LXV

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Jungkook

Los gritos de Jin Young a medida que salgo de los calabozos son música, pura música, incluso más hermosa que la del día de mi boda o la de los lamentos de todos lo que me separaron de Lalisa.

-Jungkook...- paro en seco al escuchar la voz de Hye...de Hae Soo.

-¿Qué?- espeto y continúo caminando rumbo al patio de castigo.

-Me has llamado mamá. ¿Tú...

-Lo sé, Hae Soo, sé que eres mi madre.

No siento sus pasos y me detengo para mirarla sobre el hombro. Miles de lágrimas caen por sus arrugados pómulos.

-¿Desde cuándo?.

-Desde ayer- murmuro-...pero no tienes que explicarme nada, no ahora. Cuando volvamos con Lalisa y Hae Soo estaremos perfectos para escuchar el por qué me abandonaste- el dolor se desprende por mis palabras, es inevitable.

-¿Y dónde están ellas?, seca sus lágrimas con fuerza y recupera la compostura.

-Se las llevó Taehyung a Yem. Allí las encontraremos.

-¿Y qué piensas hacer con este reino?.

-No lo sé- niego y vuelvo a caminar.

Todos los plebeyos que nos ayudaron están reunidos allí. Muchas damas y el médico se ocupan de los heridos a medida que otro grupo escolta a los soldados de Jin Young a los calabozos.

-Pueblo...- todos hacen silencio cuando hablo-...les doy las gracias por esto. Nuestros soldados fieles no estaban libres y disponibles para recuperar nuestro territorio y ustedes hoy han hecho una labor del mejor de los caballeros.

Todos aplauden.

-Tengo dos noticias. Empezaré por la buena...podréis elegir un castigo para Kim Jin Young, sus soldados y los traidores.

Gritan eufóricos.

-Y la mala...- miro sus rostros cansados-...es que no seré el rey.

Los murmullos se elevan e intentando que se callen alzo la voz.

-¡No seré el rey de Kaosong, pero mis otros hermanos están!. Namjoon y Hoseok pueden levantar este reino, estoy seguro de ello.

Miro al mayor de ambos y este hace una reverencia.

-Me marcharé una vez acaben con Jin Young- bajo las escaleras y paso a estrechar las manos de todos.

-¿Qué mierda piensan hacer con ese bastardo?- mi tío pregunta provocando risas.

Me acerco a mi padre que yace conversando con Jennie, mi suegro y mi cuñado.

-Lamento mucho que hayan experimentado esto en su visita- me disculpo y Jennie traduce.

-Dicen que las tropas de Tailandia estaban a dos días de llegar debido a la demora de los monarcas y que por suerte su pueblo salvó a todos, su majestad.

Asiento. Sin esperarlo el hermano de Lalisa me abraza.

-Gracias- dice en coreano-...gracias.

Me suelta y frunzo los labios un poco incómodo.

-El rey pregunta por la reina Lalisa.

-Dile que Hae Soo es su nieta y que están a salvo- me alejo de ellos pero mi padre me sigue.

-¿Dónde está tu madre?. ¿Está a salvo?.

-Sí- lo miro de reojo.

-Gracias a Dios. Hijo, necesito que intercedas por mí con ella.

My heart is on fire for you (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora