✧Ángel ↦Dillom✧

'32.||Lejos del miedo.

✧Dylan.

La castaña que se encontraba sobre mí unidos en un beso, movía sus brazos torpemente al intentar sacarme la remera. Estaba muerta de nervios, lo notaba.

-Ey-dije agarrándole las muñecas.-No tenemos que hacer nada que no quieras.

Ella suspiró y en una fracción de segundo sus ojos se cristalizaron, su rostro se encontraba hundido en mi cuello.

-Quise intentarlo pero no puedo dejar de pensar en lo mal que me veo-contestó haciéndome erizar la piel.

-¿Qué?-pregunté confuso.

-Nada-se rió con la cara roja como un tomate.

-¿Tenés problemas de autoestima?-pregunté volviendo a ponerme la ropa.

-No-se mordió el labio inferior-tal vez un poco.

-Sos hermosa, reina-contesté dándole un beso en la mejilla-no hay una piba que te llegue ni a los talones, sos hermosa, todo en vos es lindo Bequi.

-Dylan te amo-dijo dándome un beso en los labios.

-No quiero que lo que tengamos se vaya nunca, sos lo mejor que tengo y lo único que quiero.-Clavé mi mirada en sus ojos café-¿Te querés ir conmigo?

Ella suspiró.-No lo he pensado.

Yo sonreí.-Las mejores cosas salen cuando no las planeas.

Tiré de su brazo y ella con confusión me siguió, corrí hasta llegar a la moto y me subí. Apenas sentí sus brazos en mi cintura aceleré con toda mi emoción, tenía adrenalina, estaba terriblemente ilusionado.

-¡Nos vas a matar Dylan!-exclamó haciéndome reír.

Conduje sin parar, con el viento chocandome la cara hasta la estación de trenes, tenía tanto que agradecerle.

-Vámonos-dije frenando la moto y ella me miró estupefacta.

-¿A dónde?-preguntó aún con más confusión.

-Lejos de tus problemas, lejos de los míos-dije con emoción tirando de su mano-tengo mucho que agradecerte y demostrarte, dame un día para hacerte sentir lo mucho que valés.

Corrí sin esperar respuesta de su mano y salté a uno de los vagones de un tren en marcha que se encontraba abierto, Rebecca hizo lo mismo con ayuda de mi mano.

-Ésto es terriblemente ilegal-dijo con cara de pánico.

-Probablemente-sonreí y se apoyó en mi hombro. Mis pies flotaban sobre las vías.

-¿Qué estamos haciendo?-preguntó. Los colores del atardecer se reflejaban en su pálido rostro.

-Tomarnos un respiro-sonreí acariciando su mejilla con mi brazo izquierdo, sobre el que su cabeza se encontraba apoyada.-Perdón, estoy loco.

-No estás loco-dijo acomodándose y mirándome de una manera rara,como con precaución.

-Vos me volvés loco-sonreí-nunca pensé en nada, ahora solo pienso en estar con vos.

Le robé un beso que fue el inicial de una guerra de besos, donde los únicos testigos eran el atardecer y el sonido de las vías.

-Hay que parar-dije con cierta agitación.

-Algún día me voy a cansar de parar-dijo sentándose de forma correcta.

Sonreí, no necesitaba nada, ni nadie. Huyendo de nosotros mismos nos encontrábamos y no podía creer lo que estábamos haciendo. No necesitaba nada, ni nadie más. No sabía a dónde íbamos, tampoco me importaba, porque tenía a mi ángel, todo estaría bien.

📌Perdón que se sarpe en corto este capitulo, pero los próximos van a ser muy intensos (Y TRISTES) así que perdón ahre.

📌Dedicado a -brillitosverdes (el próximo va a ser mejor, lo prometo)

📌Se está por terminar, ¿Saben?