Desarmando a Nate [Saga Smeed 4]

13

Lo que me despierta a la mañana siguiente no es mi despertador, ni un rayo de sol dándome en la cara, ni los pajaritos cantando, no, son golpes en la puerta de mi habitación. Alguien la está golpeando por fuerza y me incorporo como puedo, frotándome los ojos y maldiciendo a quien sea que se le haya ocurrido venir a dar porrazos a mi puerta a estas horas —y eso que ni siquiera sé qué hora es—. Miro al reloj: las siete y media de la mañana. Vale, decididamente estoy molesto. Podría haber dormido una hora más.

Salgo de la cama y camino hacia la puerta sin preocuparme por vestirme. Si alguien quiere molestarme a estas horas tendrá que lidiar conmigo en calzoncillos. Acerco el ojo a la mirilla y veo a Milana, envuelta en una bata de estar por casa, golpeando mi puerta.

Abro con pesadez y la miro.

—¿Qué pasa? —pregunto, algo adormilado.

—Que tenemos un problema enorme —dice, sacando su móvil del bolsillo de su bata y mostrándome algo en la pantalla.

Es una foto de Jude y yo besándonos ayer, en la gala. Está algo oscura pero se nos puede reconocer bastante bien, porque en ese pasillo había luz. Tenue, pero luz al fin y al cabo.

¿Qué es esto?

—¿Me seguiste y me hiciste una foto? Eso no es para nada raro, Milana —contesto con sarcasmo.

—A mí tu vida sexual no me interesa, siempre y cuando no afecte a la empresa —responde ella, llevando las manos a su cintura, con el móvil aún en una de ellas—. Esta foto la hizo alguien, no sabemos quién, pero está por todo internet. Felicidades, sois la pareja gay del año.

—Oh —contesto, sin saber muy bien cómo sentirme.

En cualquier otra ocasión me daría absolutamente igual, aunque nunca ha terminado de hacerme gracia que mi vida privada esté por las redes sin mi permiso, pero creo que a Roger Fitzroy no le hará demasiada gracia... Y tengo una reunión con él en dos horas. Genial.

Además, ¿cómo diablos nos hicieron una foto? No escuchamos nada, aunque a lo mejor estábamos demasiado ocupados calentándonos mutuamente y besándonos. El solo pensamiento hace que me despierte de golpe, pero me obligo a controlarme, porque tener una erección delante de la mujer que estuvo casada con mi padre y que está enfadada conmigo suena a una idea pésima.

—¿Oh? —Milana levanta una ceja, y parece que quiera golpearme con el móvil en la cara—. ¿Eso es todo lo que tienes a decir?

—No voy a disculparme por haberme liado con Jude —aclaro—. He intentado evitarlo porque sabía que podríamos tener problemas, pero al menos intenté hacerlo en un lugar donde no hubiera nadie.

—Pues al parecer ese plan muy bien no salió —contesta con un suspiro—. No vengo a meterte la bronca por haberlo hecho, y no eres idiota; sé que tuviste cuidado de que nadie os viera. Hay personas que son como ninjas, a mí también me han hecho muchas fotos y no me he ni enterado, aunque no estaba haciendo nada comprometido.

—Ya. —Me encojo de hombros.— Y, ahora... ¿Qué hacemos?

—Tienes una reunión con F&A en dos horas —contesta—. Aunque no me gusta dejarte solo dadas las circunstancias, ya te dije que no podría venir porque le prometí a Noah que iríamos a la escuela juntos. A lo que sí puedo ayudarte es a preparar esa reunión para que sea impecable. Roger Fitzroy puede ser un tipo duro de pelar, pero no es idiota. No rompería un acuerdo que le beneficia tanto solo porque te has besado con su hijo. Puede que ni le importe que lo hayas hecho.

Jude me ha mencionado alguna vez que su padre se siente un desgraciado por tener un hijo gay, lo que se traduce en homofobia, que viene a significar que la reunión de hoy será muy tensa. Qué pereza.