'59. ||Límites.

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REBECCA!

         ¿CUÁNTO puede cambiarte la vida un bebé? mucho, demasiado. Definitivamente no era la misma persona que hace dos meses atrás, o hace un año. Dylan había arrasado todo, lo había reconstruido y ahora, volvía a romperlo. Me sentía la única sobreviviente en una isla solitaria tras un huracán, me sentía sola, rodeada de cosas rotas.

Miré el vacío bajo mis pies, me encontraba sentada en el límite del balcón, la pequeña pared se mantenía rígida, inmóvil y no sentía miedo de caer... Si caía al vacío, bajo diez pisos, mi sufrimiento quedaría allí, en una carretera y un cuerpo deshecho, pero si no caía accidentalmente, tendría que hacerme cargo de mis propios problemas tarde o temprano.

Me puse de pié, aún en el límite entre la vida y la muerte. El pelo se ladeaba por el viento, y de los ojos se me escapó una lágrima, podría caer en cualquier instante, por cualquier motivo.

—¡Eu no saltes!—gritó una voz tras de mí.
La calidez de esa voz la conocería en cualquier momento, a cinco millas de un desierto o en la profundidad de un océano. Conocía aquella voz que me había entibiado el alma, y ahora, me había dejado helada.

Me giré encontrándome los ojos preocupados y llenos de angustia. Me reí, porque aquella fue mi primera reacción ante el bloqueo de mi mente, ya que hace meses que no veía al castaño.

—Tranquila—dijo tomando mi mano con delicadeza para que baje. Ante el primer contacto, ambos nos miramos. Mi respiración se cortó y él miró hacia otro lado.

—No te preocupes—sonreí sin mostrar los dientes—no iba a saltar, sólo... no sé—suspiré.

Asintió, me miró por algunos segundos y después se acercó al borde, solamente que en vez de sentarse allí, apoyó sus antebrazos.

—¿No me lo pensabas decir?—preguntó. Me acerqué con delicadeza, sin saber que decir.

—No sé de qué me hablas—respondí, pero no mentía.

Se giró con brusquedad—Ah, ¿Te olvidaste que estas embarazada?—preguntó y rió con sarcasmo.

—No, Dylan... ¿Cómo te enteraste?—pregunté.

—Te fui a buscar al Sur, me lo dijo tu papá.—respondió tajante.—¿Rebecca porqué no me lo dijiste?

—Porque cuando llamé, cortaste—respondí y su mueca de enojo, pasó a una de tristeza. Miró la lejanía y se alejó nuevamente dándome la espalda.

—¿Es mío?—preguntó y se hizo un nudo en mi garganta.

—¿Cómo no va a serlo?—pregunté indignada.

—Perdón, fue estúpido—respondió mirándome otra vez. Me había enojado de un segundo a otro.

—Si, la verdad que sí—respondí.

—N-No sé qué deberíamos hacer con éso—admitió y me mordí el labio inferior. Me apoyé en el borde, al igual que él y aparté un mechón de mi cabello para ponerlo tras mi oreja.

—Yo quiero tenerlo—suspiré. Tenía dieciséis años aún, cumpliría los diecisiete dentro de poco y honestamente no sabía si sería buena madre, pero sí sabía que lo intentaría.

—Está bien, yo... también—admitió mordiéndose el labio.—Todavía no lo asumo.

—Yo tampoco—me reí mordiéndome las uñas, acto que se había convertido en una manía después de enterarme de la gran noticia.

—¿Alguien sabe?—preguntó y negué.

—Sólo Fernando—respondí con un suspiro.

—Y sobre nosotros...¿Qué querés hacer?—preguntó.

Era una pregunta que si bien me había planteado, no tenía una respuesta. Lo quería, o más bien, amaba a Dylan pero no quería estar con él por amor y que él se sienta obligado por el bebé, necesitaba tiempo de todo y de todos en realidad, no sólo del chico.

—No es momento para hablarlo—respondí segura y me puse derecha, lista para marcharme;—lo único que importa ahora, es ésto.—indiqué mi estómago.

Asintió y me di vuelta, envuelta en una fría capa de viento, pero la voz del chico me detuvo. Me giré después de tocar la fría perilla de la puerta.

—Bequi—me llamó—¿Sólo me llamabas por lo del bebé..?—preguntó y lo miré.

«No» quise responder.

—Sí, es por lo único—mentí y abrí la puerta, dispuesta a huir de allí.

E

staba iniciando una etapa a la fuerza, quería huir y correr lejos, hasta que mi cuerpo me obligue a detenerme. A kilómetros de donde me encontraba, pero nada de lo que hiciera, me alejaría del problema.

•••

Ésto no significa que yo haya vuelto,
simplemente no quería dejarlas con la duda. Si decido volver continúo la historia, y si no, es el final.

✧Ángel ↦Dillom✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora