My heart is on fire for you (Terminada)

XXXV

Lisa

Miro a Jungkook que termina de alistar a su yegua.

Acaricio mi barriga como dándole el cariño a mi bebé que le faltará de su padre estos días, o semanas, o meses.

Suspiro cuando se gira a verme con una sonrisa.

-Prometo volver pronto- se acerca para acunar mi rostro y dejar un muy cálido y dulce beso en mis labios.

-Estaremos esperando- miro hacia abajo.

Nuestro o nuestra bebé está impidiendo que nuestros torsos se unan.

-Te amo.

Mi corazón salta en gozo al escuchar sus palabras. Muy pocas veces me lo dice, pero sé que le cuesta mostrar sus sentimientos, de todas formas fue criado de esta manera.

He tenido suerte de llegar a tocar su corazón porque es un hombre frío.

-Y yo, Jungkook, yo también te amo.

Sonríe y me besa acariciando mi barriga lentamente.

-Estaré aquí cuando llegue nuestro hijo.

-O hija- le recuerdo con dolor.

Asiente una vez y besa mi frente.

-Nos vemos luego, estrellita- me guiña un ojo caminando hacia atrás.

-Hasta luego, cielo- le hago un guiño también.

Sube a la yegua y se coloca frente a los cientos de jinetes que esperan por salir. Jennie me sostiene de la cintura, una que es redonda ahora.

-¡A Guryu!- grita mi Jungkook en su versión oscura y salvaje.

Los hombres tras él gritan llenos de sed de venganza y corren hacia el bosque.

-Lisa- Seok Jin coloca una mano en mi hombro y sonríe.

-Oppa- hago un puchero intentando no llorar.

-Jungkook me ha dicho que me encargue de ti en su ausencia. Así que me verás mucho y tranquila, tu esposo volverá...sano y salvo- sonríe una vez más y asiento.

A la hora de la cena el Rey habla acerca de Jungkook de buena manera, creo poder sentir eso que dijo Yoongi...mi esposo es el preferido de su padre.

-Lisa, prueba esto- Jisoo deja sobre mi plato una hoja rellena de arroz cocido.

Tomo un pedazo y las arcadas me carcomen. Salgo del comedor y corro al jardín más cercano para vomitar. Seco mi frente sudorosa y respiro profundamente.

-Princesa.

Pego un respingo ante la fuerte y oscura voz detrás de mí.

-Su alteza- hago una reverencia al rey.

Lo veo sonreír.

-Estoy muy felíz de que hayas elegido a Jungkook. Siempre he estado preocupado por su futuro. Sinceramente jamás creí que fuera a enamorarse de alguien, mucho menos de ti siendo tailandesa.

Asiento porque ni yo misma me lo creo aún. En mi cabeza sigue vigente el brillo de furia en los ojos de mi esposo.

-Estoy felíz de ser la esposa de su hijo, alteza.

-Me alegro escucharlo. Verte ahora con esos malestares por el embarazo me hicieron recordar a Hae Soo.

Hae Soo.

Me suena ese nombre.

Me lo dijo la ajhumma y es el de...

-Mi última esposa fue la madre de Jungkook. Supongo que escuchaste que nuestra primogénita fue una niña.