My heart is on fire for you (Terminada)

XXXVI

Jungkook

-Su alteza- una de las sirvientes de papá se acerca a mí y la aparto.

No puedo despegar mi vista de Lalisa que acaba de...¿darme una bofetada?. Una que no ha venido a cuento.

Toco mi mejilla y siseo de dolor. Arde como hierro al fuego. Subo las escaleras tras todos los que se la llevan. Quiero entrar a la enfermería y apresuro el paso, pero la matrona niega y me cierra la puerta en la cara.

-Aish- pateo el suelo y toco todo mi rostro intentando calmarme.

De seguro Lisa debe estarme odiando por llegar tan tarde, pero por lo menos me ha dado tiempo a verla romper aguas.

Hoy se veía distinta, más hermosa de lo usual aunque ella siempre lo está. Es como si nuestro bebé hubiese esperado el momento oportuno para querer salir.

-Mi nieto ya está en camino- la voz de mi padre se escucha a mis espaldas.

Despego la frente de la puerta de madera y me encuentro con sus mansos ojos.

-Ya lo sé- siseo y escucho una risa.

-Tranquilo, Jungkook, a nadie lo dejan entrar en el parto. Estaré con los astrónomos leyendo la estrella del futuro heredero de Kaosong.

Eso.

El primogénito de Lalisa será el futuro rey.

Asiento y lo observo marcharse. Miro a todos lados.

Hay muchos esperando a metros de mí, que soy el único en el pequeño pasillo frente a la puerta.

Toco mi espada al pensar en la posibilidad que sea una niña. La tomaré y me la llevaré para evitar que vaya a parar con cualquiera.

Pero puede ser un niño...y tengo esperanzas.

Doy vueltas como loco de un lado a otro y cada grito de Lalisa me hace estremecerme, es difícil sentirla gritar de dolor y no poder hacer nada.

-Hermano.

Taehyung se acerca junto a Hoseok y Namjoon. Nos saludamos con una reverencia y me quedo tieso al recibir sus tres abrazos.

-Vas a ser papá, y tranquilo, Lalisa es muy fuerte, resistirá el parto.

Asiento ante las palabras de Taehyung.

-¡Un poco más, su alteza!- escucho a la matrona seguida de un grito desgarrador de parte de mi esposa.

Cinco guardias corren y se colocan en la entrada y las ventanas apartándome. Mi tío aparece de la nada.

-Tranquilo, Jungkook, es el protocolo cuando llega un heredero.

Asiento sin saber una mierda de esto y soy arrastrado por mi tío al inicio de las escaleras.

Observo con detenimiento a los soldados, cómo poder derribarlos si mi bebé resulta ser chica e impiden a su madre verla.

El viento mece mi cabello de un lado a otro mientras calculo la situación a fondo.

Un movimiento nervioso en la mano del soldado a la derecha de la puerta y cómo desvía la mirada al verme me pone alerta. Saco la espada.

Algo anda mal aquí.

Pero justo cuando voy a degollarlo sin piedad Hwasa abre las puertas y vuelve a cerrarlas con los ojos surcados en lágrimas.

-Su alteza- me mira y solloza.

Camino hasta ella y la agarro de los hombros sacudiéndola ante la ansiedad que se apodera de mí.

-¿Qué pasa?.