'23.||Venganza.

1.9K 174 154
                                    

Dilan.
MARATÓN, 4/10.

No podría hacerme el tonto y fingir que nada había pasado, suspiré y volví al edificio. El portero sonrió al verme.

-Me alegra verte de nuevo-sonrió abriéndome la puerta y lo saludé.

-No puedo dejarla sola-dije y él asintió.

-Es ilegal y puedo perder mi trabajo, pero los turnos son solamente de un día y medio, y me preocupa que el otro guarda pueda no dejarte entrar sin la llave.-suspiró buscando algo bajo su escritorio-Bequi es como una hija para mí, cuidala por favor.-imploró dándome una tarjeta, sonreí ante el gesto y me fui corriendo al departamento de la castaña.

Toqué la puerta metálica tras ir por el ascensor y Milton me abrió-¡Dilan, creí verte esta mañana!-saludó el niño con un brillo en los ojos, Gian jugaba a la pelota dentro del departamento y la hermanita de Bequi leía un libro, era una familia muy diversa.

-Tu hermana está un poco cansada, vine a cuidarla-sonreí y el niño cerró la puerta tras entrar, la madre de los pequeños se encontraba en su habitación y yo fui al cuarto de Bequi.

La castaña durmió mientras yo veía Instagram, Twitter y molestaba con todo lo que veía, ella durmió como por seis horas.

Levantó la cabeza con el pelo en la cara e hizo un gesto de resaca al ver el sol que se filtraba por las ventanas, cerré la cortina y la castaña lo agradeció.

-Nunca había tenido resaca-se quejó.

-Nunca había visto a una persona reaccionar así por las drogas-me burlé y ella hizo un gesto extraño.

-No recuerdo haber hecho nada más que tomar un poco del vaso-dijo poniendo una mano en su cabeza debido al dolor producido por la misma.

-¿Le pediste el trago?-pregunté inquieto.
No quería que Bequi consumiera drogas.

-No-respondió con los ojos cerrados.

-¿Entonces porqué lo aceptaste?-pregunté con confusión y molestia.

-Porque confiaba.-Respondió sentándose en la cama.

-¿En qué?-pregunté dudoso.

-En él.-Respondió con tranquilidad, haciendo que mis niveles de cordura disminuyan.

-¡Éso es estúpido!-exclamé con cansancio.

-¿Qué fue estúpido?-preguntó. A veces su inocencia me hacía querer matarme.

-Confiar. Todos dejan de ser confiables y buenos cuando pueden obtener algo de su interés.-Escupí.

-¿Te traicionaron mucho?-preguntó.

-Demasiado.-Respondí, y sin ganas de hablar sobre aquello, pregunté por el autor de su bebida.-¿Quién te dio el vaso?

-Se llama Tomás Molina, es del otro quinto-respondió, y cuando ya tenía la información suficiente, le di un beso en la frente. Confusa me pidió que no haga locuras.

Salí del edificio y Joaquín me llamó.

-Hola Joaco, ¿Pasó algo?-pregunté.

-No, sí, no sé...-exclamó y permaneci en silencio para que continuara.-Fiama quiso estar con vos desde un inicio.-Me arrepentí de no habérselo dicho antes, y no supe que decir.-No estoy enojado con vos, solamente conmigo por haber creído que me querría.

-No fue tu culpa, supo envenenarte-respondí-quedate tranquilo, yo a Fiama no la veo de esa forma y jamás te haría eso.

-Ése no es el problema, quiero cagarme a piñas con alguien y sentirme útil-suspiró.

✧Ángel ↦Dillom✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora