XXIX

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Lisa

-¿Jungkook?...necesito que bebas esto.

Le extiendo un cuenco con un té de hiervas que he preparado junto a la fogata.

-No quiero- frunce los labios y aparta el rostro.

-Vamos, necesitas bajar la inflamación.

Me mira de reojo y cabreado acepta beber haciendo un puchero.

-Primera vez que te veo haciendo puchero. Supongo que estar medio drogado te hace ser una mansa paloma- bromeo con sinceridad.

Camino hacia la mesa de madera y comienzo a cortar los champiñones y las setas que he encontrado.

-No voy a comer.

Dejo el cuchillo con fuerza sobre la madera y lo miro a punto de ahorcarlo.

-Llevas tres días en cama y te he mimado y obedecido en todo pero ahora estás mucho mejor para mi alegría y sorpresa, por ende no aguantaré tus malacrianzas.

-No me hables así- advierte.

-Te hablo como quiera.

-¿Has escuchado del respeto en una pareja?- enarca una ceja con el semblante sombrío.

-Claro que sí. Pero supongo que tú debiste escuchar acerca de la sinceridad y el amor hacia tus hijos.

-El poder y los celos me cegaron.

-¡No me interesa!- le grito callándolo.

Golpea la cama y me señala con el índice.

-No me hables así, Lalisa. No me gusta para nada. Solo lo que he hecho es disculparme y tú solo andas a la defensiva. Sigo siendo tu esposo.

Doy dos pasos hacia adelante y me cruzo de brazos en forma chulesca.

-Pues que sepas que mi bebé va por encima de ti y no voy a dudar en apartarte si le haces daño.

El miedo porque las palabras de Yoongi se hagan reales se apodera de mí.

-¡¿De qué mierda hablas?!. ¿Por qué intentas discutir conmigo por cualquier cosa?.

-No discuto- pateo el suelo con un pie.

-Claro que lo ha...¡ahhh!.

Dejo caer el vestido de entre mis manos echas puños y corro hacia Jungkook.

No puede gritar o alterarse.

Abro la venda y la maldita herida se ha abierto por un costado.

-Perdón, es mi culpa- lloriqueo.

-Duele, joder- sisea Jungkook.

-Perdón, voy a cerrarla, muerde esto- coloco un pedazo de gasa entre sus dientes y busco otra vez la aguja y el alambre.

Siento las manos de él subiendo entre mis piernas y enterrando las uñas en mi muslo bajo el vestido. Jadeo pero intento concentrarme. Minutos inagotables transcurren mientras vuelvo a coserlo.

-Lo siento- tiro las cosas al suelo y beso su frente.

Se queja y es ahí cuando su piel está ardiente contra mis fríos labios.

-Jungkook, tienes fiebre.

Gruñe intentando acomodarse. Busco enseguida agua fría del río y un par de gasas. Las coloco empapadas sobre su frente. Me siento a su lado en la cama y estira el brazo medio dormido para jugar con los vuelos de mi vestido.

-Solo dije que no quería comer porque es muy poco- tose y sisea antes de continuar-...tú debes alimentarte mejor que yo.

Mi corazón palpita avergonzado y agradecido.

My heart is on fire for you (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora