Blas y yo nos terminamos de cambiar, no nos avergüenza cambiarnos juntos, nuestros niveles de confianza ya están muy elevados.
—Elle, ¿Me ayudas?—dice señalando su pantalón que se encuentra a medio camino de su yeso, asiento y voy hacia él para ayudarlo.
Es un simple pantalón deportivo corto, color negro, se que Blas odia esta situación con su pierna debido, además de que no puede hacer muchas cosas, a tener que usar ropa simple, cosa que no es muy de su agrado, pero como soy una buena amiga lo acompañaré en su simpleza.
—Odio esto—dice y se tumba sobre la cama.
—Lo sé, pero no lo odiaste las tres semanas que estuviste en el hospital sin ir a la escuela—digo.
—Si lo odie, bueno no mucho—dice mientras toca su cabello—pero tampoco creas que fue tan cómodo.
—Se que no lo fue—digo peinando mi cabello, tengo puesto unos shorts y un top de tirantes morado.
—Mi Hermano irá a casa por un tiempo—dice y de inmediato volteo a verlo. El hermano de Blas es un idiota, aunque creo que esa palabra le queda corta. Es un ser deplorable que se ha encargado de molestar a Blas creo que toda su vida y no molestar de una manera sana y de hermanos, la violencia psicología siempre ha sido su mejor arma contra Blas pero eso no quiere decir que no usara la física, obviamente ya Blas no se deja lastimar por el físicamente y aunque sea fuerte se que le lastima las cosas que ese idiota pueda decir sobre él. Gracias al cielo hace un año se fue a la milicia, después de casi matar Blas, no puedo evitar hacer una mueca triste al recordar eso.
—Elle, te estoy hablando—dice agitando sus manos.
—Si, lo siento—digo—Es que no quiero que vuelva ese idiota.
—Yo tampoco, pero será solo por unas cortas vacaciones y aun con una pierna menos no dejare que me haga nada—dice y luego sonríe—además puedo quedarme en tu casa todo ese tiempo.
—Claro que puedes—digo—ahora colócate una camiseta que tengo hambre y quiero bajar.
—Si, hambre de hombres, solo quieres bajar a ver a esos dos chicos—dice.
—Lo negaría pero no quiero—digo mientras le guiño un ojo.
Blas se pone su camiseta y se levanta de la cama, salimos de la habitación y lo ayudo a bajar las escaleras. Mi teléfono suena y es una notificación de papá, informándonos que la cena será en el sótano.
—Tenemos que bajar al sótano—le digo a Blas.
—Mierda, pero ¿Qué es lo que yo estoy pagando en esta vida?—dice mientras rueda los ojos, no puedo evitar soltar una risita.
—Volverás a los clavados después que te recuperes ¿cierto?—pregunto algo preocupada por su respuesta.
—Claro que si, no decepcionaría a Tom Daley—dice de forma obvia.
—Que alivio, aunque sabía que no ibas a decepcionar a nuestro hombre—digo y ya hemos llegado a las escaleras para bajar al sótano, no se ve como un sótano oscuro y esas cosas, todo lo contrario una gran iluminación se refleja, bajamos por las escaleras, obviamente a paso de tortuga.
Al bajar completamente, vemos el lindo sótano de paredes blancas, a diferencia de todo la casa, donde son negras o marrones, el cual en el centro tiene un gran sofá blanco, donde se encuentran sentados los 15 chicos que conforman el campamento, Drew está sentando frente a ellos en el subsuelo donde se encuentra el sofá.
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Two boys for me.
RandomEleanor asiste a su último año de secundaria, una estudiante de Elite, con un gran futuro por delante, todo en su vida esta bien, ella y Andrew han logrado conseguir todo lo que necesitan, pero la mayor preocupación de Eleanor radica en lo mala que...