Two boys for me.

50. Seattle

—¿Qué creen que signifique?—pregunta Blas señalando la extraña escultura frente a nosotros, nos encontramos en la exposición de Arthur.

Todos estamos alrededor de la fea escultura que hizo, no es la única que ha hecho, pero si la más... ¿Excéntrica?

—No lo sé, representa como una exhaustiva mezcla de mi padre y mejor amigo saliendo—digo con fingida seriedad, porque en realidad lo hago para molestar.

Landon me mira diciéndome que no debí decir eso, Arthur solo intenta disimular que le ha parecido gracioso.

—No, yo creo que podría representarse más como tú hija la que deja la universidad después de hacerte pagar la colegiatura—dice Drew y hasta acaricia su barbilla para simular estar pensando.

—Tú idea es más acertada que la de Eleanor, no lo negaré, pero es más como tu amiga la tóxica que te usaba para darle celos a cada chico que le gustara— ahora habla Blas siguiéndole el juego Andrew.

Puedo ver como la sonrisa de Arthur va desapareciendo ya que está fea escultura, de todas las que ha hecho, es su favorita.

—Oh no, es algo así como la chica que te hace estar en una relación con el chico que no soportas—dice Landon y no puedo creer que sea parte de esto.

—Bueno ahora que lo pienso es algo así como tú hija la que te dice de la nada que se muda a Italia por tres meses con sus dos novios—Drew vuelve a expresar su opinión sobre la escultura, planeo responderle pero un alterado Arthur no me deja.

—No significa nada—dice cansando de la situación—es literalmente nada.

Algunas personas lo miran, en cambio los demás que nos encontramos a su alrededor nos miramos y es imposible que no comencemos a reír.

—Estábamos bromeando—dice Landon imitándolo—literalmente bromeando.

—Si, si muy gracioso y todo la exagerada reacción de Arthur, pero se estaban burlando de mi así que estoy de su lado—digo y golpeando con mi bolso intencionalmente a los tres mientras paso hasta quedar al lado de Arthur.

***

Hoy después de tres meses de sobrepensarlo me encuentro fuera de la casa de Beatriz Atwater, he venido sola, se que me habían ofrecido compañía de más pero he preferido no aceptarla.

Es una linda casa, al menos porque no tome un vuelo de California a Seattle para tener que ver una casa fea de una persona tan presumida como Beatriz.

Unos segundos después de haber tocado, las puertas son abiertas por una señora algo mayor, su ropa es muy parecida a la que llevaba Bea cuando fue a mi casa, esa ropa de rico aburrido que se ofenden si los que no nacieron ricos entran al club.

En cambio yo llevo un bello vestido de seda negro con encaje blanco en el área del pecho y en el borde, obvio muy por encima de las rodillas, unas botas negras altas y mi pequeño bolso Dior lady D-lite en blue denim.

[ outfit de Eleanor ]