Este capítulo lo escribí hace un tiempo, no pensaba publicarlo, pero ya que hemos visto a Beatriz, pues porque no, además amo a Drew y todos merecemos un poco más de él.
——————————————————————Drew POV.
—Pronto saldremos de aquí—digo mientras toco el pelo de Bea, mi novia.
—Siempre dices eso Andrew—dice y rueda sus ojos.
—Pero es cierto—digo—este ya es tu último año y el siguiente será mi último año y lograremos salir de aquí Bea.
—Andrew—se deshace de su posición para colocarse frente a mi, me mira a los ojos—no dejare mi vida a la suerte, confío en que crearas aplicaciones, serás todo un Charles Flint y todas esas cosas, pero yo no planeo salir de este lugar al menos que todas esas cosas dejen de ser fantasías y se vuelvan realidad.
—Yo no quiero ser Charles Flint—digo.
—No importa Andrew, entendiste que quiero decir—dice un tanto irritada.
—No te enojes—le digo y llevo mis manos a su cabello.
—Es que quiero que aterrices Andrew—dice con molestia—sabes muy bien que mis padres no dejarían que me fuera contigo.
Auch.
—Eso ha sido un poco crudo de tu parte Bea—admito.
—No es crudo, es realidad—dice pero luego su tono de voz cambia—ya dejemos de pensar en eso, tenemos que aprovechar el poco tiempo que tenemos para nosotros.
—Tienes razón—digo—así que ven y bésame, cariño.
—Con gusto—dice y se acerca para besarme.
***
Toco fuertemente la puerta del departamento, algo agitado, he olvidado las llaves antes de irme a la universidad. Segundos después, Daya abre la puerta, me mira con preocupación.
—¿Qué pasa, cariño?—pregunta y me deja pasar.
—Vi a Bea—digo y estrujo mis ojos, ya que las lágrimas que he aguantando todo el camino han decidido salir.
—¿Y lloras por eso Drew?—Daya me mira con preocupación.
—No es solo por haberla visto—digo—ella hizo muchas preguntas sobre Elle, dijo que quería verla, entre en pánico y le hable en un mal tono, ella dijo que es su hija y que si le daba la gana podía alejarme de ella.
—Ella no hará eso Drew—dice—ven aquí.
Voy a su lado y ella me abraza.
—¿Estás seguro de que es la única razón por la cual lloras?—pregunta.
—No lo sé, creo que ha sido una combinación de todo—digo—aunque no lloro Daya, solo libero la tensión.
—Si claro que liberas la tensión—dice—eres un llorón al igual que tu hija.
—Mi bebé no es una llorona—la defiendo aunque se que si lo es.
—Andrew, cariño, ni tú puedes ocultar eso—dice y asiento porque Daya tiene razón—ahora ven para que lloren juntos.
—Muy graciosa—es mi respuesta hacia su broma.
La sigo hasta su habitación donde una muy tierna Elle duerme tranquilamente, me acerco a ella y dejo un beso en su frente pero no puedo resistirlo y dejo pequeños besos por toda su cara.
Mi bebé ya tiene 11 meses, no puedo creer que pronto vaya a cumplir un año, en realidad no sé porque las palabras de Bea me han afectado tanto, creo que tengo demasiadas cosas acumuladas en los últimos meses y esa es la verdadera razón por la que me convertí en una magdalena al momento de ver a Daya. En ese momento me sentí a salvo, creo que eso me hizo estar más sensible, fue como en esos momentos en los que te perdías en algún lugar y luego veías al adulto que te acompañaba, esa sensación de alivio y de liberación de tensión.
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Two boys for me.
RandomEleanor asiste a su último año de secundaria, una estudiante de Elite, con un gran futuro por delante, todo en su vida esta bien, ella y Andrew han logrado conseguir todo lo que necesitan, pero la mayor preocupación de Eleanor radica en lo mala que...