My heart is on fire for you (Terminada)

VII

Jungkook

-Jungkook...

Me despierto tras las sacudidas en mi hombro. Tengo algo frío en la frente. Lalisa lo quita.

-Necesitas bañarte para bajar más la fiebre.

-No...- murmuro.

Me va a costar levantarme con este dolor.

-Por favor...necesitas hacerlo, aún estás muy caliente.

Suelto un largo suspiro y acepto su ayuda para levantarme. Recuerdo dormirme tomando su mano...lo necesitaba, necesitaba sentirla y saber que no se iría. Pero negaré con todas mis fuerzas que sentí alivio al tenerla cerca. Me siento en un costado de la batea sin energías.

-Yo...necesito desnudarte- dice apenada.

-No pondré resistencia- murmuro.

Gira la cabeza a un lado mientras baja mis pantalones y los calzones. Toma mis manos y entro al agua. Vuelve a mirarme cuando me siento. Agarra uma esponja frotándola con los aceites florales, comienza por mi cuello. Tengo sueño, pero ni muerto me pierdo verla tocándome aunque sea con una esponja. Frota con fuerza las partes donde tengo la sangre seca.

-Cierra los ojos.

Obedezco y lava mi cara con sus delicadas y grandes manos.

-¿Puedo lavarte el cabello?- cuestiona cautelosa mientras quita la espuma de mi rostro.

-Sí.

Tomando más aceites comienza a lavarme el pelo con cuidado. Sus grandes ojos están concentrados y asustados. ¿Por qué parecía haber llorado cuando el dolor se fue por el alcohol anoche?. Toma una sábana y me envuelve para salir de la batea. Regreso a la cama y cambia los vendajes.

-No sé qué cocinar...necesitas reponer fuerzas.

Sonrío de lado sin apenas quejarme.

-Solo necesito agua.

Mira nerviosa hacia la salida.

-Promete que no harás locuras cuando salga a buscarte el agua.

Asiento y se cierran mis párpados. Vuelve a ponerme el pedazo de tela con agua fría en la frente y escucho sus pasos haciendo eco cuando sale.

Tras un profundo sueño abro los ojos. ¿Cuánto dormí?. Escucho los grillos fuera.

-¿Lalisa?- pregunto preocupado.

¿Le pasó algo en el bosque?. Cuando voy a levantarme para buscarla unas manos me detienen.

-Estoy aquí- su dulce voz me tranquiliza.

Sonríe cálidamente y vuelvo a recostarme.

-Robé comida del palacio- dice.

Trae un vaso de agua y un cuenco con carne de ternera y espinacas. Me siento. Intento tomar los palillos pero el hombro derecho duele por la herida.

-Tranquilo, puedo dártela.

Esa idea no me gusta. Ya bastante le debo a esta chica. Y lamentablemente ya está siendo parte importante de mi día a día. Desmenuza un trozo de carne y poco a poco la lleva a mi boca. Mastico y trago agua sin prisas.

-¿Cómo supiste que estaba aquí?.

Se queda callada y me llena la boca de espinacas.

-Recordé que me dijiste que este lugar era ti escondite cuando estabas herido. Escuché a los soldados diciendo que estabas perdido...y vi la armadura con sangre y...¿por qué tienes uno de mis lazos?.