LIV

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Reina Hae Soo

Sabía que este día llegaría, el día de ver a mi hijo sufriendo por el precio de ser el Rey.

Sé que no quizo serlo pero era su deber y si quería mantener a Hae Soo cerca de él no había opción.

Esa chica hizo un buen trabajo con las heridas pero de todas formas tengo miedo de que se infecten. Jungkook sisea cuando le aplico el algodón bañado en alcohol para limpiar su espalda y luego una capa de pomada con hierbas.

-Estarás bien, hijo mío- beso su frente y seco mis lágrimas saliendo de la habitación.

¿Por qué lo azotaron?. ¿Cómo se atrevieron a tocar al rey?. ¿Qué pasó en Kaosong?.

Eso y más estoy dispuesta a preguntarle a Lalisa pero la escena que veo me deja tiesa. Abro los ojos asustada de lo que pueda desencadenarse con estas dos juntas.

Jungkook me dijo perfectamente que no le dijera, que no quería que Lalisa regresase a él debido a la presión de tener una hija juntos. ¿Acaso se arreglaron y por ello esta chica lo trajo aquí?.

-Yo soy Hae Soo, ajhumma.

Mi nieta toca su pecho repetidas veces con ambas manitos y Lalisa solo la mira como si fuese una serpiente a punto de morderla.

¿Le tiene miedo a la niña?.

-¿Quieres que te peine?.

La madre parpadea varias veces y luego suspira vencida.

-Está bien.

Doy un paso hacia atrás por inercia al verla arrodillarse y darle la espalda a Hae Soo que aplaude emocionada porque al fin alguien la deja peinar sin ponerle excusas.

Madre mía, cómo le dejará la cabeza a la pobre.

Me cruzo de brazos y no pasan desapercibidos para mí los gestos nerviosos de Lalisa, la manera en la que juega con sus dedos sobre el regazo o como mira de reojo a la niña cuando coloca minuciosamente mechones de pelo tras su oreja con tal de hacer una perfecta trenza.

Los minutos pasan y Hae Soo hace un excelente trabajo. Y a mí no es a la única que ha sorprendido.

-Vaya, que hermoso.

-Tú eres hermosa, ajhumma.

Lalisa la mira ojiplática como si le acabasen de decir algo que ella no sabe.

-Gracias. Tú también eres muy hermosa...Hae Soo.

Es inevitable que mi corazón no se derrita de ternura. Sé lo que es que te alejen de tu hija, Lalisa por lo menos ha podido conocer a la suya y a mí solo me dejaron amamantar a mi primogénita una vez.

Aprieto los puños por pura impotencia. Me parece injusto que las mujeres seamos tratadas como escorias por dar a luz a hembras. ¿Es que acaso los hombres creen que nacen de la tierra?.

-Gracias, ajhumma- Hae Soo hace una reverencia y la ira me abandona.

-¿Cómo sabes hacer esto?.

-La abuela y papá peinan a Hae Soo.

-¿En serio?- una sonrisa adorna el pálido rostro de la mujer dueña de mi hijo.

-¿Por qué sonríe?- mi nieta se acerca en modo confidente.

-¿Tu padre sabe peinar?.

-Hmn. Es muy bueno con las trenzas. Abuela le enseñó.

Lalisa estalla en risas y Hae Soo la sigue.

My heart is on fire for you (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora