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¡DAN ha vuelto! Jeje :)

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Ni siquiera sé cuánto rato llevamos aquí dentro, bailando y bebiendo, pero me importa más bien poco, sobre todo cuando la boca de Jude se va acercando peligrosamente a la mía de vez en cuando. A ratos se encuentran y otros se tientan, pero entre esto y las copas que llevo encima, estoy tan caliente que apenas puedo soportarlo.

Beatrice está muy contenta. Apenas la conozco, solo de cuando nos ayudó a buscar a Alice hace meses, cuando desapareció, pero algo me dice que no ha tenido una vida fácil. Y ese "algo" que me lo dice es Deena, que me lo contó todo un día que le robó el móvil a Louis mientras hacíamos videollamada para poder hablar conmigo. Dice que así comprendo mejor al entorno de Jude, porque está convencida de que terminaremos casados y con mil hijos.

Casados no sé, pero como no deje de mirarme así terminaremos haciéndolo contra la pared del baño de la discoteca, o de la suite que Jude tan convenientemente ha reservado... o de ambas.

—Chico de Kensington —me llama Jude, colgándose de mi cuello mientras yo lucho por que no se me ponga dura aquí en medio—. Siempre he dicho que la genética ha sido maravillosa con los Smeed.

—Ya lo creo —contesto en tono de broma, aunque hay que admitir que no estamos mal. De Louis ni opino, porque está claro que, siendo casi igual que yo, es un bombón; Noah es adorable, Alice es guapa y extravagante, y Alex tiene ese toque de belleza tejana, además de sus pintas de chica dura—. Pero supongo que no es tan impresionante como tener sangre azul.

Sonrío al decirlo, recordando cuando me enteré de que la madre de Jude está relacionada con la realeza británica.

—Te lo dije y te lo repito, Nathaniel Smeed: puedes morderme y comprobarlo. —Me da una sonrisa ladina y tengo que contenerme para no hacer lo que me dice.

—Ten cuidado, Julian Fitzroy —contesto, siguiéndole el juego—. Puede que te guste.

—Oh, estoy seguro de que me gustará —dice justo antes de dejar un beso en la comisura de mis labios y apartarse para ir a pedir otra ronda a la barra.

Suelto una carcajada cuando veo cómo se va tan tranquilo, y niego con la cabeza. No tengo ni idea de qué es lo que pasa por su mente, ni de a dónde nos llevará esto, pero la verdad es que no estoy preocupado. Me lo estoy pasando bien. Joder, si me lo estoy pasando bien.

Veo cómo Bea se abraza a Matt, haciendo una imagen tierna e inusual en un sitio como este, en el que parece no existir la delicadeza. Él acaricia su pelo rojizo, tomándose su tiempo, y finalmente deja un beso en su cabeza. Ella sonríe como si nunca hubiera sido tan feliz, y me hace plantearme cómo debe ser estar así con una persona, sentir esa plenitud.

Mi única pareja fue Annie, en secundaria, y era una relación algo rara. Nos queríamos, sí, o al menos eso creo, pero creo que con la adultez y la experiencia, uno es capaz de percibir las relaciones de otra forma.

—No creo que estén interesados en un trío, pero puedes intentarlo —escucho la voz de Jude a mi lado, y me giro para verlo sonreír con diversión.

—No estaba pensando en eso. —Suelto una carcajada, y él levanta una ceja.

—¿En qué pensabas, entonces? —inquiere, mostrando su lado curioso.

Lo miro con una media sonrisa.

—En nada importante —respondo, y debo admitir que estoy intentando hacerme un poco el misterioso.

Muevo mi mano para que roce la suya sutilmente, y no puedo ocultar una sonrisa de satisfacción al notar cómo su cuerpo se tensa, reaccionando a mi caricia. Entonces me la devuelve, con la misma sutileza, y tengo que resistir el impulso de morderme el labio.

Desarmando a Nate [Saga Smeed 4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora