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3 semanas. 3 semanas se podían medir en distintas cosas. Para algunos podría parecer muy poco tiempo, otros una eternidad. Yo estaba de acuerdo con el segundo grupo.

3 semanas en el hospital fueron las más pesadas que nunca hubiera pensado.

Estaba entrando casi en mi cuarta semana pero ya en zona fuera de peligro, podía tener un poco más de visitas y compartir cuarto con otras 5 personas.

Había tenido reposo absoluto, para sanar las heridas, moretones, la pierna aún me dolía y el cuello podía moverlo ligeramente. El bebé venía bien, no tenía problemas y cada día era más grande.

Los chicos me visitaban seguido, a veces se intercambiaban entre ellos para quedarse a cuidarme. Mis hermanos podía verlos por videollamadas, menos Mauri, no había querido hablar conmigo todo este tiempo. Por lo que me decía Samuel estaba demasiado triste, seguía culpandose de ciertas cosas y la estaba pasando mal. Por eso necesitaba irme de este lugar en cuanto antes.

—¿Cómo está esa futura mamá?—mire a los chicos entrar al cuarto y sonrei al ver que traían varias bolsas

—¿No podían dejar eso en casa?—dije levantándome un poco de la camilla con ayuda de Samuel.

—joder es que se los dije—reclamo Alex—pero Eva y Bea no pudieron resistirse

—es que mira que cositas más monas—dijo la pelirroja tomando un mameluco y mostrandomelo. Era blanco porque aún no sabíamos si era niño o niña—dime que no está precioso.

—es muy lindo—dije sonriendole

—mira que sus tías Eva y Bea lo van o la van a traer vestido siempre—dijo Mangel sonriente. Asentí y enarque una ceja

—la mamá también tiene que tener nueva ropa eh—se rieron y Frank saco una bolsa

—al menos para esta semana que salgas tienes ropa comoda—le sonreí

—gracias, ya veo quien quiere ser el padrino—las chicas me dieron una mala cara pero les sonreí.

—¿Qué novedades tienen?—pregunto Frank viendo a Samuel.

—la darán de alta el pasado mañana, tendrá que permanecer unos días más en reposo y hacer mínimos esfuerzos—dijo según lo que nos habían informado—tendremos que acondicionar el cuarto para que esté lo mejor posible.

—podemos ayudarte mañana—se ofrecieron Alex y Mangel

—y nosotros te cuidaremos—dijo Eva tomando a Bea de la mano. Les sonreí agradecida.

—no tienen que molestarse chicos, solo serán unos días en cama, luego tendré que seguir mi vida.

—no mujer, tú tendrás que ocuparte solamente de ese bebe—dijo Alex y rodé los ojos. No les iba a ganar en esta discusión.

Se quedaron un par de minutos más, luego se fueron todos menos Eva y Bea, para que Samuel pudiera descansar un poco. Me dormí la mayor parte del día y solo desperté para ir al baño en compañía de las chicas

Para el miércoles estaba ansiosa por irme del hospital. No me habían tratado mal, los enfermeros y enfermeras bromeaban de vez en cuando conmigo, la comida no era tan mala pero necesitaba estar ya en mi casa.

—quieres dejar de moverte por Dios—dijo Eva mientras intentaba ponerme una blusa holgada.

—tengo casi todo el cuerpo vendado, aunque quisiera, no puedo Eva—dije mientras intentaba buscar por dónde pasar la cabeza. Escuché como abrían la puerta del baño y cuando por fin pude vi a Bea sonriendo.

Dangerous -S.D.L-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora