¿Embarazada? De las mil y un formas en las que pensaba ninguna había incluído esa por supuesto. No creia que fuera una buena madre, por el simple hecho de que tengo muchos problemas encima, problemas que incluso no debería de adjudicarme, pero ahí estaban, al final de cuentas todos corrían conmigo porque siempre traté de dar lo mejor de mi.
Cuando Rubén se fue, todo eso había quedado atrás, tenía mi propia pena y mi propio sufrimiento como para estar con los demás, pero mis hermanos me necesitaban, tan solo Juli era una bebé, los chicos no entendían del todo que pasaba y yo debía estar ahí para ellos. Así que volví a hacerme un poco fuerte, a intentar que mis problemas quedarán atrás y ayudar en los demás, pero llegó Samuel. Samuel había sido maravilloso, como un rayo de luz en aquellas sombras que me oprimian, como aquella esperanza en la agonía, como si él fuera una especie de señal o algo por el estilo que iba a salvarme. Y había dejado que entrara a mi vida, de una u otra forma me ayudó a también sanar esa herida de Rubén, pero ahora había dejado algo más, no solo me hizo quebrarme aún más de lo que ya sabía, sino que ahora tenía algo de él creciendo dentro de mi, una pequeña parte de lo mucho que nos habíamos querido y de lo que nos queríamos. No estaba segura si quiera si iba a tenerlo, podía comprar una pastilla abortiva y dejarlo ahí, sería mi salida más fácil, nadie lo sabía, nadie lo sabrá.
El día que lo supe fue como un choque de emociones dentro, una y miles de ideas pasaron por mi cabeza, el estar con los chicos parecía hacerme pensar y darle más vueltas al asunto, estaba una idea presente a pesar de todo y era simplemente el camino fácil. Ese bebé no merecía que le diera una vida mediocre, no merecía que no estuviera así en mis planes y no sabía lo que me deparaba el futuro, era incierto y si todo salía mal me culparía por no haber puesto fin a esto antes.
Ese día salió Francisco del hospital, tuve que pagar de igual forma por el medicamento, lo que cobraban por estar ahí y ciertas cosas más mientras lo teníamos en casa. Los chicos estuvieron ahí en todo momento, ayudándome con las cosas en casa, prepararon comida para estar ahí y pude agradecerles por su apoyo incondicional. La noche llegó y con ello la casa se quedó vacía, y eso también obligó a mi cabeza a pensar cada vez más todo mi entorno, todo lo que me pasaba y lo que haría con el bebé cada vez era más claro.
No era muy tarde, decidí que iba a salir un rato, Gabriela había llegado a casa y podía estar a cargo de mi padre mientras salía a caminar y ponerle fin a esto.
Andando hacia la farmacia las cosas comenzaban a verse confusas, si bien sabía hacia donde me dirigía, en el fondo no quería hacerlo, aunque pensaba que era lo mejor a final de cuentas. Entrando a la farmacia tuve que formarme para que me pudieran dar el medicamento en la caja. Y delante de mi iba una mujer con un bebé, un niño de 1 año tal vez, apenas podía sostenerse y estaba de pie junto a su madre. Me vio y sonreía, no se si era porque todas las personas hacemos eso pero el bebé tenia el efecto de querer hacerle mil y un muecas y caras graciosas para hacerlo sonreír aún más. El bebé torpemente comenzó a caminar hasta mi y se detuvo en mis piernas.
—oye, a dónde vas ¿Eh?—dije al pequeñín, solo me veía con su boca abierta, asomando su primer diente, sus grandes ojos como apreciando lo alta que era a comparación de él y sus manos regordetas se agarraban a mi pantalón. Lo tome en brazos y le sonreí cuando pareció entretenerse con uno de mis collares.
—oh como lo siento—dijo la mujer frente a mi, negué entregándole a su bebé y ella le sonrio—dile adiós a tu amiga—el bebé agitó su mano exageradamente con ayuda de su madre mientras se reía y algo en mi se movió, tal vez fue el instinto materno que le llaman, yo podía hacerlo, con ayuda de Samuel o sin él. No podía abortarlo, no podría con la consciencia. No lo haría
Así como entre salí de aquella farmacia y regrese a mi casa, intente dormir un rato y lo logré. Por un solo día luego de tantos pude dormir, pensando que podría ser feliz, por fin iba a serlo tal vez después de tanto. No iba a abandonar a este bebé, iba a ser lo que me mantendría viva. Iba a luchar por ello.
Para el día de hoy ya eran un par de días más, habíamos tenido que adaptar nuestra rutina a los cuidados de mi padre, Gabriela trabajaba en las mañanas hasta las 3 de la tarde, yo ayudaba a mi padre en las labores del hogar, a hacer algo de comer y hacer las compras y manteniamos esa rutina mientras él tomaba su medicamento. Yo ya estaba en busca de trabajos de medio tiempo para poder ayudar en la casa.
No esperaba mucho de esta nueva vida, no esperaba que fuera llena de lujos y esas cosas, pero al menos lo intentaría por este día, al menos por una vez intentaría hacerlo bien.
Frank venía en las tardes para hablar y salir a dar una vuelta caminando, me hablaba de Mariana, yo de mi día, a veces venian mis amigos y comíamos en casa pero parece ser que intentabamos retomar aquello que creíamos perdido, aquello que parecía no volver a regresar. O al menos eso era, un intento.
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Está corto pero el que sigue es bastante largo.
Este es un capítulo diferente a lo que suelo escribir pero lo ví necesario para que entiendan el contexto de lo que fue para Leo la noticia.
¿Y ustedes cómo la tomaron?
Los leo
~Mauren
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Dangerous -S.D.L-
FanfictionLeonore Willson, una chica complicada si puede tomarse como descripcion, la vida no la ha tratado bien, pues a sus 18 años tiene que cuidar de sus hermanos menores: Mauricio de 15, Alfonso de 12, Luz de 8 y Julieta de 3. Tomando malos caminos y mal...