'O8.||Lejanías para acercarse.

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Rebecca.
CAPÍTULO EXTRA.
dedikado a riplua


ME senté y Fiama también lo hizo, evité hacer contacto visual con ella todo el tiempo. Estaba enfurecida. Vino la preceptora y nos anunció que el profe de ética no había venido, se fué después de tomar lista, y yo sabía que en esta situación, iba a empezar a joder.

-Hola bequi, ¿Cómo estás?-quise apuñalarla con el compás.

-Bien, gracias.-Contesté fría sin intenciones de darle pié a una plática sobre cosas que me daban exactamente igual desde que me había traicionado.

-Te quería pedir disculpas, por lo que hice-mencionó haciendo que llame mi atención, ¿Fiama? ¿Disculpas?

Me removí incomoda en mi asiento intentando safar pero una parte de mí quería escuchar lo que tenía para decirme. Inclusive, si eran mentiras.

-Quería pedirte perdón, estaba celosa que me dejes tanto de lado, realmente no lo pensé, y cuando me pongo triste y me siento reemplazada soy una persona horrible.-Sollozo, y el muro de hierro que había puesto, lo derribó. Al final, no era de hierro, si no de vidrio.-No te merezco, soy una basura de persona, y realmente no lo pensé, me da miedo que me dejes por él que es mejor que yo en mil aspectos. No quiero extrañarte, ni tenerte lejos, no quiero bequi, yo sé que podemos estar bien, soy tu mejor amiga.-Lloró haciendo que mi corazón se ablandara a montones.

-Tranquilizate, a la salida si querés, vamos a la plaza y aclaramos todo.-Pedí intentando que deje de llorar, no toleraba hacerle daño.

El timbre sonó y Fiama sollozó toda la mañana captando la atención de todos, mas de uno se acercó a nuestro banco a preguntarle como estaba y si quería hablar, y me miraran como si yo fuese una basura con patas por no ayudarla. Pero, ¿Entre el deber, y lo que siente uno, puede generarse una guerra? ¿Puede una persona volver a ser lo que era antes?

A la salida, una compañera me agarró del brazo-sé que ya no hablamos nunca, pero no creo que Fiama cambie. Todos nos enteramos de lo que hizo. Acordate de eso, bequi-Jaz era mi mejor amiga de la infancia, la abracé y tomé en cuenta su consejo.

Salí de ahí y sentía que era una decisión que marcaría mi vida para siempre, porque tu vida no va a ser la misma si perdonas una traición y fingís que nada pasó, o si alejás a alguien a quien le tenés más cariño que a vos misma. No va a ser lo mismo de nuevo y yo lo sabía, todos lo sabíamos.

Alisé mi uniforme y me senté en el borde de la fuente que adornaba la pequeña plaza del edificio donde los alumnos se reunían a veces, habían árboles hermosos y recordé que el verano se aproximaba a pasos agigantados, que éso implicaba la fiesta de fin de año, y que teníamos que discutir que haríamos para recaudar fondos para el próximo año.

Pasó media hora, y yo miraba los pájaros, la fuente, mis zapatos o el teléfono, estaba inquieta, y ella, me había tomado para la broma.
Me puse de pié furiosa y me colgué la mochila al hombro, pero su voz me detuvo.

-Perdón.-Dijo apoyando la mochila en el suelo. Se sentó y respiró hondo.

-¿Porqué te tardaste tanto?-pregunté frustrada, ella era alguien impredecible, parecía que quería mejorar todo pero después no hacía nada. Muchas palabras poca acción.

-No me sentía bien-añadió-me siento horrible por todo lo que hice, perdoname, sos mi mejor amiga, nadie se compara a vos.

Yo lo pensé y la miré. Ella me agarró las manos.

-Hay algo que quiero decirte-ella sollozó-sos mi mejor amiga y confío en vos, te amo muchísimo y necesito que me ayudes.-Sollozo y me apretó las manos.-Estoy embarazada.

Me sentí estática, no podía creerlo. Ella lloró y la abracé muy fuerte, no le daría la espalda.

-¿Me perdonas? te necesito-lloró mas fuerte y yo le acaricié el pelo.

-Sí, esta todo bien.-La abracé porque supuse que se sentía completamente sola-voy a ayudarte en lo que necesites.

-Quiero reforzar nuestra amistad-lloró más fuerte llenándose la cara de lágrimas.

-¿Cómo tenes pensado hacer éso?-pregunté. Si antes no podía dejarla, ahora muchísimo menos.

-Te amo, pero tengo que pedirte un último favor.-Me miró.-Sé que te debo la vida, que básicamente sos todo lo bueno que tengo, pero te necesito más que nunca.

Yo asentí, si algo me habían enseñado era a no darle la espalda a quienes alguna vez había luchado por mí.

-¿Joaquín lo sabe?-pregunté haciendo referencia a éso.

-No, pero no digas nada.-Dijo con cara triste-sos la primera en saberlo, por favor no me falles.

Me sentí insultada, como nunca antes lo había hecho. Yo jamás le había fallado, al menos no que yo sepa. Pero decidí no causarle ningún disgusto, no quería hacerla enojar.

Nos abrazamos y caminamos hasta mi casa como lo hacíamos cuando éramos chicas y nos sentábamos en las banquetas de la cocina mientras mi papá nos hacía galletas de avena y los pies aún no nos llegaban al suelo. De repente, el montón de recuerdos fue empañado por la nostalgia, y sabía que algún día iba a desaparecer el nudo por la ausencia de mi hermano mayor y la falta de mi padre en la casa, ¿Porqué nos había dejado? me lo pregunté siempre, y ésta, no era la excepción.

Caminamos juntas recordando cosas tontas de la infancia, Fiama siempre había sido la primera, o lo había intentado.

Si yo aprendía a escribir y leer, Fiama aprendía a hacerlo más rápido. Cuando aprendí a sumar ella aprendió a restar, el primer beso lo dio primero ella, la primera vez con un chico, las primeras mariposas, siempre había sido la primera y ahora, la primera en tener un embarazo, y en fallarle a la otra.

Paramos en la puerta de mi edificio porque no me dejó pasar la tarjeta.-¿Te acordás que te dije de un favor, para fortalecer nuestra amistad?-preguntó.

Yo asentí dispuesta a hacer lo que mi amiga pedía

-Bueno, yo necesito que...-sus ojos volvieron a empañarse-quiero que deje de ver a Dylan.

Y tal vez, ya no estaba tan dispuesta.

📌Capítulo medio choto porque estoy cansada, pero lo prometido es deuda. 🙏🙏🙏

📌Les ruego que pasen por mi tablero que subí un mensaje importante, las amo❤️

✧Ángel ↦Dillom✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora