo había aprendido a estar yo sola, que no necesitaba a nadie más que a mí misma y a mi bebé.

—creo que estoy empezando a quererme un poco más es todo—asintio mientras comíamos en silencio de nuestra hamburguesa, le veía de reojo y él parecía no parar de verme. Sentía que quería transmitir todo en esa mirada, y lo lograba, me sentía nerviosa a su lado y le daba unas pequeñas sonrisas.

—¿Cómo estás?—tome aire y asenti.

—estoy bien, creo que más tranquila cada dia—le ví y le sonrei—¿Cómo estás tú? ¿Cómo está tu familia?

—Mariana y Ruth preguntan por ti día y noche, al igual que mamá, papá ha estado de viaje los últimos días pero dentro de todo están bien—le sonreí asintiendo.

—dales saludos de mi parte cuando los veas—asintio mientras terminaba los de comer. Guardamos los restos y me dedique a verlo, él solo me sonreí como embobado—¿Que pasa?

—luces diferente, me gusta eso—le sonreí de vuelta—¿Crees que podamos hablar?

Tome aire, con todo lo que había pasado, tuve tiempo de pensar en nosotros, había estado esperando a que me diera una explicación, algo pero hoy estaba segura de que no quería hacerlo.

—¿Me permites hablar primero?—asintio y le sonrei—cuando paso lo tuyo con Valerie, creí que necesitaba una explicación, pero me dolía demasiado el pensar que tenía que escuchar algo que no quería, tenía miedo. Pero hoy se que seguirá doliendo, no con la misma intensidad, pero ahí está, no se si pueda seguir sabiendo eso Samu, pero quiero dejarlo en el pasado—parece ser que mi respuesta lo dejo atónito, no me dijo nada. Se quedó así unos segundos y suspiró.

—¿Entonces mi discurso de disculpa que llevo practicando no servirá de nada verdad?—me reí y alce los hombros—es un hecho que te perdí

—no dije eso Samu—su mirada de pronto parecía perdida—creo que te he amado como a nadie, me doliste como nadie pero simplemente no quiero saber que paso con ella ese día, solo quiero ver hacia adelante—le tome de la mano y le hice verme, el corazón me latía muy rápido de los nervios—y si es contigo mejor.

—mujer me tienes vuelto loco ¿Lo sabes?—me reí y asenti, el celular en mi bolsillo vibraba pero no quería ni verlo, nuevamente sentía a Samuel cerca como para interrumpirlo por una llamada posiblemente de Mangel para ver cómo estaba—solo quiero que sepas que si me dejas tenerte a mi lado nuevamente, no te voy a decepcionar.

—tambien hay algo que debo decirte—las manos me temblaban, sentía que sudaba frío y estaba a punto de decirle sin rodeos que iba a ser papá. Ahora que estábamos mejor que nunca. El teléfono seguía en llamada y tuve que ver quién era, el de Samuel también se escuchó así que aprovecho para contestar también. Era Gabriela.

—¿Dónde estás? ¿Viste las llamadas y mensajes?—fue lo que escuche, mire nuevamente y me sorprendió que en efecto, tenía más de 20 mensajes de ella y de Frank, además de llamadas perdidas.

—acabo de salir de trabajar ¿Estás bien?—mire a Samuel sin saber que estaba sucediendo, él tenía una cara de e seriedad mientras se tocaba el rostro, me vio y sentí mi corazón latir más lento, tanto que dolía.

—Leo...Mauri desapareció.

Y volvía a doler.

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No saben la que les espera.

Prepárense para unos capítulos intensos. ¿Que creían? ¿Todo color de rosas? Pues no.

Aprovechando que están aquí xd. Nunca en ningún fic hice esto, pero espero lo lean jajaja

Pues quería si podían seguirme en Instagram, para que ahí conozcan un poco de mi y de las tontadas que publico, (@mau_z4 es mi user en IG)
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Pues nada, esperen otro capítulo...pronto...más pronto de lo que creen.... Creo😂😱

~Mauren