Olivia gime, debajo de mí. Dejo un beso en su cuello y me incorporo un poco, sin dejar de moverme. Una mano se posa en mi cadera, desde atrás, y noto a Marcus duro contra mi culo. Me lubrica con el gel que guarda en el armario de su habitación y pronto lo noto presionándose contra mi entrada. Cierro los ojos y empieza a entrar. Dejo de moverme y Liv suelta un quejido, pero en cuanto ve lo que está pasando su expresión de disconformidad se convierte en una sonrisa.
—Joder —gimo cuando está completamente dentro y empieza a moverse poco a poco.
Intento encontrar un ritmo para poder moverme yo también, pero pronto nos damos cuenta de que no va a ser tarea fácil, así que salgo de Liv y meto la cara entre sus piernas.
Media hora más tarde estoy echado en la cama. Marcus se viste y Olivia está desnuda, sentada al lado de la ventana y fumando.
—Llegaremos tarde —nos advierte Marcus, y sonrío.
En menos de una hora hemos quedado en el piso de Nathalie, que lo inaugura hoy, para celebrar que ha salido de su barrio de toda la vida, que su familia ahora vive a kilómetros de ella y que acaba de fichar por una importante agencia de modelos.
—Tú te estresas mucho —le digo, tapándome con las sábanas como si fuera a ponerme a dormir—. Acabas de correrte, disfruta de la relajación posorgásmica.
—Eres tú, que vives muy relajado —contesta, robándome la sábana para obligarme a levantarme.
—Uy, sí, relajadísimo. —Suelto una carcajada—. Oye, dice Nathalie que a lo mejor viene el bombón que tiene por abogado.
—Lo siento, está casado —me dice Liv.
—Eso dicen todos, y luego se les olvida. —Le guiño un ojo y ella ríe.
—Claro, que estamos ante Nathaniel el irresistible —dice Marcus, tirándome mi ropa encima para que me vista.
—Es que nadie se me resiste, soy como un imán —bromeo.
—El tal Julian Fitzroy parece que sí que se te resistió —dice Olivia con intención de picarme, y le muestro el dedo corazón.
—Que te den —le digo, sin dejar el tono divertido—. Ya volverá. Dale tiempo.
En realidad el que parece que me esté dando tiempo es Jude, porque hace un mes que no sé nada de él. En las reuniones online siempre ha estado su padre con Leonard Albarn, incluso ocasionalmente Danielle, pero nunca Jude. Maldito Fitzroy, que no sale de mi cabeza. No os diré que esté enamorado ni nada de eso, aunque no tengo problemas para admitir que me gusta, pero el no tener contacto con él me hace obsesionarme más y más. He follado bastante este mes, pero sigo sin quitarme a este hombre de la cabeza.
Me ducho con Liv. Estamos a punto de hacerlo otra vez, pero Marcus nos corta la diversión dándonos prisa otra vez, así que salimos y nos vestimos rápidamente. Dado que el sistema de transporte público de esta ciudad es nefasto, elegimos el taxi para ir hasta ahí. Marcus nos ofrece ir en su coche pero, aunque el nuevo barrio de Nathalie es relativamente tranquilo y poco céntrico, hay muchas probabilidades de que no haya sitio para aparcar, y ya vamos suficientemente tarde.
—Las ocho y cinco —dice Nathalie en cuanto nos abre la puerta—. Estoy sorprendida de varias formas. Me sorprende que Marcus haya llegado cinco minutos tarde, y que vosotros dos tan temprano.
—Siempre es un placer sorprenderte, querida —le digo, haciendo una reverencia formal, y ella ríe antes de abrazarme.
—Pasad, pasad —nos invita a entrar después de saludarnos a todos.
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Desarmando a Nate [Saga Smeed 4]
RomanceNate es atrevido, descarado e irremediablemente alocado. Tiene a hombres y mujeres comiendo de la palma de su mano, sabe cómo manipular a las personas. Pero con lo que no contaba es que encontraría a alguien aún peor que él.