✧Ángel ↦Dillom✧

'75.||PERDÓN.

✧DYLAN!

            -¿SENTÍS que te hizo bien llamarla?-me preguntó Roxana arqueando la ceja y mirándome por encima de sus lentes mientras esperaba atenta alguna respuesta para anotarla en su cuaderno. Mordí el interior de mi mejilla y permanecí con las manos entrelazadas sobre mi regazo.-Me corrijo, ¿Porqué pensaste en llamar a tu ex y no a tu familia, o un amigo, o a tu pareja actual?

Permanecí en silencio por segundos que para ella debieron ser una eternidad. Abrí la boca un poco y respondí;-Me parece estúpido decir que es mi ex, es mucho más que éso.-Suspiré-la madre de mis hijos, mi primer amor, muchas cosas es ella y creo que con una historia tan larga y con tanto amor, es absurdo resumir todo lo que pasamos  a un simple ex-novia.-la miré fijamente y sonreí por su cara de "¿Otra vez prolongando tanto el punto real?".-La llamé porque sigo sintiendo que ella es la respuesta, de todo.

-¿La respuesta de... Qué todo?-preguntó anotando en su cuaderno.

-De ésa pregunta también es la respuesta.-me reí leve, como con ironía.

-Dylan yo creo que es un poco ilógico hacer que Rebecca tenga la responsabilidad de todas tus dudas. Ella es solamente una chica por la que sentís o sentías algo.-Se cruzó de brazos;-¿No te parece... irresponsable emocionalmente pretender que alguien sea la respuesta de tus propias dudas?

Levanté la ceja simulando un gesto pensativo.-¿Qué sentiste cuando la llamaste? ¿Le dijiste algo importante?-preguntó.

Negué con la cabeza-No, simplemente hablamos de cosas como... Cómo estaba ella, los bebés y un poco de como me sentía. Me dio unas palabras de ánimo y listo, corté después de un silencio incómodo.-Reí.

-¿Porqué sentís que surgió el silencio? ¿Sentís que no tienen nada en común?

Sonreí mostrando los dientes.-No, al contrario. Ella y yo tenemos todo en común, una historia no es poca cosa-sonreí de lado ocultando mis dientes y recordándola.-Siento que el silencio fue porque ella quería escuchar algo que no dije, al igual que yo quería escuchar algo que no dijo...-Ella hizo una cara de duda esperando que aclare qué esperaba escuchar.-Que me amaba-rodé los ojos con hartazgo-Me cansa esperar sentado que me ame y sentirme incapaz de correr a buscarla.-Me sinceré;-Pero por otro lado, me sobraban cosas que decir y me faltaban palabras. Sentía que mi cabeza era un tornado de cosas por decir pero el miedo me detuvo. No pude hacer nada.

-¿Y si esperas la próxima llamada?-preguntó y negué.

-Pésima idea, a su lado... Me quedo sin palabras.-Sonreí.

-¿Dylan vos sos consciente que no diste el primer paso para recuperarte?-arqueó la ceja.

-Estoy acá, ¿No es ése el primer paso?-pregunté.

-Sí, venir. Pero a vos te trajeron obligado por un intento de acabar con tu vida.-Apoyó la espalda contra el respaldar de la silla.-¿Vos estás listo para recuperarte?

Miré el suelo, ¿Estaba listo? ¿Estaba enfermo? ¿Estaba mal?. Millones de preguntas me bombardearon en un segundo, y la respuesta fue aquella calurosa tarde de verano en la que, tirado en el sillón le sonreí a una morocha con cara de ángel, la primer tarde saltando su ventana, la primer noche durmiendo juntos, la fiesta, su piel, su sonrisa. La respuesta fue lo que me recorrió cuando recordé nuestro beso en una terraza, cuando nos recordé, felices. Enamorados. Sonreí de lado y la miré;-Sí Rox, estoy listo.

-¿Quién sentís que es la persona que mas te va a acompañar en tu rehabilitación?

Reí sarcástico-¿No es obvio Roxy?-Ella sonrió.-No pensé en mis papás cuando me preguntaste, ni en mis amigos. Pensé en ella porque pase lo que pase, nunca me voy a olvidar de nuestra historia.-Reí con emoción, sintiendo cálida el alma.-Podremos estar juntos o separados, ser amigos, exs, amantes o lo que sea... Pero ¿Desconocidos? Jamás. Yo llevo vivo el recuerdo de su sueño, y ella seguramente lleva el mío.

-¿Y si le decís todo ésto a Bequi? ¿Y si le das las respuestas que sentís que necesita?

-Me deja sin palabras.-Suspiré con pesadez.

-En un papel, las letras no se borran por el miedo.-Sonrió.

[...]

Bequi; 

    Debería empezar preguntando como estás, ¿No? Pero no voy a hacerlo, no porque no me interese si no porque siento que si guardo éstas palabras un día más, un segundo más, una letra más... Van a matarme.

Perdón por haber caído tan bajo, es que realmente nadie me había hecho sentir como vos. Pasé hambre, frío, sueño, cosas así. Me sentí mal por años, pero cuando te vi me enloquecí. Mi Ángel como siempre luciendo tan ajena a todo el mal que la rodeaba. Supe que una historia nos esperaba cuando te sonreí por primera vez, cuando me miraste, cuando me enfurecí porque Fiama era brusca con vos, que no merecías nada malo.

La droga nunca pudo cambiar mi dolor, ¿Sabes que raro que es éso? Solamente me hacía sentir con una función. Me flaya mucho escuchar que los pibes consumen por éso, para calmarse el dolor. Pero bah, no voy a hablarte por ellos. A mi nunca me sanó nada, nunca me anestesió, solo me sentía con un propósito, despertarme y buscar droga era lo que me mantenía vivo, robar, cantar, laburar, lo que sea para poder darme un segundo de gloria. Pero cuando te conocí, todo cambió, mi propósito ya no era consumir drogas, si no cuidarte. Bebé no quiero que nada te pase, no importa si tengo que dar mi vida para que sonrías, es que mi vida no vale nada al lado de tu brillo.

Ni la cocaína me aceleraba el corazón como vos con la curiosidad de tu mirada, la elegancia de tu sonrisa y...La dulzura de tus besos. 

Quiero dejar la droga pero la consigo rápido, es más fácil que decirle a mi mamá que es una forra que me rompió el corazón en mil, y que decirle a mi viejo que solamente siento mucha pena por él. Que molesto notarme tan resentido en una carta de amor, pero si me das la posibilidad voy a mejorar por vos, por mí, por nuestros hijos... Por nosotros.

Voy a recuperarme porque me das motivos para hacerlo, porque no me mata la droga, lo que me mata es que tenga que tenerte lejos por solamente saber consumir. 

No me mata la droga, me mata extrañarte bequi.

Dylan.