Two boys for me.

25. Nuevo departamento y buenos decoradores.

—Sabes que te amo—dice Drew besando mi mejilla, nos encontramos fuera de mi nuevo departamento, cerca de la universidad, he tomado la decisión de no vivir con Drew. Es duro pero necesito esto, tener mi propio espacio, no depender de Drew, hacer las cosas que normalmente los adolescentes al llegar a la universidad hacen.

—Lo se Drewie—digo y le sonrío.

—Eres tan egoísta—dice—Puedes solo volver a casa conmigo, no necesitas esto.

—No lo necesito pero es lo que quiero—le soy sincera—solo sigo el rumbo de la vida.

—Lo se, créeme que trato de ser un padre comprensivo, pero trabajo en la universidad en la cual estudiaras, podríamos hasta ir juntos—dice de forma rápida.

—Drewie eres el mejor padre del mundo—digo y lo abrazo—pero por favor no hagas que me sienta mal con esto.

—Lo siento—dice y deja un beso sobre mi frente.

—Te extrañare Drewie—digo.

-Y yo a ti Elle...

***

Suelto una risita por el chiste que ha contando Arthur, no es nada gracioso pero cuando estás ebrio ¿Qué no es gracioso?.

Los chicos han venido a ayudarme a decorar mi nuevo departamento y pues quizás hayamos aprovechado eso para hacer una fiesta, una fiesta solo nosotros tres, como me gusta. Bueno no, amo todas las fiestas pero en estas siempre hay más besos calientes que en las que tengo que compartir con muchas personas.

Suena mi teléfono, es una llamada de Blas, ¿En serio, justo ahora? lo siento Blas pero estoy un poco ocupada.

Camino hasta mi cama donde se encuentran Arthur y Landon acostados, me coloco en el medio de ambos.

—Tu celular ha sonado Valak—dice Landon en mi oído.

—Lo se—digo y suelto una risita.

Siento la mano de Arthur en mi pierna.

—Me gusta tu departamento—dice y me da una sonrisa pícara.

—A mi también me gusta—es mi respuesta, su mano va dejando leve toques en toda mi pierna, cosa que mi cuerpo no pasa por alto.

Landon se acerca mucho, sus labios están a una micra de los míos.

—¿Podemos quedarnos a dormir ésta noche, Eleanor?—pregunta y puedo descifrar todo su doble sentido, creo que mis hormonas están teniendo una fiesta dentro de mi.

—No lo se—digo fingiendo pensarlo—Creo que tendrán que convencerme.

—Eso puede ser fácil—dice Arthur e inicia un recorrido de besos sobre mi cuello, grito mentalmente por la sorpresa, esto no lo esperaba pero mentiría al decir que no lo disfrutare.

Arthur se sienta en la cama en posición de indio, seguido de Landon, por lógica yo también lo hago.

Landon acaricia mi cabello con sus manos, acción que combinada con las leves caricias que está dejando Arthur en mi hombro hacen que una corriente eléctrica recorra toda mi espalda.

Landon baja sus manos a mi cuello y lo toca con delicadeza, al llegar a los tirantes de mi top juega con ellos un rato. Mi mirada viaja a Arthur, quien con pupilas dilatadas deja su anterior trabajo para besarme, me besa con intensidad, diría que me besa hasta la nariz, sin exagerar, pero no de una forma fea y asquerosa, su boca se alternó para ir de mi boca a dar pequeños besos en mi nariz. Vuelve a besar mi boca, las manos de Landon dejan de jugar con mis tirantes para deslizarlos por mi brazo.